P2. Capítulo 9

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Apesar de que Neteyam le había pedido que no lo hiciera, Aonung no podía  evitar sentir ganas de golpear a Zilaw cada vez que estaba cerca. Tenía ganas de estrangularlo, pero se contenía  con todas sus fuerzas solo para no causar más problemas a Neteyam.

Cuando Zilaw vio pasar a Aonung le miró  y sonrió  de lado.

-¿Cómo está tu chico del bosque?

Aonung apretó levemente  los puños al escucharlo.

-No sé... tú eres el que le ha metido mierdas en la cabeza, sabrás tú cómo está- le mira mal.

-Esto se llama oferta-demanda amigo, si lo quieres lo tomas y punto, da igual el costo que conlleve. Si quieres ganar, vas a tener que aprender a jugar tus cartas muy bien - miró Zilaw- tu chico está  al borde del precipicio, entre él y el abismo, no quedan más de dos pasos... tú decides...¿ lo dejas caer o lo levantas?- sonrió Zilaw divertido

Aonung apretó  con más  fuerza los puños.

-Deja a Neteyam en paz, haz conmigo lo que quieres pero a Neteyam no lo lastimes

-Mmm... va a ser que no... tú novio está bueno y es el único de los dos al que puedo arrastrar como me dé la gana y cuando me apetezca... yo quiero un adversario digno, y tú lo eres... ahora hace falta ver si la presa también lo es... - dijo laminadose los labios.

Aonung sacó  la daga, estaba hasta los huevos de ese tío y ya no se iba a contener ni un minuto más. Se acercó a Zilaw y colocó  la punta de la daga en su cuello.

-Di una palabra más y te corto la lengua

-Me gustaría verte intentarlo - dijo Zilaw mirandole a los ojos- ¿Qué dirá tu novio cuando vea lo que has hecho?

Aonung frunció  el ceño y luego le agarró la trenza, con la daga le hizo un corte en la mejilla.

-Esto es una advertencia, para la próxima te rajo la garganta. Así que piensa bien ahora como quieres jugar tus estúpidas cartas. - Aonung le soltó  y luego salió de allí  guardando la daga.

Zilaw no dijo ni una palabra, solo sonrió  divertido.

Neteyam salió  poco después de una de las tiendas y después  miró a Aonung que se dirigía hacia allí.

-Es tu turno Ma Neteyam - dijo refiriendose a los intrusos- ¿Vamos?

-Si, claro - se acerca a él  y le toma de la mano, después  va con él a donde estaban los intrusos y se sienta al lado de la hoguera y Aonung a su lado.

Aonung miró a Neteyam y rodeó  su cintura con un brazo, este lo miró por unos segundos, luego volvió a mirar los intrusos fijándose en la marca que tenía Zilaw en la mejilla.

-¿Qué te ha pasado en la mejilla?- preguntó Neteyam. Aonung miró mal a Zilaw y le hizo una señal en plan: cómo se lo cuentes te mato.

Zilaw miró a Neteyam  y luego miró a Aonung.

Neteyam siguió su mirada y miró también a Aonung.

-¿Fuiste tú?- preguntó Neteyam mirandolo.

-Todo tiene una explicación amor...

-Te pedí expresamente que no lo tocaras Aonung...

-Lo sé amor... lo siento... es que... no pude contenerme...

-¿Luego soy yo el que tiene que aprendera controlarse?

Aonung agachó las orejas mirando a otro lado. Neteyam lo miró en silencio y luego colocó  su mano sobre la pierna de Aonung.

-Está bien... solo ha sido un pequeño corte ... nada grave... solo no lo vuelvas a hacer...

Aonung asintió levemente. Neteyam le miró y Acarició su pelo.

-Está bien, no pasa nada - Neteyam se acercó un poco a Aonung y le dio un beso en la mejilla. Las orejas de Aonung pronto volvieron al sitio donde estaban antes. Neteyam rió un poco por eso.

Aonung le miró sonriendo levemente.

Zilaw les miró con cara de asco. Lewxka miró a otro lado.

Neteyam apoyó su frente sobre la de Aonung sonriendo levemente.

Aonung le acarició  la mejilla y luego lo besó.

Neteyam siguió el beso unos segundos más y luego se separó de sus labios y miró a los intrusos.

Aonung le miró  y después  miró a Zilaw en plan: Ves, es mío.

Neteyam enroscó su cola alrededor de la de Aonung sin apartar la mirada de los intrusos.

Zilaw lo miró rodando los ojos y luego miró a otro lado pensándo en otra manera de salirse con la suya.

Aonung miró a Neteyam y rodeó sus hombros con su brazo, acurrucandolo a él.

Neteyam apoyó la cabeza en el hombro de Aonung.

Neteyam miró unos segundos a Aonung y luego tomó una de sus manos mientras lo miraba.

-¿Cuándo nos casaremos?

Zilaw al oír eso, les miró frunciendo levemente el ceño.

Aonung miró a Zilaw de reojo en plan: jodete. Después miró a Neteyam.

-Cuando tú quieras amor... pero tendremos que avisar a nuestros padres y a los demás con antelación para que puedan venir.

Neteyam asintió levemente acurrucandose a él.

Aonung le abrazó acariciando su espalda.

Zilaw miró mal a Aonung y este solo le dio una sonrisa triunfadora.

Neteyam estaba cansado así que sin quererlo, se acabó quedando dormido entre los brazos de Aonung.

Zilaw al ver que Neteyam estaba dormido, miró a Aonung.

-Así que os vais a casar eh...

-Si, ¿algún porblema?

-Muchos la verdad, pero tengo soluciones.

Aonung frunció el ceño levemente.

-Iluminame- dijo Aonung esperando a que le dijese.

-Sigue abrazandolo mientras puedas, solo digo eso- dijo Zilaw. -Ya están llegando

Cuando dijo eso, Aonung no pudo evitar sentirse preocupado. Si ya estaban en camino, nada más pusieran un pie en tierra, todo lo que conocían se esfumaría hecho cenizas... y sabía que si eso pasaba Neteyam no levantaría cabeza en la vida, Neteyam apreciaba demasiado ese bosque como para perderlo todo.

Aonung miró a Zilaw.

-¿Qué es lo que buscáis? ¿Armas, animales, comida, refugio? ¿Qué es lo que quereis de nosotros? Os lo daremos  pero no destroceis nuestro hogar...- dijo Aonung preocupado.

-Demasiado tarde - sonrió levemente- Esto solo es el comienzo.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora