Reencarne sin querer y además.... ¿Por qué las túnicas negras?

Esto no estaba en el libro

Ya ha pasado una semana desde que hice dos nuevas amigas...

Amigas...

Una palabra curiosa para describir la relación en la que me encuentro ahora. Esto se debe principalmente a la dinámica que tengo con cada una de ellas.

Si bien me llevo mucho mejor con Eirwen, ya que la ayudo con temas académicos y pasamos tiempo juntos en la biblioteca, ella estuvo un poco nerviosa al principio. No sabía cómo comportarse o qué implica ser un amigo de verdad. Hubo un momento gracioso cuando entró en pánico y sus orejas y cola se movieron de manera descontrolada.

En cambio, mi relación con Lilia es aún más peculiar, podría describirse como una especie de amistad con rivalidad. Ella se enfoca más en los estudios y dedica la mayor parte de su tiempo a investigar y estudiar diversas materias. En este sentido, me recuerda un poco a Hermione. Sin embargo, Lilia puede salir de su zona de confort, los libros, para explicar sus teorías o compartir sus experiencias. Además, a regañadientes acepta en ocasiones que la supero, no en conocimiento, sino en teoría. Aunque se frustre bastante, siempre está atenta a lo que hago.

De hecho, Lilia me desafió a ver quién obtiene el primer lugar en los exámenes finales del primer año. Lo hace más por orgullo que otra cosa, aunque lo toma en tono de broma. Es curioso, ya que tenemos conocimientos que superan a los de los niños de nuestra edad, especialmente ahora que estudiamos juntos y repasamos nuestros apuntes, manteniéndonos ambos entre los cinco mejores de la escuela.

Si bien Eirwen no es la mejor en Slytherin, ha estado mejorando desde que se unió a nosotros. Aunque es cierto que nos supera a ambos en algunas especialidades, como la herbología. Siempre logra que las plantas que toca se comporten de la mejor manera o den los mejores resultados.

¿Podría haber alguna conexión entre su linaje y la naturaleza? ¿O tal vez los hombres lobo son especialmente sensibles a la naturaleza?

Nunca tuve la oportunidad de ver esta característica en Freya. No es que a ella le importe demasiado. Más bien, pocas o casi ninguna vez le vi interactuar con alguna planta mágica para ver que pasaba.

En cuanto a mi rutina, tuve que modificarla para que ellas no sospecharan de a dónde voy. Esto es esencial para mantener en secreto mi papel como cazador de mortífagos o magos oscuros. Por las mañanas, nos encontramos en la salida opuesta del castillo, la que lleva a la cabaña de Hagrid, y pasamos junto a él, saludándolo si está presente. Ahora hemos unido nuestras rutinas de entrenamiento y salimos a correr juntos, además de hacer algunos ejercicios ligeros. Aun así, sigo yendo a la Sala de los Menesteres cuando no estoy con ellas.

Ambas, sin decirlo explícitamente, me han estado enseñando a circular la energía mágica en mi cuerpo. A pesar de que no soy alguien de Elusiym, al parecer, Emilia dio instrucciones a los más jóvenes para enseñar esto si la persona cumple ciertos requisitos. Aún no los conozco, pero tal vez pregunte por ellos más adelante.

Dado que ya hacía entrenamiento físico antes, no tuve problema para seguirles el ritmo. Entre nosotros, Eirwen es quien presenta un físico excepcional, siendo mucho más resistente que nosotros dos y la más exigente consigo misma. Cuando le pregunté por qué entrenaba tanto, me respondió que Lady Freya esperaba mucho de ella y no quería decepcionarla.

Así son las mañanas, y luego nos dirigimos a desayunar. Ahora nos sentamos en el borde de la mesa de Ravenclaw, esto debido a que Eirwen viene con nosotros. Los ojos curiosos no se hacen esperar una vez que ella se acerca a la mesa y come con nosotros. Aunque mi mente ya es de un adulto y los rumores no me importan, me sorprendió que fuera lo mismo para Lilia, a quien no le importaba mucho. La que más se ve afectada es Eirwen, aunque igualmente se está acostumbrando.