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Evan mueve sus manos entre sí, necesita entrar en calor, no sabía porque se sentía así de enfermo, pero su conciencia le recordaba que acaba de vomitar por segunda vez en la tarde y que probablemente se debiera a eso.

—Ya estoy acá, lamento la demora y el desastre que hice.— Murmura algo tímido.

Lucius sonríe. — Listos para probar ese pedazo de carne, qué espero nos hayan guardado en un pedazo.— Acota señalando la bandeja que volvió a ir al fuego para que no se enfriara mientras que Logan limpia.

Agregándole el pequeño gran detalle de qué no sabían que le estaba pasando a Evan, y por eso mismo tampoco es que sabían cuándo él iba a volver al comedor, o si es que se iría directamente a duchar y encerrarse en su habitación.

Con ninguno de los tres se sabía cómo es que iban a actuar respecto a cuál fuera la situación que le tocará a cada uno de ellos.

—Enseguida lo servimos, lo volvimos a poner en el horno para que se mantuviera el calor, no teníamos idea de cuánto podían llegar a demorar, y preferíamos que todos pudiéramos comer al mismo tiempo.— Ray acota hacia Lucius.

—Yo voy por el, ustedes pueden ir acomodados en la mesa, ya hicieron suficiente cocinando.— Responde Lucius con una sonrisa en su rostro.

Evan avanza hacia dónde se encuentra Logan, mientras que pasa una mano por su cabello mostrándose realmente cansado.

Logan frunce el entrecejo cuando los ve volver luciendo aún más pálido que cuándo lo vió ingresar. —¿Estás mejor? Todavía te ves algo pálido.— Cuestiona preocupado por el bienestar de su hermano mejor.

Evan asiente con una mueca incómoda. —Lamento lo del piso, no tenía problemas de limpiarlo.— Se disculpa algo ronco.

Ray niega con la cabeza, trayendo una sopa crema en sus manos.

La misma la deja apoyada sobre la mesa, en el lugar que suele ocupar su hermano menor.

—No fue mucho, lo importante es que estés bien, ya sería demasiado dos enfermos en un día, y créeme qué Ray no es el mejor enfermo del mundo.— Responde Logan restándole importancia con un movimiento de mano.

Lucius va hacia la cocina para lavarse las manos, y en el interin le guiña un ojo al mayor de los hermanos.

—Por mí no hables.— Ray suelta cínico para agregarle una pequeña cuota de gracia a la situación.

Logan sonríe haciendo una mueca graciosa con la lengua en dirección al mayor. —¡Si, claro, porqué te portaste muy bien y todo, sos el mayor, pero parecías un bebé de cinco años hoy!— Murmura rodeando los ojos.

El menor niega con la cabeza ante la especie de distracción que están queriendo hacer sus dos hermanos mayores, para restarle un poco de suspenso a la situación que ya habían estado viviendo cuándo él apenas ingreso a la casa comenzó a vomitar.

Con total sinceridad agradece qué se estén comportando de ese modo, porque se siente mucho más relajado y es justamente por eso mismo que puede prestar atención en su mente a los consejos que Lucius le habia dado en el baño mientras que se recomponia.

Ahora podía ver las cosas con un poco más de claridad, llegando al punto de poder ponerse en la cabeza que había actuado de la manera que le había salido, y no significaba de ningún modo que estuviera mal actuar así.

—¿Ya no tenes más fiebre?— Evan cuestiona tragando saliva.

Le da un repaso de abajo arriba, corroborando que su hermano se encuentra muchísimo mejor a como lo dejo por la tarde cuándo se tuvo que ir.

De regreso al océano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora