Secretos Revelados

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—Bueno vamos a dejarle la leche a sus hijos —dijo la mesera.

—Si —dijo Xiao mientras Katsu la observa y llama muy preocupado a Isas.

En eso el celular de Isas suena y responde.

—Hola hermano, ya te estas ambientando al nuevo trabajo —dijo Isas interrogándole.

—Si, pero hubo un problema con el restaurante, resulta que a Xiao se le acusa de no haber pagados unos alimentos que ella pidió, y bueno no sabemos que hacer, el gerente se dice que esta bravo, pero ella tiene la factura con el sello todo cancelado es solo que la persona que recibió dinero pueda que no lo haya mandado o quizá lo mando y alguien más de la empresa no dio ese dinero, y bueno la pueden demandar —dijo Katsu.

—¿Qué cosa? —Pregunto Isas interrogando.

—Si, lo que te dije, ahora Xiao esta nerviosa —dijo Katsu suspirando.

—Dile a Xiao que se comunique con el hombre ese al que le dio la plata, y tu debes estar presente, necesito que la cuides por mí, que seas el brazo derecho de ella, debes cuidarla, te lo suplico, y lees los papeles cuidadosamente, pueden ser que, si hayan mandado el dinero, pero algún trabajador se lo embolso y solo quieran sacarle lana a Xiao, debes estar pendiente, te lo encargo mucho —dijo Isas por el celular en tono afligido.

—Está bien hermano, relájate, Xiao estará Bajo mi control —añadió Katsu tomando control de la situación.

—Listo, necesito hacer unas cosas dile a Xiao que en la noche la llamare, quiero ver a los pequeños bebitos —dijo Isas con una sonrisa.

—Ok adiós cuídate y termina de trabajar tranquilo —dijo Katsu confiado.

—adiós, hermano —dijo Isas y cuelga la llamada.

Minutos después.

—Debo ir a dejar a mis hijos a la escuela, te dejo encargado el restaurante por favor ayúdame Katsu, me iré con Paco el me llevara con mis hijos —dijo Xiao que no haya a que hacer realmente.

—Madre no iré a la escuela sin papá —dijo Ringo.

—Queremos a papi, mami, si no, no queremos ir a la escuela —dijo Masaru y Hitoshi en coro unánimes.

Xiao no haya como explicarle al pequeño de siete años que Isas no era su padre, aunque Isas les enseño a los pequeños a pronunciar palabras antes de tiempo, pero sin embargo ella guardo silencio y lo único que pudo decir fue.

—Los tres irán a la escuela porque, si irán, y es necesario, no me hagan esto, no se pongan tan difíciles —dijo Xiao advirtiendo.

—Ya vámonos llegaremos tarde a la escuela —dijo Paco dando la orden.

—Cuida el restaurante adiós Katsu, vuelvo después —dice Xiao advirtiendo.

—Está bien cuídate y mucho cuidado —dice Katsu.

Katsu se quedó pensativo ya que para él era raro que los pequeños dijeron eso, si Isas no es su padre.

Horas después Xiao y sus hijos llegaron a la mansión junto con Paco y Katsu.

—No puedo más —dijo Xiao desanimada.

—¿Que tienes madre? —Pregunto el pequeño Ringo.

—Mami, solo está cansada, prepare almuerzo para ustedes —dijo Xiao con tono calmado.

—Te ayudare —Dijo Katsu.

—No, yo lo hare, gracias no necesito ayuda de nadie —agrego molesta Xiao levantándose se fue a la cocina para preparar sopa de pollo y verduras a sus hijos, ese día les dio descanso a las empleadas

Katsu agrando los ojos para observarla, y se dio cuenta en seguida que Xiao andaba muy enojada y molesta.

—Niños vayan a jugar un rato en lo que su madre y yo preparamos el almuerzo —dijo Katsu.

Los niños se fueron a jugar y Katsu se acercó a la cocina.

—Se que estas afligida, pero se resolverá, intente llamar a la persona que le diste el dinero y no me responde —dijo Katsu mientras Xiao corta las verduras con el cuchillo.

—Oye más tranquila o te cortaras el dedo si sigues haciendo movimientos rápidos, te ayudare —dijo Katsu ayudando.

—No, no necesito tu ayuda, y déjame tranquila, ve ayudar a otras personas si eso buscas, no te cansas de pedirme lo mismo, ya puedes irte, no me estes mirando de esa forma —le dijo Xiao enojada.

—¿Por qué te molestas? —Pregunta Katsu sorprendido.

—No deberías estar ayudándome con el trabajo ya tú sabes, el restaurante, tú eres el cajero te necesitan —dijo Xiao seria.

—Ya lo sé, pero también debo cuidar de ti, por órdenes de mi hermano —dijo Katsu mientras agarro de la cintura a Xiao y no pudo evitar acércala más a él.

Xiao de inmediato dejo de picar zanahorias, y meter las manos para frenarlo.

—Oye que fuerte eres —dijo Katsu frunciendo el ceño.

Xiao frunció el ceño.

—¿Qué pretendes? —Le pregunto Xiao directamente a su cara.

—nada solo quería que te relajaras —dijo Katsu levantando esas cejas.

—Enserio, relajarme, y por eso me tocas la cintura para que me relaje, pues estas muy equivocado, tu hermano te manda a cuidarme, y tu haciéndome esas cosas que no debes

—dijo Xiao frunciendo el ceño.

—No hice nada malo, que quieres que te diga, si eres una chica hermosa,

—No yo no le merezco a ningún hombre me escuchaste bien, el amor no existe para mí y que sea real menos para que me quieren, si entiendes eso verdad —añadió Xiao molesta.

—No, tu Xiao eres una caja de pandoras, de seguro escondes cosas —le dijo Katsu tirado una indirecta a Xiao.

—No, y no me provoques que no estoy de ánimo —dijo Xiao mientras seguía partiendo verduras.

—¿Ocultas secretos? —Pregunta Katsu.

—No —le miente Xiao.

—¿Segura? —Pregunta Katsu.

—Si, estoy segura —dice Xiao.

—Bueno, una mujer tan bella como tú no debería ser así como los hombres —dijo Katsu mirándola con ojos curiosos.

—No entiendo —dijo Xiao mientras echaba los trozos de verduras picadas a la olla con agua hirviendo.

—Solo estas triste, se nota que no te llevas bien con los hombres o puede ser que tu hayas tenido problemas con algún hombre, y por eso eres arisca, bueno te digo que te quedaras sola si sigues de arisca —dijo Katsu entre suspiros.

Xiao lo volvito a ver, aunque ella sabía que él decía la verdad, ella lo negó.

Mamá te conseguimos un CeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora