83

235 16 0
                                    

-¡Me ocuparé de hablar con la perfectura y con el capitán para poder volver de inmediato!- Esteban les hace saber.

Evan asiente, con su cuerpo temblando. -¡Qué no se pierda ni una sóla filmación de lo que esta ocurriendo, Esteban, y les conviene que tengan preparada la guardia más cercana para poder recibirnos!- Suelta con desden.

Esteban sonríe.

Tenía en su cabeza un pequeño cronograma de todo lo que tenía que hacer, de las cosas que no se podía olvidar y eso lo mantenía completamente ansioso y nervioso por miedo a pasarse algún punto por alto.

Había estado durante todo este tiempo practicando haciendo memoria y recordando para cuándo este preciso instante llegara, y ahora mismo que había llegado se sentía muy nervioso.

-¡Cuidado con la cabeza!- Jay regaña a Evan, por su rapidez.

-¡Vamos chicos! ¡Tenemos qué llegar cuanto antes al puerto para poder ir a la guardia, no podemos estar mucho tiempo con ella descompensada, no sabemos lo que le está pasando!- Esteban los apura.

Jay coloca sus ojos en blanco, no había nada peor que alguien tuviera que apurar a Evan, conocía a la perfección el carácter de su mejor amigo y no quería que este mismo estallara por completo.

-¡No me pongas más nervioso de lo que ya estoy, Esteban, estoy caminando lo más rápido que puedo, intentando no caer! ¡Deberías de intentarlo!- Evan sisea molesto.

Estaban sonríe de costado, y su sobrino lo mira extrañado ante la cercana relación que parecen tener estos dos.

No le molesta de ninguna manera, se asombra, pero de buenos modos.

-¡Qué estés nervioso significa que vas a actuar rápido, así que espero que lo hagas, con ánimos, Evan, venís esperando esto hace demasiado tiempo cómo para ponerte en modo nena!- Chasquea sus manos para seguir apurandolo.

Jay, sonríe débilmente habiendo sido un comentario sumamente gracioso, pero no pudiendo prestar atención del todo a la conversación que ellos dos estan teniendo.

No podía dejar de observar el rostro pálido de Emma, y cómo el mismo caía a un costado del hombro de su mejor amigo.

Era una emoción enorme e imposible de contener.

Gira la cabeza hacia atrás, todo el tiempo, para poder encontrarse con su padre, mientras que arquea su entrecejo al no poder creer que él mismo estuviera tardando tanto en recuperar sus cosas teniendo en cuenta que no traían absolutamente nada.

-¡Shhh!- Suelta bufando.

Esteban, suelta una carcajada, corroborando que su sobrino era más que suficiente para poder ayudar a su amigo a subir a Emma a la lancha, y de esa manera él mismo poder ocuparse de lo que tuviera que hacer con suma prioridad.

-¡Un poco más, Emma, aguantaste todo este tiempo no podés dejar de pelear ahora, no podés no reaccionar!- Evan se queja.

Las lágrimas comienzan a correr por su mejilla de manera desesperante.

-¡Vamos, yo la cargo, puedo con ella, estoy bien!- Demanda el castaño.

Jay avanza a un lado con la peor cara de preocupación, es el primero en subir a la lancha sosteniendo a Emma, en sus brazos, y tomando asiento con ella todavía sobre su regazo.

-¿Estás seguro que podes? No quiero qué te esfuerces, y vos también te decaigas.- Murmura mordiendo su labio inferior, intentando ocultar las lágrimas que todavía seguían cayendo por su mejilla.

Jay asiente mordiendo su labio inferior. -Deberias de aprovechar y secarte un poco, te mojaste por completo, no se va a morir por estar en mis brazos por diez minutos.- Lo señala de arriba abajo con una mueca de disgusto.

De regreso al océano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora