Cuando llegó el eclipse y sus hermanos ya estaban durmiendo, Jake y Neteyam, luego de despedirse de Neytiri, se subieron a sus respectivos ikrans y partieron en dirección de las montañas aleluya.
Todo el camino estuvieron sumidos en un silencio, sabía que su padre estaba pensando en cómo iban a solucionar todo el problema, pero él empezó a sentirse algo inseguro respecto a su decisión. Lo que quería era hacer sentir orgulloso a su padre, quería ser como él, porque era a la persona que más admiraba en el mundo, siempre sería su imagen de referencia y esperaba poder llegar tan lejos como él. Pero en el fondo, sabía que él no era especial; de todos sus hermanos probablemente era el único que no tenía nada especial, Lo'ak tenía a Payakan y además era igual de inconsciente que su padre llegó a ser en algún momento, por otro lado estaba Tuk que aún era demasiado pequeña, pero tenía un gran corazón y esa inocencia propia de un niño, y si entrábamos en el tema Kiri, ella si que era especial, en un sentido único y que no podía llegar a descifrar. Entonces, ¿qué le quedaba a él?
Si Aonung estuviera ahí seguro que él sabría que decir, pero a Neteyam en ese momento solo pensaba en que en comparación, solo era el hermano mayor que intentaba cuidar de sus hermanos pero siempre fracasaba.
Llegado a este punto empezó a pensar que ir con su padre era una mala idea: si no era capaz de defender si quiera a sus hermanos cómo iba a defender a un clan entero.
Suspiró mirando al frente y después miró el brazalete que Aonung le había dado, en parte, saber que alguien si que creía en él le hacía sentirse mejor consigo mismo, pero no lo suficiente para olvidarse de que dentro de poco tendría que espabilar y valerse por si mismo si es que quería llegar a casa sano y salvo.
Jake se percató de lo pensativo que estaba su hijo y le miró unos segundos:
-Todavía estás a tiempo de volver a casa- dijo su padre, Neteyam le miró alzando las cejas cuando dijo eso.
-¿Volver? Esa no es una opción señor
-Neteyam, no hace falta que demuestres a nadie nada
-Lo sé señor, pero quiero hacerlo, sé que puedo ayudar, solo deme una oportunidad
Su padre le miró en silencio y luego asintió levemente
-Pero recuerda que lo importante es volver a casa, esto ya está perdido Neteyam, nosotros intentaremos solo sacarlo a flote, pero es algo físicamente imposible.
-Señor usted ha conseguido vencer a los hombres del cielo dos veces, una tercera no le será difícil- dijo Neteyam, apreciaba mucho a su padre y tenía plena confianza en él.
-No siempre jugamos con las mismas condiciones, y ahora somos menoría
-Lo importante es la estrategia no el número de jugadores - dijo Neteyam mirando a su padre
-En eso tienes razón- asintió Jake- pero un par de arcos, por muy buena estrategia no solventaran nada ya hora que la mayoría han tomado cuerpos de avatar... la cosa se nos complica bastante...
-Nosotros tenemos algo que ellos no tienen- dijo Neteyam- y eso es a ti, Toruk Makto
-El toruk se fue Neteyam, ahora sólo me queda el vínculo, pero es difícil que lo volvamos a ver una vez cumplida su misión
-Eywa te escuchó aquella vez, estoy seguro de que te volverá a escuchar- dijo Neteyam
- O quizás esta vez le toque escucharte a ti- miró Jake a su hijo
-¿A que se refiere?
-Tengo la sensación de que Eywa tiene planes más grandes y entre ellos no está presente perder esta guerra, pero creo que la fuente por la que lo llevará a cabo será distinta, será quizás la más inesperada de todas. Ni si quiera será olo'eyktan, quizás no esa yo tampoco. Pero pronto lo veremos
Neteyam intentó deducir lo que su padre le intentaba decir, pero no conseguía entenderlo, así que solo asintió a sus palabras y miró hacia delante.
-Aprovecha de nuestras últimas horas de paz antes de entrar en la boca del lobo- dijo Jake
Su travesía transcurrió con normalidad esa noche, mientras que al día siguiente, en el clan Metkayina pronto se corrió la voz de lo que sucedía con los omatikaya y la partida de Jake y el joven Neteyam.
Algunos tildaban a Jake de irresponsable por llevar a su hijo a un peligro tan inminente como podría ser la propia muerte; otros sin embargo pensaba que esa acción les honraba.
Aonung seguía castigado, y por desgracia para él tenía que ir con su madre de un sitio a otro.
Lo'ak por otro lado, se sentía medio traicionado porque no le habían llevado, pero Tsireya trataba de convencerle de no hacer ninguna tontería como ir a seguirles, que apesar de que la costó lo consiguió después de una discusión larga y tendida.
-Piensa que lo hacen por tu bien, ya viste lo que pasó la última vez y miralo como si te hubieran dejado al cargo de proteger a tus hermanas, tu madre ya está comprobado que no hace falta que la defiendan
-Pero no es justo, él solo me saca un año, lo que pasa es que confían más en él que en mí -dijo Lo'ak molesto- ¿por qué nunca me toman en cuenta?
-Si que te toman en cuenta, pero han considerado que era mejor que te quedaras- dijo Tsireya
-No les intentes defender que ya sé que no es así - suspiró- siempre le escogen aquí, Neteyam esto, Neteyam lo otro, deberías ser cómo tu hermano
-Neteyam también tiene sus cosas Lo'ak y también se siente igual de presionado que tú, solo que contigo son más estrictos porque eres más impulsivo...
-Me acabas de confirmar lo que acabo de decir, todo el mundo prefiere a Neteyam- se levanta molesto y sale de allí
-Pero... -Tsireya suspira mientras le ve irse.
En lo que respecta a Tuk, no se había enterado de misa la media y todavía no se explicaba donde podían estar su hermano y su padre, pero a decir verdad tampoco la importaba demasiado, ya encontraría a otro al que torturar haciéndole trencitas.
Por otro lado Kiri estaba sumergida en el mar buscando conchas para hacerse un collar y otro para spider.
Todos seguían su vida como siempre, sin pensar en las desgracias que ocurrían al otro lado del continente. Sin embargo, Neytiri no podía dejar de sentirase angustiada y rezaba de continuo para que su marido e hijo regresaran a casa sanos y salvos. Sólo esperaba que Eywa escuchara sus plegarias.
Neytiri tomó las fotos que tenía guardadas en una bolsa, en las que salían todos juntos, como una gran familia, no pudo evitar pensar en el dolor que le causó en pensar en algún momento que podía llegar a perder a uno de sus pequeños, y ahora tener esa incertidumbre la seguía matando, porque ahora ya no estaría cerca para cuidar de su pequeño.
Aonung, después de disculparse por activa y por pasiva consiguió que su madre le dejara irse de esa tortura a la que su madre llamaba servicio a la comunidad. Luego de eso fue a buscar a Rotxo para ocupar su tiempo y evitar pensar en Neteyam.
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La Ira Del Bosque
RomanceFanfic Neteyam×Aonung Tras su recuperación por las heridas del combate con Quaritch, Neteyam tendrá que regresar a su hogar tan querido para afrontar la nueva situación del clan omaticaya, esto le lleva a separarse de Aonung por un tiempo. Este tie...