𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐

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Capítulo veinticinco: La Llamada.

Pablo despertó a la mañana siguiente y se dió vuelta en la cama, era tan suave y estaba tan calentita que adoraba estar ahí acostado. Su cuerpo estaba relajado, tenía ganas de continuar durmiendo un rato más. El perfume a flores mezclada con el olor de Lewandowski en las sabanas lo hacía sonreir, haciéndose bolita mientras abrazaba una almohada. A pesar de sus intenciones por quedarse dormido, no lo conseguía. Se movía de un lado al otro y con sus manos talló sus ojos mientras bostezaba, para luego hundir su rostro en la almohada. No sabía si era por la luz que entraba a su habitación, pero terminó por rendirae al no conseguir volver a dormir.

Abrió sus ojos, notando al instante que no estaba en su habitación. Se sentó de golpe, quedándose quieto, con los ojos completamente abiertos. Miró la habitación, espaciosa, con las paredes blancas y el piso de madera.

Bajó su mirada y tocó su abdomen. Lo único que llevaba puesto era su ropa interior. En el interior de sus muslos tenía mordidas y chupones. Se acomodó su cabello alborotado y se levantó de la cama.

Sus pies descalzos tocaron el frío piso. Caminó lentamente hacia sus pantalones, los cuales estaban tirados en el piso y se los puso, al igual que sus medias, zapatillas y con su camiseta, para luego entrar al baño de la habitación.

Se miró en el espejo. La yema de sus dedos tocaron sus labios colorados y su cuello con chupones notorios, moviendo su ropa para mirar su piel. Suspiró y se lavó la cara.

Al finalizar de asearse, tomó su móvil y salió de la habitación. Caminaba por los pasillos de la casa y al acercarse a la cocina, escuchó la voz del dueño de la casa. Detuvo sus pasos y se quedó apoyado en la pared donde no lo podía ver.

—Wednesday? I can't. How about Saturday? In the evening for dinner together, my treat (¿El miércoles? No puedo. ¿Qué tal el sábado? Por la noche para cenar juntos, yo invito)— lo escuchó hablar al móvil.

Sentía el olor de la comida que estaba preparando, haciendo sonar su estómago del hambre que sentía.

—I'm looking forward to seeing you too. I miss you (yo también tengo ganas de verte. Te echo de menos)— respondió junto a una suave risa.

Su pecho se hundió al escuchar aquellas palabras. Su mirada se perdió en la nada. ¿A quién echaba de menos? En ese momento, en su cabeza comenzó a armar escenarios de lo que podía pasar y la primera persona en la que pensó fue en João Félix.

Sabía que el portugués estaba interesado en verlo fuera del campo y tal vez había aprovechado para llamarlo. ¿Iban a salir solo ellos dos, solos? Llevó su mano a su boca al sentir que su estómago se revolvía.

¿Acaso era cierto lo que había dicho João?, ¿ellos se habían acostado varías veces luego de que se divorciara? Se había prometido no pensar en las palabras del portugués, que seguramente eran para distraerlo durante el juego, pero ahora parecían tan ciertas y se ajustaban a la situación.

Sabía que eso no debía molestarle, de todas formas...

—Nosotros aún no somos nada— dijo en voz baja para él mismo.

Y al final de todo, aunque no quería admitirlo, era verdad, ellos aún no eran nada. Él no había confesado sus sentimientos y Robert Lewandowski no le preguntó nada sobre su relación. Solo eran dos personas que satisfacían sus deseos juntos, pero no dejaban de ser solo compañeros de trabajo. Sí esa era la cruel realidad, no debía molestarse por lo que hacía Robert con su vida, después de todo, estaba divorciado.

𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora