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Jay, cómo se lo había prometido a Emma, finalizó con la sigla de auxilio, y se le ocurrió hacer un rejunte de ramas para poder cubrirlas con el nylon que venía en el mismo bote salvavidas... Y de esa manera, en caso de que ellos pudieran ver una avioneta o un helicóptero pasando por la zona, pudieran incendiar aquel tumulto de ramas para poder llamar un poco más la atención.

Es por eso mismo, qué había predispuesto de disponer de esa especie de nylon para poder cubrir las mismas rodeado de piedras que pudieran soportar los fuertes vientos, logrando qué el mismo no saliera volando, y de ese modo, también, asegurarse de no se iba a echar a perder por la humedad de la lluvia.

Se había dado cuenta que en caso de que tuvieran que pasar una estadía en la misma, sería bastante incomoda, respecto a la capacidad y probabilidades de lluvia y de tormentas que habría por la zona, por lo que él tiene de conocimiento.

Y esperaba realmente que no fuera un impedimento o una nueva discusión y pelea continúa con Emma.

Es por eso mismo, qué, también, se había ocupado de formar unas canaletas con piedras ante todo el radio que ocupaba la carpa.

Manteniendo una distancia bastante prominente con la misma, para que no pudiera, en caso de fuertes tormentas, el agua llegar hacia ellos.

Si bien, la carpa estaba, a decir verdad, de manera excelente posicionada, tenía que tomar ciertos tipos de recaudos para que las cosas no se dieran de improvisto...

Y ante todo, también, para poder evitar cualquier inconveniente mientras están durmiendo y del cual no puede llegar a darse cuenta quizás.

—Supongo que jamás creerías que fui capaz de mantener a una persona con vida.— Sisea ronco, mientras que niega con la cabeza.

Tenía muchas emociones y muchos recuerdos palpitando a cada momento a medida que iba avanzando el día, ahí se daba cuenta de que no estarían simplemente una sola noche en la isla.

Su madre y padre siempre le habían generado esa presión de la que no era capaz de ninguna manera de soltarse, incluso, tampoco lo había podido lograr luego del fallecimiento de su madre.

Y es por eso mismo, qué ahora se disponía a decir aquellas palabras, porque las sentía, porque lo necesitaba y porque eso lo descargaba, de alguna manera, dándole esa respiración de liberación que él estaba necesitando en estos momentos.

Sus padres nunca había querido admitir que su hijo tenía potencial para otra cosa que no fueran los negocios, y eso es lo que justamente más irritaba a Jay y lo llevaba a ser un rebelde sin causa.

Es por eso mismo que no podía dejar de sentirse acusado y señalando ante ellos dos, porque ahora estaba haciendo algo bien, estaba cuidado de una persona importante, se estaba demostrando a sí mismo que tenía capacidad para adaptarse a los momentos y cambios drásticos y que por sobre todas las cosas no estaba cayendo en ningún momento en desesperación.

—¡De igual manera, por más que te lo cuente, no estoy seguro de qué me creas!— Se burla y se ríe solo.

Desde el momento uno, que él supo lo que tenía que hacer, y qué se recordaba continuamente en su cabeza que la prioridad era una y mantenerla con vida, luego se preocuparía de cómo salir de ese océano, y luego de esa isla, y así lo estaba haciendo hasta el momento.

Sintiéndose seguro, orgulloso y por sobre todas las cosas sintiendo que era perseverante con el mismo, que no estaba jugando a que era un niño grande, él era un adulto, siendo responsable, desde hace mucho tiempo, por más que su padre no lo hiciera querido ver de esa manera, y es exactamente por eso mismo que había cansado esas palabras a los cuatro vientos efectivamente se encontraba dormida.

De regreso al océano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora