Jay sonríe acariciando su piel. —¿Que hay de los chicos?— Comenta risueño.
Emma infla su pecho mientras que lo observa con una pequeña sonrisa de costado.
No estaba preparada para escuchar esa pregunta.
—¿Que hay de qué?— Sonríe tímida.
No es que en realidad estuviera sintiendo que le causaba gracia la pregunta o la situación, sino que lo qué le esta causando la situación es vergüenza y por eso mismo es que se reía.
Cuándo estaba nerviosa o incómoda con alguna situación, su defensa solía ser reirse y teñir mejillas completamente de colorado.
—¿Cómo estás con ellos?— Sonríe y mueve su cabeza hacia un costado.
Emma vuelve a inflar su pecho y aprieta sus labios. —Es...— Se ríe y niega una vez más.
Jay suspira creyendo qué hubiera sido mejor encarar desde otro lado la conversación y no empezar por ese tema en puntual, sinó que en realidad poder empezar por un lado un poco más tranquilo y relajado de conversación, siendo justamente lo que hacía Emma para con él, al tenerle respeto de no mencionar a su madre en sus conversaciones, sabiendo que a él no le gustaba hablar de ese tema en puntual.
—Perdon... No creí que fuera un tema que te pudiera llegar a incomodar.— Suspira negando.
Ella sonríe, queriéndole restar importancia a todo momento. —¡No es que me incomoda, es que la verdad no tengo ni la menor idea de cómo responder a eso, porque no es algo que alguna vez me lo pudiera llegar a replantear!— Explica con total honestidad, moviendo su cabeza hacia un costado.
Jay asiente apretando sus labios, sabía que Emma sólo esta intentando ser cordial con él y qué por más que no quisiera hablar de eso.
Igualmente, lo iban a hacer porque ella no tenía problema alguno en terminar hablando de dicho tema.
—Comprendo, y es por eso, qué te pido disculpas, quizás no era el momento adecuado para hablar de esto.— Se queja negando.
Emma vuelve a sonreír negando. —Me gusta hablar con vos, Jay, me hace sentir más cerca de vos.— Se ruboriza al decirlo. —¡Cómo así también de las personas de las que hablamos!— Agrega subiendo sus hombros, algo risueña.
Jay sonríe levemente, estando cada vez un poco más de acuerdo con que la conversación podía continuar y no había necesidad de frenar la misma.
—Se qué no sos de tener la mejor relación con Evan, y que a veces te cuesta relacionarte un poco con los demás...— Murmura tragando saliva.
Ya esta metido en aquella situación... Y no podía cambiar el tema de un momento al otro, por más que quisiera hacerlo.
Esta intentando poder cambiar un poco la forma y la perspectiva de que Emma se tomará aquella pregunta.
—Evan... Es un tema completamente especial.— Sonríe inflando su pecho.
Jay suspira y asiente haciendo una mueca con sus labios. —Algo así pensaba yo.— Murmura divertido.
Emma infla su pecho y se mantiene pensativa mirando hacia el horizonte.
Ambos están cocinando un delicioso pescado, y esperando que el mismo se cocine del todo.
—Creo, qué lo comprendo a la perfección y están todo su derecho a sentirse de esa manera... No puedo juzgarlo ni obligarlo a que sienta algo que no siente.— Frunce sus labios.
Jay toma su mano y aprieta la misma.
El tema es completamente muy difícil de conversar y es un tema del cuál le esta costando horrores poder expresarse.
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De regreso al océano.
Teen FictionUna fiesta en un barco que no termina de la manera planeada, incluso todo se sale de control cuando la prefectura los quiere arrestar por estar en zonas prohibidas a altas horas de la noche en una de sus últimas noches de sus vacaciones de verano an...