capítulo 12

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-¿Podríais, por una vez en vuestra vida, hacerme caso? Por favor- les mira serio.  Aonung y Lo'ak se miraron unos segundos y luego permanecieron en silencio  volviendo a mirar a Neteyam. - No sólo habéis venido aquí a poneros en peligro, sino que también a molestar, no os pido nada nunca, solo que os quedarais  allí,  y ni eso habéis podido hacer. Por una vez aunque sea escucharme.

-Lo siento tey... no era con mala intención- Dijo Aonung

-Lo tuyo nunca es con mala intención- le miró Neteyam- porque siempre haces lo que te da la gana y das por sentado que con pedir perdón ya se soluciona todo, hoy casi morís, si no llego a estar por allí,  sabría eywa que hubiera pasado.

Neteyam suspiró  exasperado y se pasó  una mano por la frente

-No sé ni para qué intento hablar con vosotros,  nunca me vais a hacer caso, como siempre- salió de allí  y empezó  a caminar lejos de la tienda. Estaba agotado, solo quería descansar y no tener que pensar en nada más.

Aonung se quedó  en silencio  y luego suspiró, Lo'ak miró en dirección  hacia donde su hermano se fue, en silencio,  miró a Aonung:

-Lo siento- murmuró Lo'ak, bueno se sentía algo culpable de lo que acababa de pasar.

-da igual, tiene razón,  no debí haber venido... - mirando al frente algo decaído, solo quería estar con Neteyam, ayudarlo y protegerlo, pero era obvio que Neteyam no lo necesitaba allí

Lo'ak le miró por unos segundos, a pesar de que Aonung no dijo nada más,  Lo'ak consiguió entender como se sentía.

-Sé cómo se siente- dijo Lo'ak sin mirarle, entonces Aonung le miró

-¿A que te refieres?

-A que bueno, también a veces me siento como si fuera un estorbo, ya sabes, Neteyam es el hijo perfecto... y yo solo entorpezco las cosas... siempre

Aonung se quedó  mirandole en silencio,  no se había dado cuenta de que podía sentirse así.

-Bueno, es verdad que a veces eres un poco petardo, que metes demasiado la pata... pero eso no significas que no tengas cosas buenas- Dijo Aonung- no es que me caigas genial, pero tengo que reconocer que serías un gran amigo... cuidas a los que quieres y procuras que nadie se sienta como tú... lo demostraste aquel día cuando lo de Kiri... y además tus trucos de magia si que son sorprendentes - Ríe  un poco recordando cuando le pegó el puñetazo

Lo'ak le miró  en silencio  y luego no pudo evitar reir un poco.

Los dos empezaron a pensar que quizás  no valía la pena seguir enemistados, además parecía que tenían varias cosas en común.

Quizás en algún momento pudieran llegar a llevarse bien.

Por otro lado, Neteyam había  ido a las orillas de un arrollo, se sentó  en el suelo sobre unas piedras y miró  el agua en silencio, y luego se abrazó  las piernas.

Su padre, al verlo salir de la tienda medio decaído,  fue detrás  de su hijo, y al verlo así se sentó a su lado y le rodeó con un brazo

-Lo estás haciendo bien Neteyam- mira a su hijo- no seas tan duro contigo mismo, hoy lo has hecho bien... - le abrazó

Neteyam apoyó  la cabeza en el hombro de su padre, en silencio, se sentía agobiado, tenía  la sensación de que le faltaba aire para respirar.

- ¿Por qué nadie me toma en serio? - murmuró 

-No digas eso...

-Es verdad, señor... nadie me escucha, solo pedí que no vinieran y lo hicieron, luego a pesar de lo que les dije, hicieron  lo que les dio  la gana, incluso se pelearon. Trato de ser comprensible, pero no puedo. A ti todo el mundo te escucha cuando hablas...

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora