Según ella, la boda estaría cancelada por el anunciante, pero no fue así. Estaba viendo literalmente a su hijo casarse con alguien más. La boda continuaba; en el altar estaba una hermosa mujer tomando el puesto de Hana con el vestido de boda que, por milagro, no terminó desgarrado en manos de Tomeo.
Las palabras del juez fueron contundentes, mientras aquella mujer desconocida reprimía la alegría que sentía al casarse con Tomeo. La sonrisa de ella, con su labial rojo, era indescriptible. Azumi estaba enojada al ver ese desastre.
Tomeo había roto las reglas de su madre. Ahora Azumi sospechaba que si Tomeo había tenido relaciones sexuales con Hana, había una posibilidad alta de que ella quedara embarazada. La regla de ella siempre fue que si Tomeo tenía relaciones sexuales antes de casarse, tenía que casarse por ley con ella. Pero Tomeo había roto la regla.
Los ojos fríos de Tomeo recorrieron el altar y miraron a su madre, quien se acercaba lentamente.
Tomeo miró a su madre con frialdad, mientras el padre de él esbozaba una sonrisa. Se notaba que ambos estaban enfermos de poder. Claro, esa mujer que estaba frente a los ojos de Tomeo era más multimillonaria que cualquiera de ellos dos.
Con una sonrisa dibujada, la chica de ojos hermosos, vestida de novia, elevó más su voz para decir un "Sí, quiero casarme con Tomeo y tenerlo toda mi vida, hasta que la muerte nos separe".
Azumi apretó sus dedos de ira, ya que no estaba de acuerdo con esa boda, y las malas decisiones que su hijo había tomado, y la rebeldía que algún día sería un fracaso total.
Una hora después, todos se veían felices celebrando una boda que tenía una posibilidad de terminar en muerte años más tarde.
La señora Azumi salió discretamente de la boda y se dirigió al segundo piso, donde realizó una llamada al señor Yamato.
—¿Cómo está ella? —preguntó.
—Está descansando. El doctor dice que la drogaron; fue una especie de veneno con droga. Seguramente ella tomó algo antes de su boda; pudo haber estado en la comida o el agua. Fue afortunada de estar fuera de peligro. Esa droga pudo haberla matado, pero ya la estabilizaron. Ahora el siguiente paso es que ella se cambie el nombre, se pinte el cabello, y como seremos padres adoptivos oficialmente, ella llevará mi apellido y el de su madre. Le otorgaremos otro nombre. Todo esto es para que ella esté bien. Moveré todas mis influencias para que me den ese papel y cambiemos el nombre de ella lo más pronto posible. Quiero que me digas si estás de acuerdo —dijo con voz afligida.
La cara de aflicción de ellos era notable.
—Sí, haz lo que tengas que hacer. Es una buena idea, aunque creo que mi esposo ya está más calmado como para mandarla a matar. Mi hijo resulta que tenía un AS bajo la manga. Y bueno, resulta que él terminó casándose con otra mujer, pero esa es una de las amigas de Hana, lo cual me hace pensar que las amigas de ella le tendieron una trampa, y eso es peor de lo que pensé. Ahora esa mujer está tomando el lugar de Hana. Prométeme que me comunicarás si Hana queda embarazada o no —advirtió.
—Lo haré. No te preocupes, y gracias por todo. Ahora podré ajustar todo. Se ve que Hana ha sufrido mucho. Merece ser feliz, y esa felicidad se la daremos. Gracias. Solo me quedaba una semana para resolver todo lo de la herencia que solo será para ella, para nadie más. Pero dime una cosa: ¿Hana tiene alguna hermana? —preguntó.
—No, ese dato no lo sé, pero lo puedo investigar. Puedo mover a los investigadores. Haré todo lo posible para que esto funcione. Y si tiene hermana, pues veremos lo de si se puede adoptar o qué. Pero creo que con solo una chica que sea hija única y sepa de todas tus empresas, se puede encargar. Recuerda que es mejor una que dos. Pero bueno, te mantendré informado —respondió.
—Perfecto, no hay problema —dijo.
—Cuídate mucho y avísame si en quince días pasa algo, porque te juro que soy capaz de ahorcar a mi hijo. Aunque no entiende de regaños, es que no puedo creer que haya lastimado a Hana y haya caído tan fácil en la trampa. No entiendo nada. Te dejo. Debo volver a la boda —añadió.
—Adiós —dijo, colgando la llamada.
La llamada fue cortada y de repente apareció Tomeo.
—Te he buscado por todos lados y veo que aquí estás. ¿No te pone feliz que me haya casado? —movió la cabeza.
—Tomeo, ¿qué es lo que pretendes? —preguntó.
—Nada, solo estoy feliz de poder tener a mi lado a una chica que es virgen, hermosa y adinerada —explicó.
—Hijo, ya te he dicho que no podías casarte con ninguna otra mujer si decías haber tenido relaciones sexuales con alguien más. ¿No has pensado que Hana puede quedar embarazada? Aunque ella decidió largarse lejos de ti, lo que hiciste no tiene nombre. A veces siento que te pareces a tu padre —dijo con molestia.
—Madre, deja de meterte en mi vida. Hana está muerta. ¿Quién es Hana? Para mí está muerta. Además, si quedara embarazada, sería de otro hombre. Seguramente seguía trabajando de prostituta a mis espaldas —frunció el ceño.
—Hijo, te estás escuchando. Yo no te crié de esa forma. Tu padre tiene la culpa —respondió con molestia.
—Al menos, madre, no se perdieron los 2,000 yenes que pagué. La boda vale la pena —esbozó una sonrisa.
—Hijo, ¿conoces a la mujer con la que te has casado? —preguntó, viéndole seriamente.
—No, y eso no me importa. Lo que me interesa es que es hermosa y puede satisfacer mis deseos sexuales. Ya verás que ella nos dará un bebé rápido, aparte de recibir más herencia de parte de mi padre —levantó las cejas y sonrió.
—Hijo, espero que no te arrepientas —lo miró fijamente.
La voz del padre de Tomeo intervino.
—¿Dónde está la prostituta? —preguntó él con voz elevada.
—Esposo, cálmate. Ella se fue y no pondrá un pie en este lugar. Decidió borrar todo y olvidarse de nuestro hijo. Hablé con ella, y decidió irse para no traernos problemas. Sabes que te desconozco con esa actitud. ¿Qué pensará la gente? ¿Que eres un hombre violento que me maltrata y que golpea a las mujeres? —le dijo.
—Cállate, mujer. ¿Qué quieres que todos los de arriba te escuchen? Hay gente. Baja la voz. No es necesario que grites. Tiene suerte, mi hijo, de aceptar a la elegante mujer que tomó el lugar de esa zorra golfa que engañó a nuestro hijo —dijo en voz baja, chequeando el celular para ver si le habían mandado un mensaje.
—Me importa poco que todos escuchen la clase de hombre desinteresado que eres. Estoy cansada de que manipules a nuestro hijo. Lo que le hiciste a la pobre mujer está mal —respondió la madre.
—Se lo merecía. No la defiendas. Me hace recordar a mi madre. Esas vidas solo traen desilusión. No quiero que mi hijo viva eso. Mi madre, que en paz descanse, tuvo una vida desgraciada. Me abandonó. Pasé poco tiempo con ella antes de que muriera. No quiero que infeste a mi hijo. Todas estas riquezas las obtuve gracias a mi padre. Con mi madre, no hubiera tenido nada —dijo con molestia.
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Mamá te conseguimos un Ceo
Roman d'amourElla oculto su embarazo, y no dijo nada a su prometido, y decidió huir lejos embarazada, el único detalle era que ella no estaba sola en el proceso de embarazo. Siete años más tarde ella regresa con trillizos en brazos que se parecen a él, ambos se...