𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆

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Capítulo nueve: Solo Para Él.

A horas en las que todavía habían jugadores durmiendo, Gavi caminaba a un paso rápido por los pasillos hasta llegar a la puerta de una habitación, quedándose parado ahí, sin tocar, sin hacer nada. Sus ojos entrecerrados, no podía mantenerlos más tiempo abiertos. Su cuerpo lo amenzaba con quedarse dormido ahí mismo.

Debía decirlo, no había conseguido dormir en toda la noche. Sus ojos clavados en el techo, con miedo de levantarse de la cama y causar algún problema, más de los que creía tener.

¿Qué iba a decir?, ¿iba a tirar al frente a su mejor amigo? No quería hacerle eso, lo quería demasiado, ¿pero qué otra excusa podía dar por despertarlos tan temprano?

Levantó su mano, temblorosa, la apoyó contra la puerta pero no pudo golpearla. No sabía si no tenía fuerzas o si el miedo lo estaba consumiendo. Miró hacia los lados, tenía que tocarla, no podía quedarse afuera de la habitación.

Cerró sus ojos y tocó la puerta. Nadie abrió.

—Ábreme, por favor— rogó mientras volvía a tocar, esta vez sin parar hasta que abrieron.

—Gavi, ¿qué...?— no tuvo tiempo de terminar de formular la oración que el joven entró a la habitación.

Y en ese momento dejó que sus emociones salieran.

Su respiración se agitó y sus ojos se llenaron de lagrimas, soltándose a llorar mientras se tapaba el rostro con sus manos.

¿Esto era a causa de su falta de sueño o era por...?

—Gavi, ¿pero qué ha pasado?— preguntó Marco Asensio, el número 10 de la selección española.

Ferran Torres se despertó al oir unos pasos y se sentó en la cama, viendo como Asensio abrazaba al más joven del grupo, intentando calmar su llanto.

Iba a preguntar algo al respecto hasta que vió como Asensio le hacía unas señas para que se levantara de la cama y fuera a buscar agua. No hizo esperar y se levantó para buscar una botella de agua fresca.

Al regresar, pudo ver como le quitaba las lagrimas de las mejillas y lo cargaba entre sus brazos, estaba durmiendo.

—¿Que le ha pasado?— preguntó Torres, el número 11, mientras peinaba el cabello del menor.

—No lo sé. No me ha dicho nada, solo ha balbuceado— respondió, mirando el rostro dormido de Gavi.

—¿Será que se ha peleado con Pedri?

—O algo peor... mira su cuello— Ferran movió el rostro del más bajo hacia un lado, mirando los chupones que tenía marcados.

—¿Se habrán acostado?, ¿le habrá hecho daño?— Marco lo llevó hasta su cama y lo acostó, sentándose a su lado. Ferran copió su acción, sentándose al otro lado de la cama.

—Madre mía... lo ha lastimado— dijo pasando su dedo por las marcas.

El número 11 se acercó al más bajo, sintiendo el olor que estaba impregnado en su cuerpo.

—Joder, tiene el olor de Pedri— Asensio se acercó para olerlo.

Desvió su mirada a su compañero, viendo como abría su boca. Sin dejar pasar ni un minuto alzó su mano y le dió un golpe en la cabeza, alejándose al instante.

—¿Por qué me pegaste?

—Porque eres un idiota, Ferran, estabas a punto de morderlo.

—Vale, vale, pero es que huele bien, además del olor de Pedri— el más grande rodó los ojos.