P3. Capítulo 5

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Neteyam se quedó acurrucado entre los brazos de Aonung, se secó las lágrimas y lo miró.

Aonung sonrió levemente y luego miró a Lo'ak y Tsireya.

-¿Podría quedarse Ikeym con vosotros solo por hoy? Me gustaría estar un rato a solas con Neteyam.

-Si, nosotros lo cuidamos - dijo Tsireya sonriendo. - ir a poneros al día.

Aonung asintió, luego miró a Neteyam y le tomó de la mano para después llevarle a su tienda.

Neteyam lo siguió sin soltarse de su mano.

Cuando entraron a la tienda, Aonung bajó la tela que tapaba la entrada y luego miró a Neteyam.

Neteyam miró la tienda a su alrededor soltandose de la mano de Aonung.

-Oh... emmm... se me olvidaba... del bosque rescaté algunas de tus cosas - dijo Aonung señalando una bolsa- ahí están tus collares y alguna que otra cosa más.

-Gracias - dijo Neteyam y luego miró a Aonung- pero los collares pueden esperar un rato más- se acercó a Aonung rodeando su cuello con sus brazos.

Aonung le miró a los ojos y luego sonrió tomandole de la cintura. Se acercó un poco a él y le besó atrayendole más hacia él. En ese besó había escondido tanto desesperación porque ocurriera algo más después de cuatro años sin verle, como alivio porque le tenía de vuelta entre sus brazos.

Neteyam siguió el beso pegandose a él. Después Neteyam se separó un poco de los labios de Aonung para tomar aire y le miró a los ojos.

Aonung sonrió levemente y luego pegó más a Neteyam contra él.

- No sabes cuánto extrañaba tus labios - dijo Aonung acariciando la cintura de Neteyam.

Neteyam se sonrojó un poco y desvió la mirada.

Aonung hizo que lo mirara de nuevo.

-Bueno, no solo tus labios... sino... más cosas - dijo viendo a ver si Neteyam captaba lo que quería hacer.

Neteyam le miró confundido no terminaba de captar lo que Aonung decía.

-Mmm... creo que no lo estoy entendiendo - dijo Neteyam.

Entonces Aonung tomó su trenza colocandosela delante del hombro, después miró a Neteyam.

-¿Y ahora?

Neteyam se puso rojo cuando le mostró su trenza. Aonung rió un poco y luego se la volvió a colocar detrás.

-Da igual, eso puede esperar- luego volvió a abrazar a Neteyam. Neteyam, muerto de vergüenza escondió la cara en el pecho de Aonung.

Aonung acarició el pelo de Neteyam mientras lo seguía abrazando.

-Bueno, ¿Quieres que te vaya poniendo al día de los últimos años?

Neteyam asintió, entonces se separó de él y se sentó en el suelo recostandose, luego hizo un gesto a Neteyam para que se acostara a su lado.

Neteyam se acercó a él y se acostó apoyando la cabeza en hombro de Aonung mientras le tomaba de la mano.

Aonung sonrió levemente tomando su mano entrelazando los dedos. Luego miró a Neteyam.

-Ikeym nació poco después de que regresamos con los Metkayina, ahora tiene cuatro añitos pero se cree súper mayor - ríe un poco y le mira- tu padre le suele hablar mucho de ti, y de hecho Ikeym decía que de mayor iba a ser igual que su papá, y eso que no te conocía - dijo Aonung- él estaba deseando conocerte, no le contamos lo que había pasado porque no queríamos que se pusiera triste... al igual que tampoco dijimos nada a tus sobrinos.

Neteyam asintió levemente y le miró acariciando su abdomen.

-Quiero que me hables de ti, quiero saber que ha pasado estos cuatro años...

Aonung le miró unos segundos, luego colocó una de sus manos sobre la de Neteyam.

-¿Yo? He sido un completo desastre... no lo sé... yo... han cuatro años terribles... apesar de que intentaba estar feliz por Ikeym, nada era lo mismo sin ti ... - dijo mirando al techo. - te he echado mucho de menos... no te imaginas cuánto... me sentía vacío, inútil e incomprendido... todo el mundo me decía que ya era hora de pasar página... pero no estaba listo para dejarte ir... creo que nunca lo estaré- miró a Neteyam- estaba tan consumido por mis sentimientos que apenas quería salir de aquí si no era por extrema necesidad. No quería tener que ver nada que me recordase a ti... porque entonces sabía que iba a estar peor... Sabes... ese sentimiento cuando amas tanto a alguien que si esa persona no estuviera, ya nada tendría sentido y tu vida hubiera perdido todo razón de su ser... así me sentía... creo que me mantenía vivo por Ikeym... - miró a Aonung- estaba tan... angustiado, tan dolido y sintiéndome tan culpable que ... yo... - le miró a los ojos pero no consiguió sostenerle la mirada más de tres segundos que tuvo que mirar hacia otro lado.

Neteyam abrazó a Aonung acurrucandole a él dándole un beso en la mejilla.

-Lo siento... lo siento mucho mi pececito... - dijo abrazandose a él. - nunca más volveré a dejarte solo de nuevo...

Aonung se acurrucó a Neteyam apoyando la cabeza en su pecho.

-Cuando te vi allí pensé que me había vuelto loco, que mi cabeza acababa de perder el control... yo... - dijo dejando caer unas lágrimas- Neteyam... no tienes ni idea de lo mucho que me hacías falta... cuándo te perdí sentía que no podía hacer nada sino era contigo, parecía que todo me quedaba tan grande y todo se me echaba encima... estaba asustado... asustado de mis propios sentimientos, de mis pensamientos y sobre todo de mi mismo... sentía que estaba solo de nuevo y que nunca más podría volver a ser feliz, no sin ti... te necesito en mi vida Neteyam, sin ti no soy nada - dijo Aonung.

Neteyam le miró preocupado, no le gustaba que dijera esas cosas, Neteyam le secó unas lágrimas y le miró a los ojos.

-No digas eso Aonung, tú eres mucho más fuerte de lo que crees, más valiente de lo que piensas y más inteligente que cualquiera. No me necesitas, al menos no constantemente... cuando me vaya me echarás de menos y eso es normal, está bien, yo te echaría muchísimo de menos... pero no digas que no eres nadie porque ya lo eras antes de conocerme y ahora lo sigues siendo. El amor duele muchas de las veces, pero no solo a ti, sino a todo el mundo... y es lo más normal del mundo... pero no debes transformar ese dolor en otros sentimientos... Aonung, has cuidado de ese niño tú solo, no me has necesitado para eso, y lo has criado muy bien, yo eso lo sé... Crees que me necesitas porque tu corazón seguía recordándote todos los días que algo te faltaba y eso te llevaba a pensar que sin mí no podrías... pero tú eres capaz de todo Aonung, sé que pase lo que pase tú vas a ser lo suficientemente fuerte para seguir adelante, lo has hecho con ese niño, no dejes que tu corazón te diga lo contrario, porque lo has hecho muy bien. - dijo acariciando la mejilla de Aonung- Tú puedes sobrevivir sin necesidad de que yo esté, y nunca estarás sólo porque tienes una familia que te quiere muchísimo y un niño precioso que te ama más que a nadie en el mundo, él si que te necesita.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora