P3. Capítulo 9

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Aonung se acercó a Neteyam y se arrodilló a su lado, después soltó la mano de Ikeym y abrazó a Neteyam.

-Lo siento...por favor... no te enfades conmigo te prometo que no pasará de nuevo...

Neteyam le miró en silencio unos segundos

-No vuelvas a llamarme mono, no me gusta que me digas así,  no soy un mono

-Está bien, no usaré esa palabra de nuevo

-Y tienes que prometerme que intentarás llevarte bien con mi hermano

-Pero amor... eso ya sabes que es imposible...

-Prometelo - dijo Neteyam y Aonung suspiró levemente rascándose la cabeza.

-Te prometo que voy a intentar llevarme mejor con él.

Neteyam asintió levemente  y luego dio a Aonung el tocado que había hecho para él, tenía alguna que otra concha y alguna piedrecita de un color algo más  llamativo.

-Toma... es para ti

Aonung miró el tocado y luego miró a Neteyam.

-¿Me lo puedes poner tú?

Neteyam asintió y luego se lo puso en una de sus trenzas, después lo miró a los ojos.

Ikeym salió de allí para dejarles reconciliarse tranquilos.

Aonung abrazó  a Neteyam acurrucandolo.

-Lo siento cielo... no era mi intención hacerte sentir mal... no volveré a usar esa palabra y procuraré no pelearme con Lo'ak nunca más.

-Está bien...- dijo Neteyam mirandole

-¿Me perdonas? - hizo pucheros mirando a Neteyam para ver si conseguía darle pena.

Neteyam lo miró por unos segundos.

-Te perdono... - dijo y Aonung sonrió ampliamente abrazando a Neteyam dándole besos en la mejilla.

-Gracias, gracias, gracias - dijo dando besos a Neteyam. Neteyam rió un poco por las cosquillas.

Neteyam lo miró a los ojos unos segundos.

-Pero me debes una cita eh

-Está bien, hoy mismo después de que se duerma Ikeym te llevaré a una cita

Neteyam sonrió levemente y asintió.

Aonung se sentó al lado se Neteyam y tomó una de sus manos acariciandosela.

Neteyam miró sus manos en silencio y luego lo miró a él.

-Un día de estos quisiera volver a la otra tribu... para agradecerles y también poder traer al palulukan... él me estuvo esperando... no es justo abandonarlo ahora...

-Veré que puedo hacer para traerlo aquí- dijo Aonung acariciandole la mano.- pero va a ser algo complicado.

-Me lo imagino... pero se lo debo, él ha cuidado de mí y ahora me toca a mí cuidarlo a él.

-Lo entiendo - dijo Aonung- hablaré con tu hermano, quizás el pueda ayudarme.

Neteyam asintió levemente y luego apoyó la cabeza en el hombro de Aonung.

-¿Dónde será la cita?

-Eso es una sorpresa- en verdad no tenía nada preparado, tendría que ir a hablar con Tsireya para pedirla ideas.

-Vamos, solo una pista porfa- dijo Neteyam

-No, que entonces se estropea la sorpresa

-Está bien... - dijo Neteyam

Aonung abrazó a Neteyam acurrucandolo a él.

Neteyam sonrió levemente,  luego se colocó entre las piernas de Aonung y se recostó apoyando la cabeza en el pecho de este. Aonung le siguió abrazando acariciando su abdomen.

-¿Quieres que salgamos a dar una vuelta? Así vemos donde se ha metido Ikeym

Neteyam asintió,  luego se levantó y extendió la mano hacia Aonung para ayudarlo a levantarse.

Después de levantarse con su ayuda, Aonung, sin soltar la mano de Neteyam, salió de la tienda y empezó a caminar a su lado sin un rumbo fijo.

Neteyam iba a su lado mirando de un lado a otro. Luego de un rato caminando se encontraron a Rotxo que se acercó a Aonung.

-Necesito tu ayuda, es súper urgente- dijo mirandole y luego miró a Neteyam- lo siento, te lo  tengo que robar un momento -Sin dar tiempo a objeciones, Rotxo tomó a Aonung del brazo y se lo llevó de allí.

Neteyam al quedarse sólo ahí en mitad, fue a buscar a Tsireya para por lo menos ayudar haciendo algo productivo.

Una vez ya con Tsireya, se quedaron hablando en la tienda sobre todo en general, tan pronto habían empezado a hablar de los niños como se habían desviado a Lo'ak y después a Aonung, como a Kiri y Rotxo, porque los dos sabían que ahí había algo, no sabían muy que, pero sí que algo sucedía.

Tsireya mientras tanto estaba cosiendo unas telas haciendo ropa nueva para los pequeños, mientras enseñaba también a Neteyam.

Los dos pasaron la tarde así y cuando se cansaron de tanto estar sentados, salieron se la tienda a dar una vuelta mientras iban a buscar algo de leña para prender una fogata para mantener el calor durante la noche.

Mientras caminaban de vuelta hacia la tienda, Neteyam estaba cargando con la leña. Tsireya iba a su lado y estaban hablando. Aonung que en ese momento iba hablando con Rotxo mientras caminaban, iba bromeando sobre él  con Kiri.

-¿Quieres que llame a kiri para que te dé un besito?- dijo riéndose de Rotxo.

-Oh, por eywa, callate, que vergüenza- dijo Rotxo dándole un pequeño puñetazo en el hombro.

Aonung rió caminando, algo distraído por estar molestando a Rotxo, se cayó al suelo y entonces Rotxo empezó a reirse de él.

-Por tonto

Justo entonces Neteyam y Tsireya pasaron por ahí,  él saludó a Rotxo y luego miró a su novio.

-Hola cielo

Aonung levantó la mirada y al ver a Neteyam, posó en el suelo y sonrío.

-Hola Tey, que hermoso te ves desde este ángulo- dijo guiñandole el ojo.

Neteyam rió un poco y luego siguió caminando con Tsireya, la cual miró a su hermano con cara de "me impresiona lo mal que improvisas".

Neteyam iba moviendo la cola, feliz más que nada por el cumplido de Aonung.

Aonung se quedó mirandolo ahí en el suelo, contemplandolo mientras se alejaba, luego suspiró enamorado y sonrió levemente.

Rotxo le dio una minipatada en el costado para que despertara de su ensimismamiento.

-Levanta Romeo, que ya se ha ido tu Julieta.

Aonung le miró de reojo y luego se levantó sacudiendose un poco.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora