Capítulo 19

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Todo estaba sumergido en el silencio, Neteyam dejó de caminar, comprendió que algo no iba bien, eso no era lo que debía pasar. Así que no siguió caminando e hizo a los demás un gesto para que pararan.

Todos se detuvieron y él se quedó en silencio, escuchando atentamente intentando distinguir algún sonido...

Cada vez se ponía más nervioso por el gran silencio que había,  eso no le daba buenas vibras. Miró en todas direcciones confundido, eso no era lo que esperaba encontrarse, pensaba que habría algo más de, no sé, jaleo,  algo más de acción.

Y no estaba confundido, acción había,  pero en el clan, en realidad Quaritch les había  llevado hasta su asentamiento, desde la distancia pudieron escuchar, gritos y disparos.

Nada más escuchó Neteyam el primer disparo, su corazón le dio  un vuelco, casi deteniéndose. No se lo pensó ni un segundo  y salió  corriendo hacia el asentamiento, sobretodo temiendo por Aonung, eso puede que fuera lo que más preocupaba.

Obviamente los demás también fueron con él. Pero estaban algo lejos, tardarían en llegar.

Aonung y Lo'ak estaban luchando, pero eran dos y solo tenían dagas para luchar contra los avatares que había enviado Quaritch... claro que había más na'vis ayudándoles,  pero no los suficientes.

Quaritch no quería muertes, solo quería el dolor y el sufrimiento de los na'vi, concretamente de los sully.

No dudo en cargarse alguno cuantos, pero hubo varios, entre ellos Aonung y Lo'ak a los cuales se llevaron de allí.

Cuando Neteyam llegó,  ya se habían ido, todo estaba destrozado, había na'vis muertos por todos lados, buscó a su hermano y a Aonung, preocupado, notaba una presión en el pecho, la sensación de impotencia se empezó a apoderar de él... el enojó se abrió paso junto al desdén marcado por su pensamiento de ser un inútil por no haber predecido todo eso... Apenas quedaban algunos na'vis vivos, habían matado al olo'eyktan entre otros y por suerte su abuela seguía viva, aunque malherida.

Había fallado, les había fallado, como líder, como hijo, como hermano y como pareja.

-Maldita sea- dio un puñetazo al tronco se un árbol

Jake estaba desolado al ver lo ocurrido y claramente preocupado por la asuncia de su hijo y de Aonung...

Neteyam fue al ver al olo'eyktan, al ver que estaba muerto se llevó  las manos a la cabeza, se sentía tan idiota.

-No puedo ... no puedo hacerlo, no puedo- sale de allí agobiado, con los ojos al borde de salirse las lágrimas. Miró a su alrededor y se puso de rodillas llevándose las manos a los ojos llorando, sentía una presión en su pecho que le impedía respirar.

-Mierda... ¿Por qué? -sollozo y luego da con los puños al suelo, lleno de enojo, no sólo por la situación sino también  consigo mismo.

Jake miró a su hijo en silencio, le entendía. Se acercó a él.

-Levántate- dijo mirando a su hijo, Neteyam le miró con los ojos llenos de lágrimas, no se quejó y se levantó

-Tienes que ser fuerte por tu clan Neteyam, eres un guerrero, eres olo'eyktan... No hemos perdido, esto es solo el comienzo, levanta la cabeza, secate esas lágrimas, toma tu arco y ve a proteger lo que es tuyo y por derecho te pertenece... no te he educado para ver esto- dijo mostrando a su alrededor

Neteyam se quedó en silencio  mirando a su alrededor y luego miró a Jake. Su abuela se acercó a él  y le colocó  la prenda distintiva del  olo'eyktan sobre los hombros.

Neteyam miró a su abuela y a su padre y negó

-No estoy listo ...

-No hay marcha atrás Neteyam- dijo Jake- eres tú lo que Eywa busca para este clan...

-Deja de llorar como bebé y ve a por tu hermano- le reprendió su abuela- tú tienes corazón grande pero débil, tira para allá antes de que se me agote la paciencia.

Neteyam no dijo nada, miró a su padre como un niño pequeño lo hace cuando no sabe qué hacer y se siente indefenso... su padre no hizo nada y Neteyam no tuvo más remedio que hacer de tripas corazón,  tomar las flechas y el arco y llamar al direhorse para subirse y mirar a los otros buscando las palabras que decir.

-Me gustaría daros palabras de consuelo ante la situación,  poder garantizaros paz y un lugar seguro... pero no puedo... Nuestros hermanos están cautivos... y necesitan nuestra ayuda ahora más que nunca, juntos somos más fuertes y sé que eywa no nos fallará... por eso os pido que lucheis  conmigo para recuperar nuestro hogar y echar a los hombres del cielo de una vez por todas. - Dijo Neteyam mirando al resto de los na'vis.

Ellos se miraron entre sí, luego rápidamente surgieron las afirmaciones, vítores, etc.

Neteyam junto a otros na'vis partieron en busca de sus hermanos.

Neteyam estaba aturdido por la situación,  todo le suponía un shock, todavía no había asimilado todo lo que le había venido encima, tenía la cabeza hecha un lío y apenado podía pensar con claridad sobre lo que harían una vez llegados a la base de Quaritch.

Pero su corazón no dejó vencer esta lucha a su cabeza, hizo que el rencor, el odio y el resentimiento acumulados se apoderaran de Neteyam, quien  pronto volvió a estar decidido y tuvo las cosas muy claras.

Pensar en que tenían a su hermano pequeño le enfurecia pero que tuvieran a Aonung, eso le superaba... habían pasado sus límites a pasos agigantados... ahora que rezaran porque él tuviera un poco de piedad a la hora de apuntarlos con el arco para matarlos.

Nadie tocaba a su pueblo y menos a su familia, y ahora que habían arrasado con todo, tendrían que aguantar las consecuencias.

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora