Xiao y la mujer y los pequeños se quedado finamente mirando a Paco, la cara de la mujer extraña cambió de semblante pasó de alegre a desafiante e intimidante como si le enojada que Paco haya aparecido en él. Momento menos oportuno, como si le estropeada algún plan.
La mujer frunció el ceño y Paco frunció el ceño también.
—¡Largo— exclamó Paco!
La mujer dijo:
—Lo siento yo solo quería darles paletas a los niños, no me iré quiero comprarles sorbete a mis hijos son ellos —la mujer señaló a sus hijos entre las edades de ocho y diez años.
—Ah era eso lo siento, pero como en esta vida hay que andar precavidos entiéndame a mi si algo le pasa a los pequeños eso sería un caos, lo siento está bien si no iba hacer nada malo a los pequeños aceptaremos las paletas —Dijo Paco retando.
—No se preocupe —Añadió mientras se dio la vuelta para esperar que la fila de persona se moviera.
Paco miró a Xiao mientras que con su mano arrebato las paletas de los pequeños y las abrió cada paleta y la olió para oler y descubrió que no había peligro.
Pero alcanzó a ver una pequeña sonrisa que la mujer hizo.
—No se comerán las paletas —dice Paco mirándole.
La mujer extraña se dio la vuelta al escuchar esas palabras.
—¿Por? —Preguntó la extraña mujer.
—Tu sola te hundes y no me moveré de aquí no dejaré. Una mujer sola con sus hijos sabiendo que estos lugares son peligrosos —Dijo Paco arrugado la nariz.
—Que insinúas que soy una mujer mala y perversa aparte sonreía por este meme mira —Dijo la mujer mostrando la pantalla de su celular señalando con su dedo indicando el meme del que se reía.
—Entonces Porqué estás sonriendo como si las paletas tuvieran algo, yo no he dicho que eres perversa pero tu sólita te hundes, tengo un arma k40 si intentas algo te quedas muerta aquí mismo, es más tus paletas se van a la basura, mira cómo se van a la basura —Dijo Paco a punto de moverse cuando la mujer extraña abrió su boca.
—No tienes humor de nada eres miedoso —Dijo la mujer extraña entre dientes.
Xiao guardo silencio no entendía nada del porqué la actitud de Paco pero agarro las manos de sus hijos y al oído les dijo: —Quietos pequeños no comerán nada aguanten que ya casi pasamos por el sorbete —Dijo Xiao en cada oído de los trillizos y eso calmo a los pequeños la voz de su madre los tranquilizo.
—Las paletas me lo guardaré en el bolso de mi pantalón para mayor seguridad —Dijo Paco guardándoselas en el pantalón.
La mujer extraña se molestó y se salió de la fila Paco la siguió con la vista y la mujer extraña agarro a los niños, pero uno de los niños mostró un papel con su letra a Paco y él lo vio decía: "Estamos secuestrados ayúdanos".
Paco salió corriendo y alcanzó a la mujer.
—¡levante las manos si no quiere que llame a la policía! —Dijo Paco con voz ronca.
—Ahora que quieres loco — Dijo la mujer extraña.
—Uno de los pequeños mostró un papel que decía que necesitaban ayuda —Dijo Paco.
—Solo es una broma, hacemos eso para asustar a las personas y es divertido funciona —Dijo uno de los pequeños de aproximadamente ocho años.
—Lo siento mal intérprete todo —Dijo Paco con duda.
—Si me permite me retiraré con mis hijos y no tengo que estar aguantando a una persona acosadora como usted —Dijo la mujer retirándose, Paco quedó desolado y pensó que quizá él estaba sufrido paranoia.
Paco regreso y se quedó en una esquina mientras que todos en la fila esperaban pasar, pero aun así Paco sentía que estaban observándole en ese momento era hora de que Xiao pasara y comprara sorbete para los pequeños hambrientos.
—cinco sorbetes de todos los sabores por favor —dice Xiao al sorbetero que los preparaba.
—OK son señorita 2.50€ —añadió el hombre.
—Mami, comida, morimos de hambre —dijeron los pequeños inquietos.
—Ya casi mis amores, paciencia —Dijo Xiao calmándole con su voz.
El sorbetero paso los conos de sorbete uno por uno a Xiao hasta llegar al final.
Xiao pago la cuenta al sorbetero incluso le dio propina alta billete grande.
—Señorita me ha dado de más —Dijo el sorbetero.
—No se preocupe quédese con el cambio feliz día —Dijo Xiao con una sonrisa.
—Gracias Señorita —Dijo el sorbetero y Xiao se retiró y se fue con sus pequeños a la esquina Donde estaba Paco.
—Toma el sorbete por tu ayuda y no dejarme sola este día, no sé qué hubiera pasado con esa mujer extraña regalando paletas cuando nadie te da nada gratis en estos tiempos —añadió Xiao.
—Gracias que gentil, no aceptes nada que te dan ni para ti ni para tus pequeños —Dijo Paco como advertencia.
—Entiendo —Dijo Xiao sabedora a lo que es el mundo afuera.
—Terminémonos los conos de sorbete ya que en la tienda donde venden ropa no nos dejaran entrar comiendo, y lo peor que la dueña es algo amargada con lo lujoso que es ese lugar es estricta hasta con la limpieza —Dijo Paco.
—Que feo —Dijo Xiao mientras vio a sus pequeños comiendo sorbete.
En ese momento que ella comía le pareció ver a Raquel una vieja amiga entonces ella intento bajar un poco la cabeza e intentar darse medio la vuelta para no ser descubierta.
Ella miró de reojo aprovecho ya que Paco estaba entretenido jugando un juego en su celular y a la vez comiendo, mientras los pequeños comían también.
La llamada del celular sonó y Xiao salto era la llamada de Isas ella respondió mientras su corazón se acelerará.
—Isas —dijo Xiao con miedo.
—Estoy decepcionado solo eso quería que supieras, estoy partido en mil pedazos, como pudiste Xiao, como pudiste hacerme esto a mí, ¿Dónde está la confianza entre tú y yo?, ¿Dónde está la confianza entre los dos de estos siete años?, ¿Por qué hiciste eso no tienes necesidad mujer promiscua o sí? —Pregunto Isas molesto en el celular.
—Yooooo....
—No Xiao adiós cuando llegues a la mansión hablamos si es que tengo ganas de hablar con una mujer que me miente, aunque no se si eres tú o esa gemela que vi esa noche, nunca te lo dije, quiero pensar que es ella y no tú, aunque ahorita tengo cosas que pensar, pero no se. A que juegas o si eres de doble identidad, me dolió verte en la cama con ese bato —dice Isas colgando la llamada y Xiao se quedó anonada.
El cuerpo de Xiao se estremeció y una de sus lágrimas rodo por sus ojos esa gota gorda rodo por sus ojos de. Dolor y desolación esa herida nuevamente se abrió.
Los pequeños andaban jugando y comiendo cuando una mujer choca con el pequeño.
En ese momento un grito fue soltado por una mujer con voz chillona casi era como una tortura escucharle.
—¡Mocosuelo! — Dijo la mujer exclamando bien molesta que casi pensaron que agarra a los niños del cabello por su forma de actuar y reaccionar era para que agarran a los pequeños del pelo por andar jugando.
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Mamá te conseguimos un Ceo
RomanceElla oculto su embarazo, y no dijo nada a su prometido, y decidió huir lejos embarazada, el único detalle era que ella no estaba sola en el proceso de embarazo. Siete años más tarde ella regresa con trillizos en brazos que se parecen a él, ambos se...