P3. Capítulo 13

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Neteyam se puso a limpiar la herida a Aonung, cuando terminó lo miró a los ojos.

Aonung se miró las manos, en las que también tenía alguna herida. Neteyam miró sus manos y también limpió  las heridas con cuidado.

-¿Te duele?

-¿Eh? Bueno...

Neteyam lo miró preocupado.

-¿Qué ha pasado?

Aonung miró a otro lado en silencio  unos segundos y luego miró a Neteyam, tenía las orejas agachas.

-Me he peleado con Rotxo... yo... es que...

Neteyam colocó una mano en la mejilla de Aonung.

-Está bien... no pasa nada... no hace falta que me lo expliques...

Aonung suspiró levemente pasandose  una mano por la cara. Neteyam se acercó  y lo abrazó.

-Lo siento... - dijo Neteyam mirandole apenado- buscaremos una forma de arreglarlo, no te preocupes...

-No creo que podamos...

-Estoy seguro de que sí amor, solo ten paciencia - dijo acariciandole la espalda. Aonung apoyó la cabeza en el hombro de Neteyam quedándose en silencio.

Neteyam abrazó a Aonung acariciando su pelo, luego le dio un beso en la mejilla.

-Todo va a estar bien cielo... ya lo verás- dijo Neteyam. - seguro que podrá perdonarte...

- No lo sé Neteyam... no sé si quiero que me perdone, porque lo peor de esto... es que no le arrepiento de haberlo hecho...

-Aonung... la violencia no es una forma de resolver los problemas... sé que para enfadarte a debido de decir algo muy malo... pero debes perdonarle... aunque cueste... porque no debemos juzgar a los demás... para eso está Eywa... - miró a Aonung- no te cargues con un peso innecesario... es mejor perdonar que vivir con el rencor... porque el rencor duele Aonung... y yo no quiero verte triste por eso... solo piensa en ello... no te pido que sea hoy... ni mañana... cuando veas el momento indicado... - dijo abrazando a Aonung.

Aonung asintió levemente.

-Lo haré... pero primero quiero reflexionar sobre lo que ha pasado...

-Yo cuando me siento mal... y no encuentro forma de aclarar mis pensamientos... los comparto con Eywa... parece mentira pero a veces es capaz de arreglarlo todo solo con escucharte, deberías intentar eso... alivia mucho - dijo Neteyam dando un beso en la mejilla a Aonung.- pero no olvides que yo también estoy aquí para ayudarte.

Aonung sonrió  levemente mirandole y asintió  levemente.

-Tranquilo, eso lo sé muy bien - dijo dando un beso en los labios a Neteyam después lo miró a los ojos- Gracias por volver Neteyam... realmente te necesitaba... - dijo Aonung- voy a hablar con la gran madre... pero cuando termine iremos tú, Ikeym y yo a dar un paseo juntos y luego quizás podamos acampar en el bosque, creo que será divertido.

-Me parece bien- sonrió Neteyam.

Aonung luego de despedirse se fue de allí a un árbol de los espíritus que no había demasiado lejos.

Neteyam, mientras tanto, volvió con Ikeym y sus sobrinos para continuar jugando con ellos.

Aonung, por su parte, hizo lo que Neteyam le había aconsejado. Cuando llegó al árbol de los espíritus, unió la trenza y luego mirando que no hubiese nadie cerca, empezó a hablar, bajito, por si acaso.

-Gran madre... sé que ya sabes lo que ha pasado y que probablemente pienses que no debería haberlo golpeado... lo sé... pero ... es que no pude aguantarme, de veras que intenté controlarme lo mejor que pude... pero es que... cuando se trata de Neteyam... no sé si tienen ellos razón o no, pero... lo que sí sé es que quiero demasiado a Neteyam y eso a veces me asusta... porque si llego a perderle de nuevo no lo soportaría... me duele mucho cuando hablan así de él... no por el hecho de sus palabras sino porque se trata de Neteyam de quien están hablando... si fuera de mí,  me daría igual... pero es él... - suspiró pasandose una mano por los ojos- me molesta más que esas palabras vengan de mi mejor amigo porque sabe lo importante que es para mí... yo no voy diciendo cosas de Kiri por ahí, aunque las piense, sé que lo hice en el pasado pero ya han pasado más de diez años de eso... prometo que he cambiado, sé que lo hecho, quizás para peor, no lo sé,  pero te aseguro que me estoy esforzando mucho...

Aonung miró a otro lado tomando aire y luego miró al frente.

-No entiendo porque me siento culpable... porque en cierto modo no me arrepiento, se lo merecía por boca chancla pero... aún así... sabes... es mi amigo... y un poco, muy muy muy muy en el fondo... pues... también lo quiero... quizás Neteyam tiene razón y deba perdonar... pero es tan difícil...no sé ni si quiera como él pudo perdonar a Spider...no puedo Eywa, yo no puedo perdonar así de fácil porque las cosas me duelen y sino las olvido como puedo decir que de verdad he perdonado... - Aonung negó levemente- sé que guardo las cosas demasiado para mí y que no es bueno, pero no puedo evitarlo... dentro de mí tengo la necesidad de defenderlo de todo... porque le quiero h no quiero que nada vuelva a separarnos de nuevo... pero esta vez creo que me he pasado... debería haberme ido y ya está... pero simplemente no pude...

Aonung se quedó en silencio mirando al árbol y luego desconectó la trenza.

Entonces se levantó sin saber si se sentía mejor o seguía igual. Después se dio la vuelta y comenzó  a caminar fuera de allí.

Cuando llegó a donde estaban todos los demás, se quedó mirando a Neteyam que estaba sentado y los niños estaban a su alrededor sentados muy atentos a lo que él tenía que contar.

Neteyam les estaba contando un cuento que se iba inventando sobre la marcha, al notar que había alguien cerca, miró a Aonung y le sonrió  levemente, luego volvió a mirar a los niños.

Aonung sonrió levemente mirandoles y luego se acercó a donde estaban ellos y se sentó tomando en brazos a Ikeym sentándolo  en su regazo, abrazandolo mientras escuchaba también el cuento de Neteyam.







La Ira Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora