Entre Deberes y Celos

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—Tampoco es bueno que de primas a primeras quieras ligar con una mujer con hijos —dijo Xiao enojada.

—Me voy al restaurante bella —dijo Katsu.

Xiao no le respondió y siguió haciendo lo mismo y terminar la sopa de pollo con verduras a tiempo para el almuerzo de sus hijos.

—Hija ya arreglamos todo para el viaje que haremos, espero que eso no sea un problema para ti, aparte ya sabes el manejo de las empresas, siete años de experiencia es mucha —añadió Lían.

—Madre lo sé a la perfección, es solo que no quiero que más personas se una a la empresa de ventas, en estos tiempos esta peligroso todo, y no puedo creer que ese chico raro que se viene a trabajar a la empresa llegue así de sorpresa y toque dinero, te juro no lo soporto —dijo Xiao lamentándose.

—A ya, es el chico este, hermano de Isas, el que se llama Katsu, si hija lo aceptamos en la empresa, ya que sabias tú que esa parte del restaurante es parte también de Isas, no solo es nuestra, es compartida —dijo Yamato.

—¿Y por qué no nos dijeron? —Pregunta Xiao molesta.

—Hija lo lamentamos mucho, enserio, no nos acordamos, pero Katsu, e Isas son grandes empresarios, asi que por eso decimos compartirla, hija creo que debes darle una oportunidad a Isas, no pongas esa cara jalada, bien sabes que si te casas con Isas, pues tú puedes obtener el restaurante y ser parte de ellos, ya casado él contigo, es más difícil que quieran acosar al restaurante, a veces pasa, un dia nos pasó, y bueno al parecer ese restaurante lo aman tanto que nos lo han venido a pedir para saber si está en venta, siempre decimos que no, aparte que la persona que lo vendió pues puso unas cuantas reglas —dice Lían.

—¿Qué tipo de problema ha pasado el restaurante? —Dijo Xiao curiosa.

—Bueno cariño aquí entre tres no hemos podido arreglar los papeles de ese restaurante, y bueno creo que a veces la policía llega para saber si somos dueño y con los papeles hechos un relajo esto está difícil, ya que esta al nombre de quien nos lo vendió hace tiempo, aunque no pudimos recuperar una parte que nos correspondía, era otro restaurante diferente, pero nos metieron travas, y ya no se dio cariño, espero que no pasen cosas peores, cuando no estemos, queremos disfrutar el vieje, sin preocuparnos por favor ocúpate del restaurante y dale mucho amor —dijo Yamato.

—No se preocupen padres lo hare yo misma, yo estaré pendiente de todo —dijo Xiao tragando saliva.

—hija nos vamos que se nos retrasa el vuelo —dijo Yamato.

—Que le vaya bien —dijo Xiao despidiéndose de sus padres.

—Abuela ¿Adónde vas? —Pregunto el pequeño Masuru.

—Vamos de vieje —dijo Yamato.

—¿Me llevan al vieje? —Pregunto el pequeño.

—Es vieje de adultos mi pequeño ángel —dijo Yamato.

—Prometemos traerte muchos regalos de nuestro vieje —dice Lían.

—Abuelos, ¿Nos traerán regalos o solo a Ringo nuestro hermano? —dijeron los pequeños Ringo y Hitoshi.

—Claro que si le traemos a los tres juguetes ya verán mis pequeños —dijeron Yamato y Lían.

—bueno —dijeron los pequeños abrazando a Yamato y Lían.

—Adiós, madre y padre, diviértanse —dijo Xiao abrazándolos.

Yamato y Lían se retiraron junto con las maletas y salieron por la puerta.

En ese momento Nin hermana de Isas aparece.

—Nin —fueron abrazar los pequeños a Nin al verla.

—Hola Xiao, oye, Isas está en el celular quiere hablar contigo, ya que tu no respondes el móvil —dijo Nin.

—¡OH no mi celular, Nin ayúdame a buscar mi celular no lo tengo conmigo, y pues lo necesito, búscalo por favor, pásame la llamada desde tu móvil! —Exclamo Xiao.

—Está bien —dijo Nin dándole el celular.

Llamada activa con Isas.

—Isas —dijo ella por el celular.

—Hola hermosa supe del problema que tienes con el restaurante, Katsu intento comunicarse con la empresa y no lo consiguió pero yo sí, resulta que el joven si entrego ese dinero en manos de un tipo que yo mismo reconozco y él fue quien no entrego ese dinero a la empresa, el hombre al que le diste el dinero está pasando evidencia de tu pago asi no llegaran a multarte o a intentar demandarte, asi que tranquila cariño, no pasa nada, todo saldrá bien, recuerda que estamos juntos en esto, ahora cambiare a videollamada para saludar a los pequeños —dijo Isas haciendo videollamada.

—Me salvas la vida siempre —dice Xiao.

—Siempre te salvare — dice Isas.

—Hijos papi esta al celular vengan a saludar —Les grito Xiao y los pequeño fueron a saludar de inmediato.

—Papi, Papi, mami, te conseguimos a papi telepáticamente —dijeron los pequeños.

—hola preciosos, mis niños ¿Cómo están?, ¿Qué tal la escuela? —Pregunto Isas quien los crio desde bebitos.

—Papi, Papi, todos en la escuela se burlan de nosotros, porque dicen que no tenemos papá, y si tenemos, aparte que mis amigos me enseñan fotos de sus padres casados quiere decir que es de boda, y ustedes nunca me han enseñado fotos suyas de casados, y entonces que pasa, bueno, como sea, ¿Cuándo vendrás papi a la mansión? —Pregunta Ringo.

—Cariño, dile que estoy trabajando para llevarles sustento al hogar —dijo Isas.

—Papi ¿Cuándo nos mostraran fotos de casados? —Insiste el pequeño Masaru.

—Porque son muy pequeños para ver ese tipo de fotos, de adultos, todo llegara su momento —dijo Isas para sacarlos de la curiosidad de los pequeños.

Cuando de la nada en la videollamada aparece una elegante mujer llevándole a Isas una taza de café.

Xiao al ver eso frunce el ceño y comienza a sentir celos de la mujer elegante frente a la pantalla.

—¿Quién es esa mujer papi? —Dice el pequeño Hitoshi.

La mujer se acercó lentamente y saludo en la pantalla y Xiao la miro y le dio rabia.

—dejadme hablar con mis hijos y mi mujer y vete de mi oficina—dijo Isas un poco molesto.

La mujer se retiró de la oficina de Isas al verlo enojado.

—Bueno dejemos a papi trabajar niños es suficiente por ahora —dijo Xiao con voz molesta.

—Bueno papi adiós te queremos —dijeron los trillizos unánimes.

—Adiós pequeños bellos —dijo Isas y los trillizos se retiraron.

—¿Quién era esa vieja en tu oficina? —Pregunto Xiao.

—Es la nueva secretaria, no es para que te pongas asi —dijo Isas.

—Como sea —dijo Xiao enojada.

—¿Estas enojada? —Pregunto Isas.

—No —dijo Xiao.

—Entonces esta celosa, porque esa mujer me dio café —dijo Xiao.

Mamá te conseguimos un CeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora