𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒔𝒆𝒊𝒔

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Capítulo cincuenta y seis: A Solas.

El entrenamiento del día había acabado. Esta vez los ejercicios fueron un poco más intensos que de costumbre. El día fresco y lluvioso, con las nubes cubriendo el cielo y el brillante Sol. Robert miraba a los jugadores caminar hacia el estacionamiento, saliendo del lugar, cuando Ferran pasó frente suyo.

—Ferran, ¿podemos hablar un momento?— llamó su atención, notando que frenaba para mirarlo.

—Sí, claro— le hizo señas para que entrara a los vestuarios, donde podían hablar solos—. ¿Qué ocurre?

—Necesito que me ayudes en algo— apoyó la espalda contra la pared—. Necesito que vigiles a João Félix.

—¿Vigilar a João Félix?— arqueó la ceja—. ¿Sucede algo?

—No quiero que le cuentes a nadie, pero siento su presencia extraña. Sé que la actitud que tiene ahora no es normal— Torres se acercó y hablaron más bajo.

—¿Extraña?, ¿crees que pueda hacer algo?

—No... no lo creo. Lo conozco muy poco, pero ahora quiero que veas en donde está y quienes son las personas más cercanas a él. Solo quiero asegurarme que todo esté bien.

—Bien, lo haré y te lo diré.

—Esto debe quedar entre nosotros, que no se entere Gavi— la puerta se abrió de golpe, dejando a Pedri a la vista. Se mostraba molesto, con el ceño fruncido.

Se acercó a un paso rápido, directo a lo que iba, darle un bofetazo a Robert.

—Eres un idiota— exclamó furioso.

—Pedri...— el nombrado se dió la vuelta, sus ojos llenos de furia.

—No te atrevas a detenerme porque te irá igual— le avisó entre dientes a su pareja, apuntándole con el dedo, cerrando su otra mano, clavando sus uñas en su piel. Miró a Lewandowski, quien pasaba su mano por el sector del golpe—. ¿Cómo te atreves a hacer cosas a las espaldas de Gavi?

—No deberías meterte— le gruñó.

—Siempre te haces el bueno con todos, pero eres una basura. He leído sobre tí y las cosas que dicen, pero yo no voy a seguir tu jueguito y voy a contarle todo a Gavi. Verá a la persona que tiene a su lado— Robert lo tomó del brazo con fuerza y lo estampó contra la pared, tapando su boca con la mano.

—Tú no vas a decir nada, porque no sabes de lo que estás hablando. Solo vas a meterle ideas erróneas a Gavi— lo veía moverse, arañando su brazo, intentando sacarse la mano de encima.

Sus feromonas dominantes se mezclaron en el ambiente, soltando gruñidos molestos. De pronto lo soltó al sentir que mordía la palma de su mano con sus puntiagudos colmillos.

—Yo no voy a meterle ideas erróneas, tú no quieres que sepa la verdad. Te metiste en nuestra relación, pero veremos con quien se queda luego de contarle— apoyó el dedo contra su pecho.

—Sabes bien que entre ustedes no había nada. Antes de estar juntos, Gavi me dijo que estaba soltero, puedes preguntarle.

—¡Era mi amigo!— gritó, llenando sus ojos de lágrimas—. Era mi mejor amigo.

—Pero te gustaba, esa forma de marcarlo con tus feromonas no era de amigos.

—¿¡Y cuál era el problema de que a mí me gustara!? Además yo solo quería fingir que tenía pareja para que nadie lo tocara, para que ningún idiota como tú intentara romper su corazón— lo empujó—, para que él ya no sufra.