Capítulo 27.

699 98 6
                                    

Aonung se quedó en la tienda, pensativo ante las palabras de Lo'ak.

Quizás podría renunciar a ser olo'eyktan de su tribu... y si lo pensaba tampoco iba a echar tanto de menos a su madre... pero aún así,  no quería quedarse allí,  sabía que no iba a poder adaptarse a una vida en el bosque.

Necesitaba aclarar su cabeza, entonces salió de la tienda abriéndose paso entre la multitud hasta llegar a Neteyam, cuando lo encontró,  lo tomó del brazo y lo sacó de allí a un lugar más apartado

-¿Aonung? ¿Qué pasa?¿a dónde vamos?- preguntó Neteyam dejando que Aonung le llevara, estaba algo confundido.

Aonung no respondió,  cuando estaban suficientemente lejos,  Aonung miró a Neteyam.

-¿Quieres que me quede?-preguntó mirando a los ojos a Neteyam

Neteyam pronto supo porque le preguntaba, entonces negó levemente.

-No te puedo pedir eso Aonung- tomó las manos de Aonung-Te amo y me encantaría que estuviéramos juntos... pero no puedo pedirte que dejes todo, a tu familia... a tus amigos... solo por mi... yo ya voy a perder a la mía y eso me duele, no quiero que tú pierdas a la tuya...

Aonung le miró a los ojos.

-¿Estás seguro?

-Totalmente- dijo Neteyam- no merece la pena que te quedes si luego vas a estar mal aquí... probablemente acabaríamos amargados los dos y discutiendo por tonterías... y sacaríamos a cada rato este tema... pudiendo evitar eso... creo que es mejor que vuelvas a casa... Tú lo has dicho, Eywa no nos ha unido para después separarnos, seguro que por el camino volveremos a encontrarnos.

Aonung asintió y luego abrazó a Neteyam.

-Siento lo que dije antes.

-No pasa nada... entiendo que solo buscabas hacerme entender... nada más,  sólo dices lo que piensas y eso no es malo. -dijo colocando sus manos sobre el pecho de Aonung,  después  le miró a los ojos- Te voy a extrañar pececito

-¿Mucho?

-Muchísimo- dijo acariciando la mejilla de Aonung- rezaré a Eywa todos los días para que volvamos a vernos pronto.

-Yo también- dijo Aonung sonriendo levemente, luego besó a Neteyam atrayendolo más hacia él.

Neteyam correspondió al beso acariciandole la mejilla, después de un rato se separó de sus labios para tomar aire.

-También voy a extrañar esto - sonrió levemente Neteyam

-No te preocupes porque cuando volvamos a vernos te voy a dar tanto que te vas a olvidar de que los extrañabas

Neteyam rió un poco y luego apoyó su frente sobre el pecho de Aonung.

-Eres un idiota.

-Tu idiota- dijo Aonung y sonrió  levemente abrazandole- el que siempre estará esperando que regreses a casa.

-Eso lo dices ahora... pero en algún momento te cansaras... - dijo Neteyam algo inseguro

-Que poco confías en mí- dijo Aonung acariciando su pelo- pero te he esperado 15 años de mi vida, créeme que puedo esperar otros 15 y otros 15 más si son necesarios... así que no te preocupes por el tiempo, que eso no va a cambiar lo que siento, además... - Neteyam levantó la mirada hacia la de él- me debes una cita que te recuerdo que la otra la arruinó Lo'ak

Neteyam sonrió mirandole.

-Bueno, tendré tiempo de sobra para prepararte la mejor cita de todas.

-No tengo ninguna duda de que será una cita increíble... sobre todo si me cuentas lo que iba a decir ayer...

Neteyam le miró sonrojandose levemente y miró al suelo.

-Te aseguro que no quieres saberlo.

-Oh, claro que quiero- dijo abrazandole pegandole a él- y no te pienso soltar hasta que me lo digas

-Está bien, pero luego no digas que no te avise - dijo, y le miró- lo que iba decir es que a ti te iba a gustar más si no llevaba nada

-Totalmente cierto la verdad - sonrió de lado Aonung y luego le miró a los ojos- Pero mejor vamos despacio, ya tendré tiempo de contemplarte tranquilamente cuando estemos juntos de nuevo.

-Ya te veo que vas a contar hasta los días

-Hasta los segundos, cariño - ríe un poco.

Neteyam ríe también  y luego le mira sonriendo y suspira levemente.

-Pero cuida de mi hermano eh, no quiero tener que ir por un funeral.

-Si, tranquilo, yo te cuido a los tres... y ya spider que se las apañe, que ese si que es raro de narices y yo ya no soy babysitter para cuatro niños... aunque yo creo que a Lo'ak lo va a cuidar mejor Tsireya que yo

-Así que también te has dado cuenta

-Como para no, si se pone nervioso solo de verla, además creo que a ella también le gusta, apesar de que eso no me alegre demasiado... creo que harían una hermosa pareja...

-No tanto como la nuestra.

-Eso jamás- dijo Aonung- además Lo'ak está demasiado lejos de ser un dios como tú

Neteyam rió levemente acurrucandose entre los brazos de Aonung. Aonung dio un beso en la frente a Neteyam y le miró acariciando su mejilla.

-Esa sonrisa es la que tanto me gusta ver- dijo Aonung- por favor, guárdala bien para que pueda volver a verla más veces.

-Tranquilo, estará muy bien guardada para que no la pierda - sonrió levemente.

-Neteyam...

-¿Sí?- dijo Neteyam mirando a Aonung

-Sé que no lo digo siempre, y que a veces me cuesta demostrártelo, pero me encantas, y te amo con todo mi corazón... no lo olvides por favor

-Ya está grabado justo aquí- Neteyam señaló su propio corazón- Creeme que me acordaré todos los días

Aonung asintió levemente y sonrió dándole un beso en la mejilla.

Neteyam sonrió  y luego rodeo los hombros de Aonung con sus brazos.

-No crezcas más eh, que sino me voy a quedar enano.

-Bueno, eso ya creo que no puedo asegurartelo- ríe Aonung

-Pues tú verás,  te tendrás que agachar porque yo de puntillas no me pongo eh

-Bueno, bueno, ya veremos que podemos hacer - dijo abrazando a Neteyam.- cola de bebé- sonríe mirándole

-Como se nota que hoy quieres llevarte un puñetazo, eh? Te has levantado con ganas de pelea

-No, pero me gusta verte enojado, te ves muy mono cuando echas esas mirada de reojo, así en plan "te miro y te mato", puff, eso, lo mejor que he visto en mi vida, aunque es mejor cuando miras así a otros, a veces das miedo de verdad.

-De eso se trata cielo - dijo colocando sus manos en el pecho de Aonung- deberíamos volver...

-No nos echaran en falta, solo quedemonos así un ratito más por favor

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora