Pasaron los días, y con ellos, el castillo se vio envuelto en múltiples cambios que solo los profesores, auxiliares y el director conocieron al detalle.
Como era de esperar, las reformas no tardaron en ponerse en marcha. En primer lugar, la biblioteca. Además de expandirla y realizar mantenimiento en múltiples secciones, reforcé las magias defensivas y de conservación sobre los libros antiguos. Gracias a la autorización de Lord Leon y al material, como piedra y madera, que había traído, pude ampliar considerablemente la gran sala de la biblioteca, haciendo que fuera mucho más espaciosa y con una ambientación más moderna, aunque manteniendo el estilo medieval que la caracterizaba. También añadí salas privadas para el estudio, diseñadas para evitar molestias. Estas salas contaban con amplias ventanas que permitían visibilidad al interior, asegurando que no fueran utilizadas con fines indebidos.
La gran expansión no pasó desapercibida, y llamó mucho la atención de los profesores. La mayoría quedó boquiabierta al ver cómo la magia transformaba todo. Admito que fue divertido observar sus expresiones de asombro.
Tras completar la ampliación, ordené catalogar todos los libros existentes y me propuse recuperar aquellos que faltaban. Con el paso de los años, muchos libros de la biblioteca habían desaparecido, ya sea por descuido o debido a antiguos alumnos que no los devolvieron. Esto había afectado la capacidad de la biblioteca y había provocado la pérdida de materiales importantes. Para solucionar este problema, activé una formación mágica desarrollada por la misma Rowena Ravenclaw.
Según explicó en sus escritos, Rowena había creado esta formación durante su búsqueda de conocimiento, ya que muchos robaban sus tesis y libros personales. Este hechizo especial era una versión modificada del Accio, con múltiples capas de protección e identificación. Además, cada libro estaba grabado con un círculo mágico que actuaba como una brújula para localizarlo. Si el círculo era destruido, el libro se volvía irrecuperable.
Una vez activé el círculo mágico, escondido en la bodega de la biblioteca (una habitación llena de pergaminos y plumas), este hechizo comenzó a actuar como un teletransportador a larga distancia, potenciado por la magia del castillo. Frente a la bibliotecaria y a mí, aparecieron montones de libros amontonados de manera desordenada. La bibliotecaria, visiblemente sorprendida, quedó intrigada por la eficacia de la magia. Posteriormente, ordené a los elfos domésticos separar cuidadosamente los libros para preservar aquellos en mejor estado.
Para facilitar la gestión de la biblioteca, le concedí a la bibliotecaria nuevas autorizaciones y recursos. Ahora tenía acceso al almacén para recuperar materiales de escritura, permiso para explorar todas las áreas de la biblioteca sin restricciones, y la capacidad de registrar los préstamos y sus fechas de devolución en un libro prestamista mágico oculto en el almacén. Esto último la dejó bastante consternada, ya que hasta ese momento llevaba un registro manual de los préstamos.
Otra de las facultades que le otorgué fue la capacidad de vetar a alumnos específicos de la biblioteca. Este sistema, vinculado al libro prestamista, identificaba automáticamente a los alumnos como "no bienvenidos", y el castillo bloqueaba su entrada por cualquier medio.
Para completar las mejoras, asigné un elfo doméstico como asistente exclusivo para la bibliotecaria. Este elfo la ayudaría en sus labores cotidianas y en el cuidado de los libros y las instalaciones.
Siguiendo con las reformas, fue el turno del ala médica, que originalmente consistía en una gran habitación con muchas camas dispuestas de manera uniforme.
Lo primero que hice fue modificar la estructura de la sala, haciéndola más espaciosa y ampliando las ventanas para aprovechar mejor la luz natural. A continuación, creé un segundo piso que contaba con menos camas, pero con mayor espacio dedicado a atender casos urgentes. Estos dos niveles no estaban conectados por escaleras convencionales, sino por una especie de elevador mágico que funcionaba de manera similar a las escaleras móviles del colegio, pero con un desplazamiento horizontal. Curiosamente, fue el propio castillo quien interpretó mi idea y la materializó de una manera mucho más eficiente y elegante de lo que había planeado.
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Reencarne sin querer y además.... ¿Por qué las túnicas negras?
FanfictionUn día como cualquier otro , gracias a un desastre repentino termine por encontrar mi fin en esa vida ... morí.... me dieron la oportunidad de reencarnar en un mundo que deseara, pero me negué. No porque no quisiera solo porque ya estaba conforme co...