P2. Capítulo 10

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Al oír sus palabras Aonung no pudo evitar estar desanimado, miró  a Neteyam, sabiendo que no podría hacer nada por evitar la guerra y mucho menos por ayudarlo. Abrazó a Neteyam  acurrucandolo a él acariciando su espalda, luego miró a Zilaw.

-No sé quienes os creeis que sois... tampoco sé con quién pensais que estáis hablando... pero te advierto una cosa... tocale un solo pelo a Neteyam... y entonces da por sentado que estás muerto. - dijo Aonung serio.

-Reza a vuestra diosa para que os salve esta vez... porque no habrá forma de que consigáis ganar esta guerra. Miraba a ver si escucha tus plegarias y detiene lo que se te viene encima, porque nadie más lo hará - dijo Zilaw sonriendo levemente.

Aonung miró a Neteyam unos segundos y luego miró a Zilaw.

-Eywa sabe bien de qué lado está... y no dudes que oirá mis plegarias... reza tú a tu dios para que no ardas en el mismo fuego del que has salido. - dijo Aonung, le daba igual si Eywa le escuchaba o no, iba a hacer lo que estuviera en sus manos con tal de proteger a Neteyam. Esta vez no iba a permitir que nadie más lo hiriera de nuevo, le daba igual a que precio.

Cuando se terminó el turno de Neteyam, lo tomó  en brazos y se lo llevó a su tienda.

Neteyam se había despertado cuando lo tomó en brazos, y se acurrucó a él  pasandose una mano por los ojos.

-Lo siento... - murmuró

-Eh...¿Por qué pides perdón?

-Porque era mi turno... y me he quedado dormido

-No pasa nada por eso Neteyam... Necesitabas descansar, lo entiendo- dijo Aonung, que se sentó en el suelo colocando a Neteyam encima de sus piernas.

Neteyam se acomodó y luego se apoyó en el pecho de Aonung.

-¿Qué tal ha ido? - dijo Neteyam

-Bueno... soportable- quiso decirle, sin contarle lo que realmente iba a suceder. No quería preocupar a Neteyam, quería que estuviera a salvo, así  que planeaba él hacerse cargo de todo.

Neteyam solo asintió  levemente,  luego le miró  y acarició su pelo.

-Me gusta tu pelo, es muy suave - sonríe  levemente.

Aonung le miró y sonrió  levemente  dándole un beso en la frente.

-Tu pelo también es hermoso, lástima que siempre lo lleves en las trenzas, porque suelto te quedaba muy bien.

Neteyam le miró.

-Si quieres me lo puedo soltar

-Cómo tú estés más cómodo, de todas maneras, te ves bien lleves el peinado que lleves- dijo Aonung acariciando la mejilla de Neteyam

-Entonces prefiero dejarlo así- dijo Neteyam

-Me parece bien- asiente Aonung y luego abraza a Neteyam acurrucandolo dándole besos en la mejilla

Neteyam rió por los besos y luego le tapó la boca con la mano separándole un poco porque le hacía cosquillas.

-Paraa - ríe Neteyam mirandole

-¿No te gustan mis besos?- dijo alzando las cejas

-Si, pero me haces cosquillas - ríe un poco y luego sonríe  mirando a Aonung tomando su cara entre sus manos, luego le da un beso en los labios y luego le mira.

-Esto si me renta más que hacerte cosquillas -ríe un poco Aonung y luego pega a Neteyam hacia él. - ¿Te parece bien si salismos a dar un paseo? Así nos alejamos un poco de toda esta locura.

-Bueno, está bien - se levanta de encima de Aonung, el cual se le queda  viendo.

Aonung se levantó después y tomando la mano de Neteyam, salió de la tienda y empezó a caminar a su lado hacia el árbol de los espíritus.

Neteyam le siguió hasta que llegaron al árbol, entonces Aonung se detuvo y miró a Neteyam.

-He pensando mucho en esto últimamente Neteyam... sobre lo nuestro, sobre este sitio... pero sobre todo en ti... - suelta la mano de Neteyam y se rasca la nuca- sinceramente creo que somo una pareja... extraña... somos dos chicos... de diferentes clanes además... y a veces al recordarlo doy gracias a Eywa por traerte hasta mí, porque de otra manera no te habría conocido. Neteyam... sé que quizás no siempre te recuerdo cuanto me importas... sé que no soy el mejor novio y probablemente tampoco seré el mejor esposo... no me llevo bien con tu hermano, a veces soy un poco egocéntrico y con aires de grandeza... también sé que puedo decir cosas que pueden sonar egoístas a veces... y qué puedo ser un poco cargas... -dijo mirando a Neteyam- pero aún con todo eso, quiero que sepas que te amo, que de verdad me importas y me interesas...

-Aonung... eso ya lo sé...- dijo Neteyam acercándose a él  mirandole a los ojos- sé que mis sentimientos son correspondidos por los tuyos, lo sé,  y no necesito que me lo demuestres... él hecho de que hayas sido capaz de dejar todo por mí,  lo dice todo... -tomó las manos de Aonung - tienes razón,  lo nuestro es diferente a cualquier otra relación que pueda a ver... es especial, porque es nuestra... pero no solo por eso, sino porque aunque seamos tan diferentes siempre intentando entendernos el uno al otro... tus esfuerzos son incluso mayores que los míos... sé cuan duro es irse de casa dejando todo atrás... y te admiro por tu valentía y tu corazón fuerte... eres un gran guerrero Aonung -dijo acariciando sus manos- poder estar a tu lado y acompañarte en esta vida, es todo un honor para mí y un privilegio, porque no siempre encuentras a alguien que sea capaz de sacrificarse por ti tanto como tú lo haces por mí.

Aonung le miró en silencio.

-Te amo Aonung - dijo mirandole a los ojos unos segundos en silencio-  y nada me va a hacer más feliz que poder casarme contigo... 

Aonung no dijo nada al respecto, solo abrazó a Neteyam. Neteyam le abrazó  acariciando su espalda.

-Yo también te amo Ma Neteyam - dijo Aonung.
Neteyam sonrió levemente al escucharlo.

Se quedaron bajo el árbol toda la noche, pasando un rato juntos como solían hacer de vez en cuando para escaparse de sus problemas durante unos segundos.

Se acostaron a mirar las estrellas y al final se quedaron dormidos uno abrazado al otro.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora