𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒆𝒄𝒊𝒔𝒆𝒊𝒔

~...♥︎...~

Capítulo dieciséis: A Casa.

Sus intentos por meter un gol fueron en vano. Por más que lo intentaba, no lo conseguía, tenía la cabeza perdida, fuera de la cancha, con los pensamientos dando vuelta al mundo. Los minutos pasaban rápido, parecía que volaban, poniendo nerviosos a los jugadores de cada selección, quienes jugaban dando pequeños pases. La pelota iba de un lado al otro, manteniéndose en el medio de la cancha, sin llegar a ningún lado. A los minutos del segundo tiempo hicieron su cambio, abandonando el espacio de juego, sin querer irse de ahí, queriendo dejar todo lo que le quedaba.

Su uniforme completamente sucio debido a las caidas que había tenido. Agarró una botella de agua y se sentó en el banco, soltando un suspiro, mirando a sus compañeros jugar. El partido acabó 0-0 a pesar de haberse jugado otros 30 minutos. Los jugadores estaban cansados, pero aún quedaban los penales que definirían el resultado del partido, quien se quedaba y quien se iba.

Se reunieron los equipos para decidir quien pateaba y una vez que estuvo todo listo, se acomodó la primera persona que iba a patear. Comenzó Sabiri, de Marruecos, anotando un gol al centro. De la selección española empezó Pablo Sarabia, quien parecía nervioso. Esos momentos llenos de tensión, sin poder saber que iba a suceder después, eran terroríficos. Algunos de los chicos miraban la escena, otros solo miraban el pasto, tratando de no ver lo que iba a ocurrir.

Los españoles se cubrieron el rostro cuando Sarabia pateó el balón y este pegó contra el palo. Se mantuvieron firmes, sabiendo que aún tenían oportunidad de cambiar, a pesar de que el jugador Ziyech de Marruecos había metido gol. El siguiente en ponerse frente al intimidante Bounou fue Carlos Soler, quien pateó para el mismo lado que su compañero, pero el arquero consiguió atajarla. Cuando llegó el turno de Benoun para patear, Unai Simón consiguió adivinar el tiro.

Pateó Sergio Busquets, pero su tiro fue detenido por el arquero de Marruecos, apagando un poco las esperanzas de los jugadores hispanos. Finalmente pateó Achraf, quién anotó el penalti definitivo para avanzar un paso más y dejar fuera a España.

Los jugadores marroquíes corrían y gritaban de la alegría hacia su arquero Bounou, mientras lo españoles dejaban ir su última esperanza en el lugar.

Gavi miraba la escena, viviendo por primera vez un mundial y perder de esa forma contra esa selección. Vió a Pedri sentarse en el medio de la cancha, mirando a un punto fijo. Se levantó de la banca y se acercó a su mejor amigo, abrazándolo por el cuello, dándole apoyo.

Sintió como correspondía su abrazo poco a poco, saliendo del pozo en el que se estaba metiendo. Ocultó su rostro en su compañero más joven, aferrándose a su cuerpo.

Gavi separó sus labios, intentando darle algunas palabras de apoyo para que no se sintiera mal, pero su mirada se quedó clavada en lo alto del estadio cuando sintió que su hombro se humedecía con el paso de los minutos. Sus cejas cayeron, cerró sus ojos y juntó sus labios fríos lentamente, acariciando el cabello de su mejor amigo.

~...♥︎...~

Los chicos guardaban sus cosas en las maletas, en un rato estarían volando Qatar para ir de regreso a casa, dejando en aquellas tierras su deseo por ganar la Copa del Mundo. Entre idas y vueltas, el más joven de la selección española encontró una campera completamente blanca entre su ropa. La tomó para mirarla y notó al instante que pertenecía a la selección de Polonia gracias a su escudo.

—Aquí te has quedado, ¿eh? Tengo que regresarte a tu dueño— le dijo a la campera, acercándola a su nariz para olerla, aún mantenía un fuerte olor másculino. Hundió su rostro en ella, abrazándola a su cuerpo.