P3. Capítulo 11

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-Está bien, está bien - dijo Neteyam y luego se recostó  mirando al cielo.

Aonung lo miró y luego se acostó a su lado tomandole de la mano mirando el cielo.

-Hoy es una noche preciosa - dijo Neteyam sonriendo levemente- las estrellas se ven muy bien...

Aonung miraba más a Neteyam que a las estrellas en sí.

-No necesito ver esas estrellas, tengo una justo a li lado y es la más brillante y hermosa de todas

Neteyam se sonrojó mirandole. Aonung sonrió abrazandole y luego lo besó atrayendole hacia él.

Neteyam siguió el beso acariciando la espalda de Aonung, el cual poco a poco se empezó a colocar encima de él apoyandose en sus piernas para no apoyarse en Neteyam mientras lo seguía besando más con necesidad que otra cosa.

Neteyam se empezó a poner algo nervioso al ver cómo estaba avanzando la cosa, así que apoyó las manos en el pecho de Aonung y le alejó un poco.

-Espera... - dijo recuperando el aire. Aonung le miró a los ojos cuando lo alejó.

-Si te incómoda podemos dejarlo aquí... - dijo Aonung mirandole alzando las cejas.

-Eh... no, no... es solo que... perdón... es que me pongo muy nervioso- dijo Neteyam mirando a Aonung luego acarició su mejilla. - pero, quiero seguir - dijo mirandolo.

Aonung sonrió levemente cuando dijo eso y luego lo volvió a besar pegandose un poco a él. Con una de sus manos tomó su trenza y luego de encontrar la de Neteyam, unió las dos.

Neteyam se mordió el labio inferior para callar un jadeo, poniéndose rojo. Aonung sonrió levemente y bajó los besos al cuello de Neteyam. Neteyam alzó la barbilla mirando hacia el cielo mientras dejaba más espacio a Aonung.

Aonung le hizo algún que otro chupetón, dejando marcas en su cuello como si estuviera marcandole diciendo que él, era suyo.

Aonung tomó a Neteyam de la cintura e hizo que rodeaba su cintura con las piernas.

Neteyam se sujetó a los hombros de Neteyam mientras este bajaba los besos hacia sus abdominales. El corazón de Neteyam iba a mil por hora de lo nervioso que estaba, pensaba que ha este paso si que iba a ver a Eywa de verdad.

Aonung le notaba nervioso pero aún así no se detuvo, no lo haría a menos que Neteyam se lo pidiera en voz alta.

Neteyam cerró  los ojos mordiendose el labio.

Aonung empezaba a pensar que la ropa ya estaba de mal y empezó a meter los dedos por debajo de la tira de la vestimenta de Neteyam.

Neteyam al notar eso, abrió los ojos de golpe y le miró unos segundos. Aonung al notar que lo miraba, y ver que estaba nervioso,  decidió quitarle las manos de ahí y empezó a quitarse la ropa él  para que luego Neteyam se sintiera menos avergonzado de hacerlo él.

Neteyam lo miró y al ver que se quitaba la ropa rápidamente miró a otro lado rojo como un tomate, si antes su corazón iba a mil, ya no te quiero ni contar.

Neteyam tragó saliva, y luego lo miró de reojo unos segundos pensando para sí "ahí te voy Eywa".

Aonung, que seguía a lo suyo, le empezó a quitar la ropa a él. Después hizo que Neteyam lo mirara.

-Ni que no me hubieras visto así antes

-Ha pasado mucho tiempo, ya me había olvidado- dijo mirandole a los ojos sin querer mirar hacia abajo, bien nervioso. 

Aonung rió  un poco y luego se acercó a sus labios.

-No te preocupes que yo te voy a recordar lo bien que se siente - dijo  para luego volverle a besar colocando las manos de Neteyam por encima de su cabeza sujetandoselas con una de sus manos.

Neteyam siguió el beso sin decir nada más.

Aonung empezó a pegarse a Neteyam un poco mientras bajó los besos a su cuello de nuevo. Ya podemos imaginar como acaba la noche.

Después de un rato que para ellos probablemente parecieron minutos apesar de que fue mucho más. Neteyam estaba acurrucado a Aonung hecho bolita tapandose con una manta, cansado.

Aonung le abrazaba acurrucandole a él dándole mimos. Se quedaron en silencio, pero no uno incómodo sino un silencio de paz y tranquilidad.

Aonung miró a Neteyam y luego se metió debajo de la manta con él, abrazandole dándole un beso en la frente.

Neteyam apoyó la cabeza en su pecho y cerró los ojos.

-Tenías razón... me ha gustado recordarlo

Aonung rió un poco y luego sonrió acurrucandole.

-Me alegro... - dijo acariciandole el pelo- ahora intenta descansar un poco... yo me quedaré despierto cuidándote.

-Igualemente estoy reventadisimo no creo que pudiera quedarme despierto -murmuró Neteyam escondiendo la cara en el pecho de Aonung intentando dormir un poco.

Aonung sonrió mirandole y le mantuvo abrazado a él todo la noche hasta que salió el sol y ya se estaba poniendo a lo lejos, dejando entender que ya era hora de salir de allí.

Aonung, a la mañana, despertó a Neteyam y le dio  un beso de buenos días.

-Buenos días Ma Neteyam- dijo sonriendo levemente.

-Cinco minutos más- murmuró Neteyam escondiéndose debajo de la manta al recordar que seguían sin ropa, rápidamente se asomó de nuevo, sonrojado y le dio un mini puñetazo en el hombro- vístete

Aonung le miró sonriendo de lado.

-Bueno, siempre podrías vestirme tú si lo prefieres.

Neteyam le miró rojo y le quitó la manda y le señaló la ropa indicándole que fuese a vestirse.

Luego, tapandose con la manta como si fuera una toalla, fue a buscar su ropa y se la puso de nuevo.

Aonung miró las marcas en el cuello de Neteyam y sonrió de lado.

-Altos mosquitos esta noche eh

Neteyam le miró confundido,  luego al darse cuenta de a qué se refería abrió mucho los ojos y se llevó una mano a la frente.

-¿Eres tonto?¿Ahora como le explico yo eso a Ikeym cuando pregunte?

-No exageres, no se nota tanto, que tú piel ya es oscura de por si.

-Más te vale, porque como pregunte me da un infarto, se lo explicas tú

La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora