Reunión en el castillo

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Había pasado un día desde mi reunión en Elysium, y puedo decir que todo fue por buen camino. En lo que respecta a logística y negocios, los resultados han sido positivos, mostrando un claro potencial de crecimiento.

Las misiones que encomendé también avanzan según lo planeado: la continuación del desarrollo del artefacto de detección, la investigación del caso de Sirius, la infiltración al Ministerio y la planificación para la misión en Azkaban. Todo está progresando para futuros pasos estratégicos.

Sin embargo, lo que más me sorprendió fue el regalo que recibí. Incluso estando solo en mi habitación, aún me cuesta asimilarlo. El brazal es perfecto: se adapta perfectamente a mis tres identidades, pasando por un accesorio normal si cubro las runas y el compartimiento de la varita.

En cuanto a la varita en sí, tiene un diseño algo ostentoso para mi gusto. Es delgada, con acabados delicados, y su apariencia se asemeja a un estoque diminuto. Aunque elegante y sofisticada, su color negro y las líneas que combinan con el brazal le dan un aire imponente. El mango está envuelto en un material similar al cuero que mejora el agarre, lo que se agradece al manejarla.

Al probarla, comprobé que funciona como una varita común, muy similar a mi varita personal. Sin embargo, descubrí algo peculiar mientras la usaba, algo que me llamó la atención de inmediato. Aunque prefiero mantener ese detalle reservado por ahora, creo que podría ser útil más adelante, aunque espero no tener que usarlo.

Por otro lado, aún siento el cuerpo adolorido después de mi entrenamiento con Freya. Fue intenso. Durante las dos horas de práctica, me dediqué mayormente a esquivar sus ataques, mientras ella me bombardeaba con magia de hielo y golpes capaces de destrozar rocas. Aunque fue agotador, me permitió practicar mis técnicas de escape y, de paso, mejorar mi habilidad para realizar un movimiento instantáneo mediante magia.

Recuerdo un momento clave del enfrentamiento: retrocedí bruscamente ante uno de sus ataques, dejando salir una gran cantidad de energía mágica. El resultado fue un movimiento tan rápido que incluso Freya quedó desconcertada. Esa reacción me permitió ajustar mejor la técnica para futuros usos.

Freya parecía satisfecha al final. Movía su cola con entusiasmo y mantenía sus orejas erguidas con orgullo. Por mi parte, trataba de recuperar el aliento mientras mantenía una postura firme. Aunque fue extenuante, noté que ella se contuvo ligeramente, probablemente influida por los recientes eventos que mencionó Emilia y la amenaza hacia sus similares.

El entrenamiento consistió principalmente en que yo esquivara ataques a quemarropa mientras trataba de mantener la calma. Hubo intercambios de alta velocidad, aunque nada excesivo. Además, pude poner a prueba mis sentidos mejorados, sintiendo cómo Freya manipulaba la energía del entorno para crear fenómenos como carámbanos de hielo que se lanzaban a velocidades absurdas en mi dirección. Aunque mostré mi habilidad para teletransportarme, esto no la sorprendió demasiado, ya que me había visto usarla antes.

El enfrentamiento atrajo la atención de muchos. Varias personas se reunieron para observar el intercambio entre magia y habilidad física. Al final, ambos asentimos mutuamente y dejamos escapar un suspiro al aire.

Después, noté las miradas entusiastas de algunos cadetes que me observaban, mientras que el grupo de Freya se acercaba a ella para ayudarla a descansar. Eirwen, especialmente, parecía emocionada, sosteniendo una katana con firmeza mientras intercambiaba palabras con Freya.

Tras despedirme discretamente, abrí un portal y regresé a mi habitación vacía. Cambié de apariencia y me recosté en la cama, exhausto pero satisfecho.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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Reencarne sin querer y además.... ¿Por qué las túnicas negras?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora