Capítulo 38

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Al final los dos acabaron quedándose dormidos uno abrazado al otro.

A la mañana siguiente el primero en despertarse fue Neteyam, decidió no moverse para no despertar a Aonung, y se quedó acostado encima de él.

Cuando Aonung despertó se estiró un poco, luego miró a Neteyam y le dio un beso en la mejilla.

-¿Listo para hacerme las trenzas?

Neteyam le miró y luego sonrió ampliamente.

-Claro que si- sonríe y luego se levanta de encima de Aonung, dejando que este se incorpore para sentarse.

Neteyam se sienta detrás de Aonung y le deshace el moño dejándole el pelo suelto.

-Tienes un pelo precioso - dijo Neteyam acariciando el pelo de Aonung

-Gracias - dijo él

Neteyam se puso de rodillas y luego empezó a hacerle unas trenzas a Aonung

-Si te hago daño me dices- dijo Neteyam colocando algunos adornos en el pelo de Aonung mientras le hacía las trenzas, cuando terminó, le volvió a hacer el moño que siempre llevaba. -Perfecto

Neteyam sonrió satisfecho y luego se colocó enfrente de Aonung y le dio un beso en los labios. Después le miró a los ojos.

Aonung sonrió levemente mirandole.

-Voy a ir a buscarte unas vendas nuevas, esperame aquí para cambiarlas y luego si quieres puedes irte, pero no hagas demasiado esfuerzo - dijo Aonung

Neteyam asintió a lo que dijo.

-Está bien, tranquilo, yo espero.

Aonung se levantó y fue a buscar unas vendas. Neteyam se quedó ahí sentado esperándole mientras miraba a su alrededor, después se quitó la venda vieja, y miró la herida. No se veía demasiado bien así que la tapó de nuevo y esperó a que Aonung llegara para decírselo o para que lo viera él mismo.

Aonung llegó poco después con las vendas y Neteyam se enseñó la herida, Aonung fue a buscar otras cosas más y cuando volvió limpió la herida a Neteyam y luego de aplicar unas medicinas, le puso la venda.

-¿Así mejor?- preguntó Aonung, Neteyam asintió y miró a Aonung, luego miró sus tatuajes.

-He pensado que quizás podría hacerme un tatuaje a juego con el tuyo.

Aonung le miró y Acarició su pelo.

-Me temo que tendrás que esperar cielo, eso se hace cuando nos casamos, ahí te podrás hacer uno como el mío si es lo q quieres

-¿Para cuando la boda?

Aonung rió levemente y le miró.

-Necesitamos tiempo Neteyam, primero vamos a ver si conseguimos quedarnos juntos sin que nos separen, y después cuando esto ya sea estable nos casaremos... si a ti te parece bien.

-Lo veo justo- dijo Neteyam

-Me alegro - Aonung se levantó y luego se puso la prenda de olo'eyktan alrededor de los hombros. - voy a ir a una reunión, pero cuando termine si quieres podemos encontrarnos en la playa

-Está bien- dijo Neteyam levantándose.

Luego de eso Aonung se despidió y se fue.

Neteyam salió de la tienda y fue a buscar a sus hermanos, cuando encontró a Kiri y a Rotxo se detuvo cuando uno de estos empezó a hablarle.

-¿Cómo está tu herida?-preguntó Rotxo.

-Podría estar peor-contestó.

Se quedaron hablando un rato hasta que Neteyam decidió ir a la playa para esperar a Aonung.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora