𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒄𝒆

~...♥︎...~

Capítulo trece: Me Gustaría.

—Gavi...— el mencionado al oir su nombre se acercó a un paso lento.

No dijo nada. Se paró frente a él y lo abrazó por el cuello, escondiendo el rostro en ese lugar.

—¿Qué haces aquí?— le preguntó sin corresponder su abrazo.

—Pasasteis a octavos, quería felicitarte— se separó del abrazo y lo miró a los ojos.

¿Cómo podía fingir que no había visto nada? No le tenía ningún odio al español, no podía odiarlo. Tenía frente a él un rostro hermoso, con una cara tierna y llena de felicidad por su logro. Su cabello claro bien arreglado, sus ojos llenos de brillo y emoción, su sonrisa tímida y sus labios rosas. Era una belleza en persona, cualquiera caería a sus pies con tan solo una mirada.

"¿Por qué estaría con alguien mucho mayor que él?" Esa pregunta volvía a ser presente. Tenía sentido que aceptara a Pedri, siendo que solo se llevaban dos años.

—Felicidades.

—¿Por qué? Si hemos perdido el partido. Pasamos rozando— se cruzó de brazos y mantuvo su mirada sobre él, notando como quitaba la sonrisa de su rostro.

—¿Y eso qué? Lo habéis dado todo. A mi me alegra que podamos continuar viendonos— lo vió levantarse de su lugar, apoyando las manos sobre sus hombros.

—Deberías preocuparte por tu partido y tener tu cabeza en eso, no estar aquí.

—Y la tengo, pero quería verte.

—Vale, mira, no tengo ganas de hablar así que hablamos luego— palmeó su hombro y salió del vestuario, dejando al español confundido.

—Vale... nos vemos— dijo al aire, en un tono bajo, mirando por donde salió el polaco.

~...♥︎...~

—Enzo...— pudo escuchar un eco en sus sueños—. Enzo...

Despertó lentamente, sin abrir los ojos, estirándose un poco en la cama. Sentía que era temprano y tenía demasiado sueño, quería aprovechar los minutos que tenía antes de levantarse a entrenar.

—Enzo...— abrió sus ojos cuando tomaron su brazo y lo movieron de un lado al otro.

Frente a él estaba su compañero de cuarto en pijama, con su mirada clavada en la suya, viéndolo despertar.

—¿Qué pasa, Juli?— preguntó sentándose en la cama.

—¿Por qué te ataste a la cama?— se sentó enfrente, mirando como la muñeca de Fernandez estaba atada a una esquina de la cama.

—Ya sabes por qué. No quiero que pase nada durante la noche.

—Pero a mi no me gusta que hagas eso. ¿no sos mi novio acaso?— apoyó sus manos en la cama, mirando sus ojos.

—Si lo soy— sonrió.

—¿Y entonces? Es suficiente con que cerremos bien la puerta del cuarto durante la noche y ya— se acercó a la esquina de la cama para desatarlo, pero lo detuvo.

—Primero debes salir del cuarto— lo vió tirar la cabeza hacia atrás y taparse el rostro con las manos, bufando.

Enzo lo miraba tirar la cabeza para el frente y comenzar a sollozar aún con la cara tapada. Su expresión en el rostro fue completamente de preocupación, asustándose al escucharlo llorar.

—Juli, ¿estás llorando?— no obtuvo respuesta. Al ver que continuaba, se rindió—. Está bien, voy a desatarme ahora.

Lo vió levantar la cabeza al instante, sin lagrimas en la cara y con una sonrisa triunfadora.