𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐

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Capítulo cuarenta y cuatro: Compañía.

Barcelona se convirtió en una fiesta, la gente esperando ansiosa celebrar con sus jugadores, con ellos que jugaron y se mantuvieron de pie hasta el último partido. Tenían suerte de que el día estaba soleado y despejado, no había ningún anuncio de que iba a llover.

Lo jugadores subieron al bus que los llevaría a recorrer las calles y poder saludar a la afición, algunos ni siquiera habían conseguido dormir sus horas de sueño la noche anterior, pero aún así llevaban todas las energías, sabiendo que estarían varias horas parados, celebrando.

Comenzó el viaje, el olor de los fuegos artificiales, el humo de colores y la pizza recién hecha acompañaban la celebración junto las bebidas frescas, que aliviarian el calor del Sol. Las banderas y los gorros, todo estaba listo para comenzar el viaje.

Los jugadores agarraban las camisetas que les lanzaban y comenzaban a firmarlas, sin perder mucho el tiempo las volvían a lanzar a su dueño antes de que el bus continuara su trayecto.

Gavira comía un trozo de pizza, viendo como las chicas gritaban de emoción con tan solo chocar miradas con él por un segundo. Cuando acabó su comida, se acercó y tomó una lata de gaseosa, podía oler como algunos de sus compañeros habían bebido alcohol, al verlos tambalearse levemente y estar más movidos.

Abrió la lata mientras le daba otra mordida a la comida. No sabía cuando tendría la oportunidad de comer algo tan rico como una pizza nuevamente. Amaba demasiado la comida, no podía desperdiciar ese momento. Le dió un trago a su gaseosa, estaba helada.

Caminó esta vez para el lado donde estaba su pareja, viéndolo firmar camisetas y saludar a la gente. Su chaqueta estaba sujeta a su cintura.

—Te aman demasiado— comenzó a hablar Gavi, haciendo que lo mirara. Podía oir como algunas personas gritaban el nombre de Robert, tratando de llamar su atención, pero solo miraba a él.

—Nos quieren a todos— respondió lanzando la camiseta a su dueño.

—Pero a tí te quieren más porque en cada partido haces un gol, tienes una forma de jugar increíble— lo vió sonreír por sus palabras.

—Bueno, gracias. Creo que tú también tienes un caracter y una forma de jugar increíble— se llevó el trozo de pizza a su boca, teniendo la mirada del polaco encima.

Y en un segundo le arrebató la lata de la mano, viendo como se la tomaba frente a sus ojos, para luego hablarle al oido.

—Últimamente estás siendo muy coqueto conmigo, ¿quieres algo?

—¿Debería querer algo solo porque te trato bien?

—Una cosa es tratarme bien, otra cosa son tus palabras y tu actitud.

—Solo me gusta decirle cosas bonitas a mi novio, ¿no te gusta?

—Nunca dije que no me gustara— dejó su mano sobre la cadera del castellano—. Solo quería saber con que intención hablabas.

—Puedes interpretarlo como más te guste— se miraron junto a una sonrisa—. ¿Puedes darme mi gaseosa?

Robert negó con la cabeza, dándole a cambio su botella de agua, cosa que Pablo tomó y antes de poder quejarse, el polaco habló primero.

—Bebe el agua, Gavi.

—Estamos celebrando que somos campeones de La Liga, ¿por qué no puedo salir de la dieta por una vez?

—Porque hemos estado bajo el Sol hace dos horas y estaremos más tiempo. El agua te mantendrá hidratado, la gaseosa solo te dará más sed— lo tomó con más fuerza y se acercó a él—. Puedes tomar un poco si quieres, pero toma agua también. Es por tu salud.