Más poder

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Un pequeño cráter se formó en la tierra corrompida al estamparse Kan Golge contra ella. Se incorporó furioso, más que nunca, lo habían vuelto a interrumpir.

–¡Más poder!– reclamó.

Ya no le importaba nada más que su venganza, ya que el miasma que había acumulado había aumentado su influencia sobre él.

Abrió los brazos, y todo el miasma a un kilómetro a la redonda se precipitó sobre su dueño de golpe, bruscamente, aumentando su poder, pero afectando la estabilidad de su ser.

Todos los perdidos de la zona perdieron su miasma de repente. Cuando despertaban, aún tenían miasma en sus cuerpos que los mantenía enteros, pero que ya no podía controlarlos. Ahora, no estaba en ninguna forma, todo estaba siendo absorbido por el vampiro. Se desmoronaron, desapareciendo para siempre.

Él caminó hacia ellos, paso a paso, bloqueando las flechas de la elfa con el miasma que parecía hervir a su alrededor. La miró, y cientos de círculos mágicos se formaron en torno ella, aprisionándola en una especie de esfera de más de cien metros de diámetro.

Un rayo de miasma surgió de uno de los círculos, que ella bloqueó con tres Flechas de Luz. El problema era que todos los demás círculos se estaban activando.

–¡Hermana!– exclamó la lince.

Estaba corriendo hacia el vampiro, pero volvió con Goldmi mediante Siempre contigo, se metió En la Sombra y ambas se Sincronizaron.

La elfa era ágil, pero no tanto como la vampiresa o la felina. No obstante, una vez Sincronizada con su hermana, podía notar como sus sentidos se agudizaban, así como su sentido del equilibrio.

Rodó hacia un lado para esquivar un rayo de miasma. Mientras disparaba tres Flechas de Luz con Tres mejor que una y Dispara Como Sea, saltó hacia adelante esquivando dos, y hacia un lado esquivando otro.

Las tres flechas explotaron con Sobrecarga de Luz, destruyendo tres círculos mágicos, que resultaban apenas una minúscula parte de los que había, le quedaba mucho para librarse de ellos. Además, era peligroso intentar escapar, pues significaría estar muy cerca de algunos y no poder esquivarlos.

Dos más fueron cortados por los Filos de Viento de la azor, mientras que la kraken usaba agua y Tinta para tratar de dañarlos. No obstante, no había tantos que estuvieran a su alcance.

La elfa rodó hacia atrás, y alzó una Coraza Verde para defenderse de uno de los que venía por el lado. Por desgracia, las plantas sólo habían crecido lo suficiente para convertirse una pequeña protección. En caso contrario, la habilidad le hubiera ofrecido una firme defensa.

Un escudo redondo sacado del inventario la protegió de otro, mientras que más de una docena de ataques explotaron alrededor. Le habían cortado todas las vías de escape, por lo que se había visto obligada a bloquear.

Guardó el escudo ligeramente abollado en el inventario, temblándole el brazo. No tenía habilidades para usarlo, y cada ataque era muy poderoso. Si recibía un impacto directo, quizás no moriría en el acto, pero podía quedar malherida. No estaba segura hasta qué punto Barrera Ciclónica podía defenderla.

Por ahora, debía seguir esquivando y erosionando el hechizo enemigo. No podía apoyar a sus compañeros, aunque le quedaba el consuelo de que todo ese poder y concentración no lo podía ejercer contra ellos.



Gjaki y Eldi siguieron su carrera hacia el vampiro. La mejor forma de ayudar a su amiga era tenerlo ocupado, que tuviera que centrar su atención en ellos. Por supuesto, mejor aún si acababan con él.

Eldi le lanzó dos Jabalinas, una tras otras, empuñó el hacha y ejecutó un Abismo No creía que las lanzas pudieran dañarlo, pero sí distraerle. Si podía desequilibrarlo con la habilidad de hacha, quizás él o Gjaki podrían lanzar una poderosa ofensiva.

Al mismo tiempo, Gjaki había invocado dos Mastines de Sangre que mandó abalanzarse contra Kan Golge. Estos llegaron apenas unos instantes después que las Jabalinas, y se disolvieron contra el denso miasma que rodeaba a su enemigo. Quizás, la magia de oscuridad era resistente al miasma, pero no la sangre que formaba parte del hechizo.

Las lanzas no se disolvieron, pero apenas lograron perforan la gruesa protección. La tierra se abrió tras el Abismo, pero se detuvo ante las defensas del vampiro, quien a costa de su propio cuerpo, había ganado un poder inmenso.

Eldi siguió golpeando con el hacha, probando con Doble Filo, Rebanar, X o Despedazar. Conseguía poco a poco penetrar en la defensa de miasma, pero ésta seguía siendo sólida.

También lanzó Bolas de Fuego, Hielo y Rayo, probando si algún elemento era más efectivo, pero por ahora todos los ataques se estrellaban contra el muro de miasma que rodeaba al vampiro. Conseguía desgastar las defensas, pero no era suficiente.

La vampiresa atacó con Mil Latigazos, aunque canceló la habilidad al ser inefectiva. Incluso Toque Purificador había perdido el efecto tras unos pocos impactos. Decidió reforzar su cuerpo con Sobrecarga Sanguínea y atacar directamente. El miasma no la afectaba mucho, por lo que igual podía sorprender a su enemigo.

Dado que la defensa era muy resistente, se decidió por Taladro. Era un ataque relativamente lento, pero muy poderoso. Quizás su enemigo podía esquivarlo, pero al menos debería atravesar la capa de miasma.

Para su sorpresa, Kan Golge no se inmutó, sino que miraba a Goldmi. Le pareció extraño, tenía la sensación de que estaba tramando algo, pero no podía dejar de atacar sólo por sospechas. Su amiga estaba en serios aprietos si no lo distraían, si no interrumpían el masivo hechizo.

Rotó sobre sí misma, con los brazos estirados y empuñando ambas dagas. Aunque con cierta resistencia, empezó a penetrar en el escudo de miasma.

–Demasiado fácil– se preocupó.

En esa posición, le resultaba difícil observar que sucedía, pero podía hacerlo a través de un Murciélago. Con Pensamiento Paralelo, resultaba fácil hacer varias cosas a la vez.

No entendía por qué su enemigo no reaccionaba, ni la poca resistencia que ofrecía su cuerpo. Tras atravesar el miasma, estaba agujereando al vampiro.

De repente, él se giró y la miró, sonriendo, ajeno a estar siendo atravesado. Entonces, Gjaki sintió que todo su cuerpo se detenía, que su propia sangre se le escapaba de su control, y la habilidad se cancelaba.

–Eres poderosa, pero, ¿crees que nunca antes me he enfrentado a vampiros ancestrales poderosos? ¡Ja, ja, ja! Desarrollé está medida practicando con mis hijos. Con mi poder actual, es como quitarle un caramelo a un niño. Me vienes bien. Tu corazón y tu sangre me ayudarán a estabilizarme por unos años– se burló de ella.

–¡Suéltala!– exigió Eldi.

Aumento su poder con Sobresfuerzo, sin importarle las repercusiones de la habilidad. Asimismo, ejecutó Todo o Nada Físico y Todo o Nada de Maná. Aquello tendría un coste cuando acabaran de tener efecto, pero ahora sólo importaba rescatar a su amiga.

–Estate quieto, insecto– lo miró durante unos instantes el vampiro.

Sus ojos ahora negros irradiaron brevemente un brillo rojo al lanzar Agonía.


–¡¡¡AAAAAARGHHH!!!– gritó el alto humano de dolor, desplomándose en el suelo.

Regreso a Jorgaldur Tomo V: Reencuentro (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora