—¡No me toques!— Sisea Logan.
Ray coloca sus ojos en blanco ante la actitud del menor, todos estaban a la defensiva... Y por supuesto, que de mal humor.
Pero tenían que mantener los humos lo más bajo posible para no llamar la atención.
Ya tenían suficiente con saber que el catamarán estaba a su nombre. Y a pesar de que ya eran adultos y no había padres de por medio que pudieran llegar a llamarles la atención, el panorama era más terrible, aún, ya qué la responsabilidad caía sobre ellos.
—Entonces tome asiento por favor, y manténgase quieto.— Suelta señalando el suelo a un lado de Ray.
Logan sube sus manos. —¡Solo quiero saber si mí hermana está bien, te lo dije una y otra vez, ella está en este barco por nuestra culpa, y debe de estar asustada!— Sisea.
El oficial infla su pecho, en una clara mueca para dejarle en claro que está perdiendo la paciencia.
—Le dije que su hermana estaba del otro lado del catamarán pidiendo por usted.— Suelta con desdén. —Y allí se va a quedar hasta que lleguemos a tierra firme.— Sonríe maldicioso.
Logan suspira negando, pero al fin y al cabo tomando asiento.
Lo que ninguno de los cuatro, incluido el oficial de prefectura, sabían era que esa chica a la que él había visto pidiendo por su hermano no era Emma, sino que la hermana mayor de un menor de edad que estaba en dicha fiesta.
—Ella estará bien.— Ray suelta para que se tranquilice.
Logan suspira negando. —¡Pero estaría mejor si estamos acá los cuatro!— Se queja impaciente.
No confiando de todo en el guardia hasta que sea la misma Emma la que aparezca frente a ellos.
—¿A todo esto alguien vio a Jay?— Evan cuestióna.
Un oficial de prefectura había subido definitivamente al catamarán antes de que llegaran a la orilla y los había obligado a bajar la música.
Es justamente, por eso, qué ahora se encontraban sentados en fila alrededor del barco con las piernas acercadas a sus pechos cómo si fueran realmente criminales.
—Espero que esté con Emma... Si no estaba con nosotros o con ninguna de ellas... Supongo que estaría con Emma y realmente espero que mi teoría sea cierta.— Ray suspira, mordiendo su labio inferior y pasando una mano por su cabello.
Era la única esperanza que tenían de que su hermana pequeña se encontrará en excelentes condiciones y qué también se encontrará en buenas manos sabiendo qué esta situación, quizás, la estaría poniendo un poco nerviosa, gracias a que Emma no estaba acostumbrada a este tipo de disturbios.
—Yo estaba pensando en que quizás estaría descartando las drogas, algo que nos ahorraría también muchos problemas al tener la reserva a nuestro nombre.— Suelta una carcajada Evan.
Sus dos hermanos lo observan arqueando cada uno de ellos sus cejas antes de su comentario de mal gusto y para nada apropiado en esta situación.
—¡No es gracioso, Evan! ¡No sabemos dónde está Emma y vos estás pensando en esa idiotez!— Se queja el del medio.
Evan suspira.
—¡Lo sé, y soy el primero en saberlo, sólo quiero calmar las aguas! ¡Y quiero aclarar que no me parece para nada una idiotez el que nos encuentren con drogas, por si acaso se los recuerdo, para de genios!— Se queja refunfuñando.
Ray relame sus labios y traga saliva. —Erick y Silver se ocuparon de eso. Por lo que podés estar tranquilo.— Le hace saber para su tranquilidad.
No quería ponerse pretencioso con su hermano menor, la verdad es que la situación por la que todos estaban pasando era por sobremanera tensa y no era algo de lo que quisieran tener en sus recuerdos, ni pasando por eso ahora mismo.
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De regreso al océano.
Teen FictionUna fiesta en un barco que no termina de la manera planeada, incluso todo se sale de control cuando la prefectura los quiere arrestar por estar en zonas prohibidas a altas horas de la noche en una de sus últimas noches de sus vacaciones de verano an...