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Evan tiene la garganta seca...

Acaban de recibir un llamado por parte de Logan y Ray, los mismos, aparentemente, habían logrado visualizar una llamada de auxilio y movimiento debajo de ellos, en un pequeño bloque de tumulto de tierra.

—¡¿Qué?!— Evan parpadea.

—Creen qué ellos podrían estar en la isla que están viendo ahora mismo.— Esteban explica.

—¡¿Serán ellos?!— Cuestiona incapaz de relacionar más de dos palabras en su mente.

Lucius, se habia quedado con el teléfono en la oreja, incapaz de responder.

Había sido Esteban, el que tuvo que tomar cartas en el asunto y quitarle dicho teléfono a su hermano mayor, para poder comprender lo que esta pasando.

Tenía que pasarle los datos al capitán de manera inmediata, no había tiempo que perder, por más que a uno le afectará más que al otro, siendo de gran alivio para Lucius, que Esteban estuviera junto a ellos en la lancha.

—Eso creo.— Lucius balbucea achinando sus ojos.

Usualmente las malas noticias venían una tras otra, y para ellos una mala noticia también, era no encontrarlos, siendo, exactamente eso mismo de lo que estan cansados y aterrados.

—El capitán dice que estamos a pocos minutos, los chicos están rastrillando la zona con el helicóptero, dando vueltas en círculos, la escalera es muy corta para la altura en la que se encuentran, y no tienen el permiso suficiente cómo para bajar al aérea, ni pueden aterrizar allí.— Bufa inflando su pecho Esteban.

Guardando el teléfono de su hermano menor en su bolsillo. —¡¡Ray está histérico, no puede creer que ellos también tengan un oficial de prefectura impidiendo que avancen, parece que quiere hacer que tengamos la mayor cantidad de trabas posibles!!— Agrega.

—¡Cuándo todo esto terminé hablare con el fiscal, te aseguro que tengo mucha ropa sucia de él, y esto no va a quedar de esta manera, menos que menos si hoy están abstruyendo la búsqueda y rescate!— Lucius acota, por primera vez desde que se quedó mudo frente al teléfono.

Estando molesto e irritado, no pudiendo creer qué un gobierno y un estado estuviera poniendo tantas trabas a una situación de búsqueda tan explícita cómo la que esta sucediendo.

—¡¿Esto no puede ir más rápido?!— Esteban se queja frunciendo su entrecejo.

Lucius baja la mirada cerrando los ojos.

—Estamos haciendo todo lo posible señor, estoy seguro de qué lo puede comprender.— El capitán hablade modo completamente amable reconociendo la situación por la que están pasando, y no queriendo echar más leña al fuego.

—¡Carajos!— Esteban golpea la lancha.

—Tranquilo.— Su hermano le llama la atención.

Esteban niega con la cabeza, su hermano se esta comportando por fuera y por dentro esta estallando, es por eso qué no quería hacer ni un sólo comentario al respecto, teniendo en cuenta qué cualquier mínima cosa que pudiera llegar a decir, desencadenaria una pelea.

—¡No puedo!— Le sonríe maldicioso.

Evan los mira. —¿Se pueden calmar?— Suelta rodeando los ojos.

Esta nervioso, y no podía creer que ellos dos se estuviera comportando de manera tan absurda.

Cuándo siempre intentaban poner el ejemplo a todo.

—Perdon.— Sueltan al unísono, bajando la mirada.

Lucius, continua con el teléfono satelital en su mano, moviendo el mismo de lado a lado mientras que la golpea con su cadera.

De regreso al océano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora