P3. Capítulo 3

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Cuando Aonung recibió el mensaje, se extrañó, pues se suponía que todos los omatikaya estaban ya con él. Entonces fue a buscar a Lo'ak y los dos juntos partieron a ver quien se encontraban por ahí perdido.

Estuvieron volando varios días, en ese tiempo Neteyam había tenido tiempo para pensar sobre su reencuentro y como sería.

Ese día, por la mañana, Neteyam se había despertado temprano y la chica que lo estaba cuidando esa mañana le hizo las trenzas bien hechas ya que después de todos esos años daba pena verlas.

Mientras le hacía las trenzas Neteyam miraba hacia la entrada de la tienda en silencio.

Al oír alboroto, se levantó con cuidado.

Aonung y Lo'ak acababan de aterrizar y todo el mundo les rodeaba.

Neteyam salió de la tienda y se acercó al tumulto de gente.

El olo'eyktan de la tribu habló con Aonung y Lo'ak sin decir de quién se trataba el mensaje.

Entonces Neteyam se empezó a abrir paso entre la gente.

-Paso, si, aparta, cuidado, voy- decía apartando gente mientras pasaba.

Aonung al oír la voz, puso las orejas en punta, entonces miró rápidamente hacia la gente que se apartaba y al ver a Neteyam se quedó inmóvil, no se podía creer lo que estaba viendo, pensaba que ya sé estaba volviendo loco, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

-Ne... Ne... ¿Neteyam...? - le miró asustado pensando que ya veía visiones o algo.

Neteyam se acercó rápidamente a Aonung y le abrazó con fuerza.

Aonung no aguantó más y comenzó a llorar aferrándose a Neteyam como si la vida le fuera en ello, aún no se lo creía, se pegaba a Neteyam todo lo que podía pasar sentir que de verdad era real y no un producto de su habitación.

Neteyam se abrazó con fuerza, ni de broma iba a soltarse y que no le intentarán apartar porque los mordía.

-Lo siento... lo siento mucho pececito, siento mucho haberte abandonado, lo siento - dijo abrazandose a él.

-Estás... estás vivo - dijo aún sin creérselo, entonces tomó las mejillas de Neteyam mirandole a los ojos- yo... yo... - siguió llorando y escondió la cara en el hombro de Neteyam mientras le volvía a abrazar.

Neteyam le abrazó acurrucandole cerrando los ojos para no llorar también.

-Pensé que te había perdido para siempre- dijo Aonung sollozando, luego intentó secarse las lágrimas- Te he echado tanto de menos... no vuelvas a dejarme así

Neteyam le miró a los ojos, estaba a puntito de llorar pero sonrió un poco.

-Prometo que no lo haré - dijo Neteyam mirandole, Aonung le abrazó atrayendole a él y luego lo besó.

Neteyam rodeó su cuello con sus brazos y siguió el beso mientras acariciaba su mejilla secandole algunas lágrimas.

Aonung le pegó a él besandole y luego se separó un poco de sus labios para tomar aire, después miró a Neteyam a los ojos y le abrazó de nuevo.

-No hay día en el que no haya soñado con este día - dijo Aonung mirandole a los ojos aguantando las ganas de volver a llorar- te he extrañado tanto... no sabes lo sólo que me sentía sin tenerte a mi lado - dijo pasandose una mano por los ojos- por favor, no vuelvas a separarte de mí, te necesito, mucho - dijo dejando caer algunas lágrimas. - Pensé que no volvería a verte - su voz comenzaba a sonar rota.

Neteyam le abrazó acurrucandole.

-Lo siento tanto, no volverá a pasar... no volveré a dejar que nadie nos separe de nuevo, te lo prometo- dijo abrazando a Aonung.

Aonung se acurrucó entre sus brazos.

Neteyam permaneció abrazado a él.

Lo'ak aún seguía asimilando todo, muy confundido, miraba a su hermano sin dar crédito a sus ojos.

-Creo que debido desayunar algo en mal estado, porque ya empiezo a ver espíritus eh - dijo Lo'ak señalando a Neteyam

Neteyam miró a su hermano.

-Lo'ak, no estoy muerto, no soy ningún espíritu

Lo'ak rápidamente se acercó a su hermano para abrazarlo y luego darle besos a la mejilla.

-Gracias a Eywa, ya verás lo feliz que va a estar mamá cuando te vea, van a alucinar, esto es fantástico. - dijo entusiasmado abrazando a su hermano.

Aonung hizo que Lo'ak se apartara y se quedó abrazando a Neteyam.

-Es mi turno, ya llegará el tuyo - dijo Aonung.

Neteyam rió un poco y sonrió abrazando a Aonung.

-Vamos a casa - dijo Aonung mirando a Neteyam- tengo una sorpresa para ti y sé que te va a encantar

-Eso suena prometedor - sonrió levemente mirandole.

Aonung tomó en brazos a Neteyam y miró a la gente allí presente.

-Bueno, muchas gracias por cuidarlo, ahora si me disculpas, me lo robo- dijo y se llevó a Neteyam al ikran

Neteyam rió un poco dejando que lo llevara.

Lo'ak se despidió y luego se dispuso a seguirles.

Aonung estaba feliz por primera vez después de cuatro años, se sentía en paz. Ahora ya había desaparecido ese vacío que tanto tiempo le había estado acompañando.

Se subió al ikran y colocó a Neteyam delante de él, le sujetó de la cintura con una mano y luego se agarró al ikran.

Alzaron el vuelo y empezaron el camino de regreso.

Aonung le abrazaba manteniendolo bien sujeto por si acaso. Neteyam por su parte tenía la cola enroscada alrededor de la cintura de Aonung, luego le miró unos segundos fijándose en cada detalle.

Aonung le miró cuando notó como lo observaba.

-Los cuatros años me han pasado factura supongo - dijo Aonung mirandole a los ojos.

-Yo creo que te ves muy bien - sonrió mirandole- Los cuatro años no te han afectado, sin embargo mira que pelo estropajo que llevo, no te creas que no he pensado en cortarme las trencitas.

Aonung rió un poco y sonrío mirando a Neteyam.

-A mí me encanta tu pelo - dijo Aonung- además, si es porque las trenzas están demasiado largas, yo puedo hacerte un recogido para que no te molesten tanto.

Neteyam sonrió y asintió levemente mirandole, luego apoyó la cabeza sobre su pecho.

-Mmm, esto es mucho más cómodo que esas raíces donde me he despertado- dijo riendo levemente.

Aonung rió un poco y luego le miró.

-Que se le va a hacer, es lo que tiene pasarse el día tirado en la tienda sin hacer nada.

-Bueno, esa es mi filosofía de vida, así que podemos hacerlo juntos, no hacer nada es mi pasión- dijo sonriendo acariciando el pelo de Aonung.

-Eso suena muy bien, me apunto

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora