𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂

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Capítulo cuarenta: Equipo.

Era extraño mirarse al espejo llevando otro uniforme que no sea el del Barcelona. Sus largas medias rojas que llegaban hasta sus rodillas, su camiseta y su short del mismo color, con dos rayas doradas a los costados, vestimenta de su Selección. Constantemente soltaba el aire que contenía por unos segundos, miraba a su alrededor, incómodo, luego miraba a sus compañeros. Claramente habían algunos que no estaban de buen humor, especialmente los del Real Madrid.

Luego del partido el cual había quedado 2-1, ganando el Barcelona, el ambiente se sentía tenso. No tenían nada en contra de él, al menos la mayoria, pero no les gustaba perder. Salió del vestuario con su botella de agua en mano, estirando un poco y entrando en calor mientras caminaba hacia el campo de juego.

Luego del partido contra la selección de Noruega y haberles ganado 2-0, los chicos regresaban al vestuario para terminar cambiarse y subirse al transporte que los estaba esperando afuera del estadio, La Rosaleda en Málaga, España.

Una toalla cubría de su cintura para abajo, se vestía sin ningún apuro, escuchando a sus compañeros hablar y reirse. Se colocó sus aurículares y tomó su bolso, saliendo de aquel ambiente en el que no llegaba a sentirse cómodo. Era extraño no ver a sus compañeros de siempre, a sus entrenadores, estar en el Spotify Camp Nou.

Especialmente, era extraño no ver a Robert en el vestuario, o sentir su olor cerca.

Levantó su cabeza al sentir que tocaban su hombro, deteniendo sus pasos para mirarlo mientras se quitaba uno de los aurículares.

—¿Ocurre algo, Gavi?— preguntó Asensio—. Discúlpame que te haya molestado.

—No, no... no ocurre nada— negó con la cabeza.

—¿No te alegras de verme?— lo veía inexpresivo y decaido, diferente a como esperaba encontrarlo.

—Estoy feliz de verte, de verdad— lo miró y fingió una sonrisa que, claramente, Marco no se creyó.

—Dime la verdad, Pablo, no estás bien— el menor unió sus manos, nervioso. Esto lo notó Asensio, quien prefirió dejar de llenarlo de preguntas por el momento—. Está bien. Hablaremos de esto cuando estemos solos, ¿vale?

Pablo asintió con la cabeza y continuó caminando para subir al bus, poniéndose su aurícular. Marco lo miró irse, sintiendo que debía saber lo que le ocurría, quería ayudarlo para hacerlo sentir mejor.

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—¿Y bien?— preguntó Marco una vez que entró a la habitación, viendo al joven acostado en su cama.

Se sentó a un lado de su cuerpo, continuaba en su posición, acostado de lado, mirando hacia la pared.

—No es que no estuviera feliz de verte, Marco— comenzó Gavi—, es que... no lo sé, solo me siento raro con... con la selección.

—¿Con la selección?

—Sí, no lo sé... no me sentía cómodo jugando. Ellos parecían tan molestos conmigo— se sentó en la cama.

—Pero no lo están, solo... sabes que perdimos contra ustedes y no es fácil, pero aquí todos somos un equipo— lo pensó unos minutos y agregó—. Aunque pensándolo bien... tal vez no le agrades a Carvajal y a Ceballos, pero vamos, te llevan edad. Creo que son lo suficientemente maduros para no pelear contigo por algo así.

—Podrán no pelear conmigo, pero sí mirarme mal durante todos los días en los que entrenamos juntos, y no me afectaba, esto no me afectaba antes, pero ahora siento...

𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora