Destellos de Amor y Desafíos

4.2K 177 0
                                    

Minutos después el almuerzo llego a sus mesas y pues el olor a comida era muy agradable para las papilas gustativas de Xiao.

—Te gusta ¿verdad? —Pregunto Isas.

—Si tengo apetito feroz, aparte no me gusta tener vacíos en mi estomago —dijo Xiao.

—Qué bueno que comas y te alimentes correctamente —dijo Isas.

—Gracias —dijo respirando hondo.

—¿Quieres bailar más tarde?, ¿Te gusta este tipo de música? —Pregunto Isas.

—Si me gusta la música romántica y también me gusta bailar, si tú quieres bailamos —añadió Xiao.

—Perfeto más tarde bailamos y si quieres podemos ir a la piscina este hotel tiene piscina —dijo Isas.

—No me gusta el agua, y menos estar en piscinas —dijo Xiao.

—¿No sabes nadar? —Pregunto Isas.

—Si se nadar es solo que, el agua, nadar, y piscinas me trae malos recuerdos, lo siento —añadió Xiao.

—¿Mal de amores? —Pregunto Isas.

—No, usted si es que bien meque, no es por otra cosa, pero ya usted pasa limites deje de preguntar —dice Xiao.

—¿Entonces quieres abrir tus regalos? —Pregunta cambiando el tema.

—Puede ser, pero después de bailar —añade Xiao.

Cuando de la nada unas chicas se acercan a Xiao.

—Hola Xiao, cuéntanos de ti, dime si al menos tienes foto de cuando eras una bebé, mira que es primera vez que te dan a conocer, digo no entiendo porque se guardaron tantas cosas, o quizá tu eres una actriz de primera y bueno y solo quieren asustarnos. —Dijo esperando respuestas.

—No sé qué de hablan, soy la hija de mis padres, parte de la familia, si no me revelaron antes es porque ustedes son unas entrometidas —dijo Xiao levantando la ceja.

—A enserio te parecemos entrometidas, mira se me hace que tu fuiste comprada, o no sé, siento que no eres como nosotras, millonarias, tu quizá solo fuiste una recogida de la basura, mira qué raro, es que Yamato y Xiao no podían tener hijos, o eso quizá nos lo hicieron creer, nunca me hablaron de ti, no vengo en mala onda, solo quiero entender cómo fue que nunca nos platicaron de ti, al final somos tus primas—añade la chica.

—Hay mira no venimos a pelear Soy Kulap —dijo una de ellas.

—Mucho gusto Kulap —dijo sonriendo Xiao.

—Yo soy Lawan —Dijo en tono desinteresado.

—Yo soy Apinya —dijo en tono tranquilo.

—Yo soy Malai —Dijo en tono seco

—Mucho gusto en conocerlas a todas —dijo Xiao fingiendo que todo está bien.

—Bueno ya se pueden ir dejen de molestarla debe estar tranquila porque es su cumple nada de preguntas —intervino la voz de Isas.

—No estamos molestando solo estamos tanteando la situación —dijo Lawan. Intrigada por la nueva.

—Está bien —dijo Xiao con displicencia.

—Bueno ya nos vamos gusto en conocerte —añadió suspirando Lawan retirándose las demás chicas con ella.

—Oye te tengo una sorpresa, espero puedas aceptarla —añadió Isas.

—Claro, dime que es —dijo Xiao curiosa.

—Para eso necesito tu mano —dijo Isas mirándola a los ojos.

Xiao se confundió y no pudo comprender mucho de lo que él se refería.

—Como asi no entiendo —dijo admirada Xiao.

Isas saco una caja de su bolsillo del pantalón y abrió la cajita, Xiao quedo boca abierta al ver la sorpresa en la caja, un anillo de diamantes que decía el nombre de ella.

—¡No puedo creer ese es mi nombre en un anillo de diamante!, que bello —dijo Xiao entusiasmada.

—Es para ti ¿Me dejarías ponerte el anillo? —dijo Isas con mirada tierna.

—Te doy el honor de que me lo pongas —dijo Xiao con voz tierna a de igual forma. Ella no pierde la esperanza en que Isas se fije en ella.

Entonces Isas agarro la mano de Xiao y le puso el anillo en el dedo entonces en seguida llegaron un montón de paparazzi a tomar fotos y Xiao comenzó a sentirse extraña, y lo único que ella quería era privacidad.

Entonces Isas se levantó y les grito —Largo de aquí dejen de tomar fotos, largo —grito Isas.

—No, no podemos ir, cuéntennos ¿cuándo se casan?, ¿Te casas porque ella está embarazada?, ¿Qué paso con tu antigua relación? —Preguntaron los periodistas.

En seguida cinco vigilantes tuvieron que amenazarlos literalmente para que los periodistas y paparazi se largaran del hotel.

—No puedo creerlo, estoy molesta, como se atreven a decir semejante cosa estos periodistas, no pueden tener su boca callada, que estrés —dijo Xiao traspirando.

Mamá te conseguimos un CeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora