p2. Capítulo 14

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Neteyam después de estar buscando sin encontrar nada, se levantó, mirando los agujeros, después se quedó pensando en otra forma de salir de allí.

Entonces se le ocurrió una idea. Empezó a llamar a su thanator haciendo ruidos con la boca, para ver si conseguía atraerlo.

Mientras tanto Lo'ak, al ver al na'vi con la prenda esa, frunció levemente el ceño, pero se escondió, todavía no era seguro atacar. Debían esperar a estar seguros de que nadie más estuviese cerca.

Entonces siguieron hablando.

-Deja eso y sigue echando tierra.- dijo Zilaw, que al oír la llamada de Neteyam frunció levemente el ceño- eh, tú, el de ahí abajo, callate o empezamos a echarte encima de esos bichos venenosos vuestros.

Neteyam dejó de hacer el ruido, si el thanator estaba cerca ya habría escuchado su llamada.

Lo'ak miró a su padre, entonces los dos empezaron a trepar el árbol desde el ángulo en el que los otros no los podían ver.

Lo'ak, tomó una flecha y apuntó hacia Zilaw, pero esperó el momento idóneo para disparar.

Aonung miraba a Neteyam en silencio, entonces se levantó y de acercó a él.

Neteyam miró al suelo, había agotado sus opciones, si el thanator no venía lo más probable es que nadie los sacará de allí.

Aonung le abrazó acariciando su pelo.

-Todo va a estar bien... tranquilo... - dijo Aonung intentando alentarlo. -Pronto saldremos de aquí...

Neteyam le miró unos segundos, sabía que Aonung lo hacía con buena intención, pero era consciente de que sería difícil salir de allí.

Aonung le siguió abrazando.

Jake apuntaba con el arma a los otros na'vis pero al ver que un thanator se aproximaba acechando los alrededores, miró a Lo'ak y le hizo un gesto para que bajara el arco. Los dos se mantuvieron expectantes ante la situación.

Neteyam mientras tanto estaba acurrucado entre los brazos de Aonung.

-por si acaso no salimos de aquí... - dijo Neteyam- me gustaría que supieras que estoy muy agradecido de haberte tenido en mi vida...

Aonung le miró unos segundos en silencio.

-Neteyam... no digas eso... claro que vamos a salir de aquí... vamos a salir juntos de esta... todavía nos quedan muchos planes que cumplir... - dijo Aonung mirandole- eywa nos ayudó una vez, nos volverá a ayudar otra.

-¿Cómo puedes estar seguro? No siempre va a venir a salvarnos a nosotros... estamos perdidos Aonung... nadie nos va a encontrar y lo más probable es que muramos aquí... claro que tenemos muchos planes, pero no va a evitar que todo se acabe entre estas raíces... a veces... a veces pienso que Eywa se empeña en complicarnos la vida a cada paso que damos... creo que sólo juega con nosotros... primero nos une... después nos trata de separar pero para que no pensemos que es tan injusta lo tapa todo con reencuentros fugaces... cuando todo parece irnos bien Eywa parece querer mandarlo todo a la mierda... ¿Y eso se lo tengo que agradecer?

-Neteyam... gracias a la gran madre es que estás aquí hoy.

-No, gracias a la gran madre casi muero tres veces y quien sabe si esta no es la definitiva... - Neteyam se separó de Aonung mirándole- ¿Cómo puedes seguir de su lado después de todo lo que nos ha hecho?

-Porque... - dijo Aonung mirandole- Eywa te trajo hasta mí una vez y lo siguió haciendo cuando nuestras decisiones solo tomaban caminos para alejarnos... quizás este sea el final, tienes razón... pero si caemos... caeremos juntos... - dijo Aonung- prefiero morir y morir contigo... que no sobrevivir y hacerlo solo... nada me es más doloroso que sentir que estás perdiendo a alguien... todos tenemos dos vidas... y si coincidimos en esta... estoy seguro de que en la próxima también lo haremos...

-Yo no quiero esperar a otra vida para poder estar bien... yo quiero estar bien en esta... - dijo Neteyam - no la defiendas cuando está claro que solo quiere destruirnos.

Aonung le miró en silencio y miró a otro lado.

-A mí no me ha destruido... me ha dado una razón para vivir... esa razón fuiste tú... - dijo Aonung mirandole- siempre había estado en cuenta de que iba a tener que casarme con una mujer que pudiera ser la tsahik del clan, con la que tuviera descendencia... sabía que no encontraría a alguien que pudiera quererme por quien era... pero entonces me mandó un chico del bosque que logró poner mi mundo patas arriba... - le miró- cuando más solo pensé que estaba... Eywa siempre escuchó mis plegarias... solo quería ser feliz... y Eywa te trajo a ti para que pudiera serlo contigo... sus planes escapan de nuestro entendimiento Neteyam... pero son grandiosos...  quizás sean duros... pero valen la pena. Si no fuera por Eywa, hubiera vivido una vida a la que no estaba destinado, hubiera sido algo monótono y sin sentido... pero ahora... ahora he encontrado mi sitio en el lugar que menos esperaba... y lo bueno es que ahora tengo a alguien que me acompaña, y ese eres tú... nunca diré que no estoy agradecido a Eywa porque me ha dado todo lo que necesitaba ... me ha dado a ti... y con eso ya no necesito nada más... - mira las raíces- sé que este no es el final Neteyam... Eywa tiene reservados grandes planes para nosotros... Eywa no construye cosas para llevárselas por delante después...

Neteyam le miraba mientras hablaba y después asintió  levemente.

-Ahora nos parece que es horrible porque tenemos miedo, estamos frustrados por no poder salir de donde nos hemos metido nosotros solos... - Acarició  la mejilla de Neteyam- Sé que es difícil,  me siento igual que tú... pero no le eches la culpa a Eywa por nuestros errores...

Neteyam solo asintió en silencio, no muy convencido.

Entonces escucharon el rugido del Thanator, ya les había encontrado. Se oyó a los otros na'vis gritar y salir corriendo, entonces las piedras empezaron a moverse dejando ver el hocico del thanator.

Neteyam miró a Aonung unos segundos y luego sonrió feliz al ver al palulukan.

-Me escuchó,  me escuchó- sonreía para sí, entonces, ayudando al thanator movió las piedras junto a Aonung. Los dos salieron de ahí trepando por las raíces.

El thanator se agachó ante Neteyam y este le acarició la cabeza.

-Gracias - dijo Neteyam mirando al thanator haciéndole una señal de respeto- llegaste justo a tiempo- luego abrazó al thanator.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora