𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒖𝒏𝒐

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Capítulo cincuenta y uno: Canción.

Lentamente fue despertando al sentir que tocaban su mejilla. Se estiró y bostezó, sonriendo al encontrarse con Robert sentado a su lado. Tomó su mano y la besó, para luego entrelazar sus dedos.

—Buenos días, Gavi— besó su frente.

—Buenos días, amor— miró la mesa de luz, viendo una bandeja con un vaso de jugo de naranja y unas tostadas con aguacate—. Hiciste el desayuno, qué rico.

—Te traje un regalo— Pablo se sentó en la cama con emoción, sonriendo.

—¿Un regalo?, ¿cuál?— Lewandowski puso frente a sus ojos un ramo de Dálias rojas, haciendo brillar sus ojos—. Qué bonitas, gracias.

Tomó el ramo y lo acercó a su nariz, olfateando el olor de las flores.

—Qué rico huelen, muchas gracias— se acercó, tomando su rostro y besando sus labios.

—Toma el desayuno— acomodó su cabello, viéndolo dejar el ramo a un lado y sentarse al borde de la cama para agarrar el vaso de jugo.

—No entiendo cómo puedes estar despierto tan temprano después de lo que hemos hecho anoche— sonrió, lanzando una mirada traviesa.

—Te acostumbras a despertarte temprano con el tiempo— deslizó su mano de arriba a abajo por la espalda del español, hablando con un tono tranquilo.

—¿Estás seguro de que todo estás bien? Ayer has estado raro— su expresión cambió a una preocupada.

—Está todo bien.

—¿No te duele la cabeza?— dejó el vaso en la mesa y tocó su frente.

—No, no me duele— fue abrazado de golpe, dejando su mente en blanco.

—Vale, pero dime si algo pasa— dibujó su mentón con la yema de sus dedos, mirando sus ojos.

—Te lo diré.

~...♥︎...~

—¿Gavi?— lo llamó Robert mientras lavaba los platos, viendo que cerraba la maleta de la niña y se levantaba del piso, caminando hacia él.

—¿Sí?— se paró a su lado, secaba sus manos con una toalla.

—¿La guitarra que está guardada en el armario de nuestra habitación es tuya?— la sonrisa se fue apagando con el paso del tiempo, asintiendo con la cabeza como respuesta—. Hace tiempo la había visto ahí, pero no tuve la oportunidad de preguntarte. ¿No quieres tocar algo para nosotros antes de que las niñas se vayan?

Lo vió irse a la habitación, por mientras él caminó hacia el living y peinó a sus hijas, las cuales estaban sentadas sobre la alfombra gris de pelos sintéticos.

Pablo regresó con la guitarra en mano, sentándose frente a ellos, acomodando el instrumento y revisando que esté todo en orden.

Alzó la cabeza, Robert observaba cada movimiento que hacía. Respiró hondo y bajó la cabeza, tocando la primera canción que llegara a su cabeza.

Los nervios invadían su cuerpo, pero trataba de controlarse, centrándose en la música y en no equivocarse, dejándose llevar por su instinto poco a poco, su confianza en que recordaba cada parte de la canción. Llevó su mirada a su pareja durante unos segundos, buscando saber si le estaba gustando.

Se encontró con unos ojos celestes puestos sobre él, con una ligera sonrisa sincera que calmaba sus nervios. Moviendo sus dedos con agilidad, tocando las cuerdas suavemente.

𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora