Capitulo 79 :D

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-(Corre, corre, corre!) - el chico reptil corría a toda velocidad.
Pasaba encima de los charcos de agua formados por la lluvia sin importarle lo más mínimo que se estuviese empapando.
Eran las siete y media pasadas, estaba llegando tarde.

Cuando al fin llegó a la calle dónde vivía, pudo ver como su madre lo esperaba en la entrada del edificio acompañada por Rabbito y unas maletas.

En cuanto la pelinegra vio a su hijo, se acercó a él con una expresión de rabia en sus ojos.
Antes de que el adolescente pudiera decir nada, le dio una cachetada en la mejilla - Sabes que hora es Raptor? - preguntó con un tono de voz neutro y a la vez terrorífico mientras que mostraba la hora en su celular.

-L-las diecinueve treinta y seis - respondió el chico reptil mientras que sentía como las lágrimas le volvían a subir a los ojos.

-Y a qué hora te había dicho que teníais que estar en casa? - el tono de voz de Akari hizo quel chico reptil sintiera escalofríos.

-A-a las siete y media. L-Lo siento por llegar tarde - se disculpó Raptor bajando ligeramente la cabeza y clavando su mirada en el suelo de la calle.

Al parecer ese gesto molestó aún más la adulta pues, de un gesto brusco, agarró el cabello de su hijo y lo tiró hacia arriba para que este levantará la cabeza - Cuando habló me miras a los ojos. TE QUEDA CLARO!? - preguntó esta vez gritando tan fuerte que las pocas personas que pasaban por esa calle, aceleraron el paso para alejarse lo más rápido posible de esa pelinegra.

Rabbito quisó decir algo pero se volvió a encontrar con la mirada de su hermano que le rogaba que no hiciera nada que pudiese empeorar la situación.

-WATASHI NO ME O MITE ITTA NO NI, IMAIMASHI! -gritó la pelinegra tirando más fuerte el cabello del adolescente mayor.

(Traducción: TE HE DICHO QUE ME MIRES A LOS OJOS, JODER!)

-G-gomen, Okasan - se disculpó Raptor aguantando el dolor. Su madre le tirada cada vez más fuerte del cabello.

(Traducción: L-lo siento, mamá)

De un gesto brusco, Akari soltó el cabello de su hijo - Y no llores, ni que fueras marica! - gritó con un tono de voz más bajo.

-S-si...- el chico reptil de secó con un gesto rápido las lágrimas que brotaban de sus ojos.

-Cuando lleguemos a Japón, te quedarás encerrado en tu habitación todo un día y durante una semana no podrás ni cenar ni hacer aparecer tus rasgos de reptil aunque estes solo. Eso te aprenderá a no llegar tarde a los sitios - dijo con voz firme la adulta.

-Si. Okasan...- Raptor aceptó su castigo sin quejas. Los castigos de su madre siempre habían sido horribles y sentía como volvía a ser el niño de nueve años que su madre pegaba y castigaba todo el rato.

-Que? No puedes hacer eso! - dijo el chico conejo - Raptor no puede estar más de diez horas sin mostrar sus rasgos de reptil.
Si le obligas a no poder mostrarlos y además no le dejas comer bien, se va a desmayar como la última vez!

-De eso va su castigo, tiene que darse cuenta de la tontería que ha hecho - dijo Akari con un tono firme.

-Pero si ha llegado cinco minutos tarde! No se merece un castigo por eso!

-R-Rabbit por favor, n-no digas nada más. Me merezco este castigo.
O-Okasan tiene razón - habló con una voz débil el chico reptil.

-Escucha a tu hermano y cállate si no quieres tener tu también un castigo -
advirtió la adulta.

Unos segundos después, un taxi llamado por esta llegó.

-Vámonos, tenemos que llegar con tiempo al aeropuerto para no perder el vuelo - dijo de un tono falsamente alegre la pelinegra mientras que habría la puerta del taxi.
Los dos adolescentes se subieron al coche amarillo sin decir una palabra...

La familia VkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora