Parte 2- Capítulo 1

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Ya había pasado cerca de tres años, Neteyam y Aonung habían estado mejor que nunca.

Durante este tiempo fue a visitar a sus familias para conocer a los dos hijos que habían tenido Lo'ak y Tsireya, el hijo mayor se llamaba Zoawrey y la pequeña se llamaba Keia. Ya tenían dos y un año respectivamente.

Zoawrey era igual a su madre, era sensible, cariñoso y atento con los demás, tenía los ojos azul claro, su tez era como la de su padre con pequeñas franjas del tono de la piel de Tsireya.

Keia por otro lado era como su padre pero versión chica, en cuanto aspecto. En cuanto a personalidad todavía no se podía determinar.

Neteyam cuando los había visto pudo notar que esa relación entre hermanos iba a ser igual a la suya con Lo'ak.

Aparte de todo eso, el resto de tiempo lo pasaron en las montañas aleluya y por esa zona. Neteyam había ayudado a Aonung a encontrar su propio ikran y Aonung ya se había terminado de adaptar, se manejaba por allí perfectamente.

Durante ese último año, Neteyam, después de haber estado un buen tiempo pensando en cómo hacerlo, decidió pedir a Aonung que se casase con él.

Ese día, nada más se despertó, salió de la tienda en silencio, sin despertar a Aonung. Luego fue a preparar al lado del árbol de los espíritus, la cita que tenía prevista con Aonung.

Bajo el árbol había colocado una manta y una cesta con comida y alcohol para beber, luego se sentó esperando a Aonung mientras repasaba su discurso para pedirle que se casara con él.

-Aonung ... ya han pasado diez años... -murmuraba para sí- no, así no- suspira negando- a este paso veo que mejor no le digo nada... - miró el árbol unos segundos y luego se pasó una mano por la cara- Ma Aonung, desde que te vi... nah, no eso está demasiado visto, tengo que ser un poco más original, es lo menos que puedo hacer por todo lo que ha hecho él por mí- seguía hablando consigo mismo en bajito.

Aonung ya se había despertado y al no verle, recordó que tenían la cita, entonces se levantó estirandose un poco, después antes de ir a la cita fue a buscar unas flores para Neteyam. Iban a celebrar que llevaban juntos diez años, y quería hacerle un detalle.

Luego de recoger unas cuantas flores de las que le gustaban a Neteyam, fue a buscar un nuevo collar que había pedido a una de las chicas que le prepara. Era un collar al estilo metkayina, con pequeños detalles de la tribu omatikaya.

Cuando estaba listo, fue a buscar a Neteyam.

Neteyam al escuchar que alguien se acercaba dejó de practicar el discurso y miró hacia donde estaba Aonung, entonces se levantó.

Aonung tenía las cosas en una mano escondiendolas detrás de su espalda, al verle se acercó sonriendo levemente.

-Buenos días amor - dijo Aonung, luego se acercó a Neteyam y le dio un beso en la mejilla.

Neteyam sonrió levemente.

-Buenos días Ma Aonung - le dio un beso en los labios y le miró,  luego miró el brazo que Aonung tenía escondido detrás de la espalda- ¿Qué tienes ahí?- dijo intentando mirar que era.

Aonung rió un poco y luego sacó solo el ramo de flores.

-Es para ti - dijo dándole el ramo de flores.

-Awww, que lindo, no debiste molestarte- dijo feliz recibiendo el ramo mirando las flores- te acordaste de cuales son mis favoritas.

-Como para olvidarme- dijo, luego tomó una flor y se la colocó detrás de la oreja- combina con tus ojos - sonríe levemente.

Neteyam sonrió levemente mirandole.

-Ven, vamos a sentarnos- tomó su mano y le llevó hasta la manta, luego se sentó y esperó a que Aonung se sentara a su lado. Luego colocó las flores sobre sus piernas para luego mirar a Aonung.

Aonung se sentó y miró a Neteyam.

-Ten- dijo, dándole el collar envuelto en un trozo de tela- creo que te va a gustar.

Neteyam, le miró y luego tomó lo que Aonung le daba, quitó la tela, al ver el collar, se quedó sorprendido, luego sonrió feliz.

-Es hermoso, me encanta- sonríe ampliamente  y mira a Aonung- ¿Me lo pones?- Le preguntó quitándose el que llevaba puesto

-Claro- Aonung se acercó y puso el collar a Neteyam.

Neteyam tocó el collar sonriendo levemente.

-Esre es el mejor regalo que me han dado nunca- dijo feliz, ese collar para él  ahora era algo especial, no solo porque le recordaba lo distintos que eran ambos pero lo bien que habían sabido adaptarse uno al ambiente del otro, le recordaba la mezcla que hacían juntos y la bonita relación que tenían. Neteyam miró a Aonung unos segundos, no sabía si declararse o no...  porque no sabía si tenía las palabras adecuadas, y no quería ser rechazado. -Yo...

Aonung le miró en silencio esperando a escuchar sus palabras.

-Tranquilo, sabes que puedes confiar en mí,  di lo que tengas que decir sin miedo- dijo Aonung, eso hizo ponerse a Neteyam más nervioso.

-¿Tienes hambre? Mejor vamos a comer un poco- dijo hablando rápidamente, intentando evadir lo que iba a decir. Aonung al oír eso se desilusionó un poco, pero al notar que estaba nervioso, solo asintió.

-Si, claro - dijo.

Después de eso la situación se volvió un poco incómoda y estuvieron en silencio mientras comían un poco.

Neteyam no paraba de darle vueltas, cada vez sintiéndose más incómodo y más inseguro.

Aonung, al notarlo, miró a Neteyam, y tomó una de sus manos, entre las de él.

-Tey... tranquilo, sabes que puedes contarme lo que quieras... no voy a juzgarte... no me gusta verte tan incómodo... - Dijo Aonung mirando a Neteyam

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora