𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒐𝒏𝒄𝒆

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Capítulo once: Quiero.

—No atiende— bufó Asensio, mirando como Ferran caminaba de un lado al otro, pensando en que iban a hacer.

—¿Qué haremos?— preguntó.

—No lo sé. ¿Cuándo te ha dicho que estaría aquí?

—Me ha dicho que estaba terminando algo y que vendría en unos minutos.

—Vale, coge mi móvil y continúa llamando. Debe atender en algún momento— le entregó el celular en la mano—. Iré a ver si lo encuentro por los pasillos.

—Vale, vale, pero no te tardes— comenzó a caminar, pero a los pocos pasos se detuvo y se volteó a verlo.

—Ferran— lo llamó. Cuando lo vió alzar la mirada, continuó—. No te muevas de la puerta.

Sin esperar una respuesta, continuó caminando. Pasó por varios lugares, observando a cada jugador que se cruzaba.

De pronto pudo ver como iban dos chicos caminando por el pasillo hasta que uno de ellos cayó de rodillas al piso. No dudó ni un minuto y se acercó a los chicos, escuchando como su compañero le hablaba.

—¿Juli?, ¿estás bien?, ¿te sentís mal de nuevo?— llegó a oir, viendo como lo tomaba para intentar ponerlo de pie otra vez.

Tomó su otro brazo y lo colocó detrás de su cuello, ayudando a levantarlo. Miró el rostro del chico, se encontraba en el mismo estado que estaba Gavi.

—¿Dónde es su habitación?— preguntó.

—Acá nomás— se separó un poco para abrir la puerta, mientras Asensio cargaba al joven entre sus brazos y entraba a la habitación para acostarlo en su cama—. Gracias por la ayudita. No sé por qué están así.

—Parece un golpe de calor a algunos jugadores, ¿no?

—Sí, una cosa así dicen, pero yo no creo que sea eso.

—Yo tampoco creo que sea eso. Debes ventilar la habitación y darle algo para que se mantenga hidratado— agarró una botella que vió y la puso en la mesa de luz, mientras el otro chico abría las ventanas.

Se metió al baño y tomó una toalla para secarse la cara. La humedeció un poco y se acercó al joven que dormía en la cama para pasarla con cuidado por su rostro.

—Gracias, che— sonrió mientras se sentaba en la cama—. Me llamo Enzo Fernandez, soy jugador de Argentina.

—Un gusto conocerte. Yo me llamo Marco Asensio, de España.

—Oh, y él se llama Julián Álvarez— se rió nervioso—. Disculpá que te haya hecho traerlo hasta acá. Capaz estabas re ocupado y te molestaste en ayudarnos.

—En realidad no, no te preocupes— le dió la toalla y lo vió continuar pasándoselo por la cara.

—A Julián le hizo bien los mimos, ¿viste? Le hice cariño hace unas horas y se lo veía bien, ahora está mal de nuevo— escuchaba con atención lo que decía el argentino.

Se levantó de golpe cuando vió que estaba todo en orden, pensando en aquellas palabras.

—Cuídate— salió de la habitación, continuando su recorrido para encontrar al polaco.

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Luego de varios minutos caminando por el hotel, regresó a su habitación sin éxito. Al llegar, pudo ver a Ferran tomar aire de la ventana.