Capítulo 90

72 9 30
                                    

-Entonces...Esta o está? - Víctor tenía en sus manos dos sudaderas y las mostraba a su hermano que miraba las prendas intentando encontrar la diferencia entre las dos.

-Si son iguales...- dijo sentándose en su cama y encogiéndose de hombros - Sudaderas azules a las cuales papá les cosió una S por mi nombre.

-Te equivocas! - el spartano mostrò dramáticamente una de las dos sudaderas - Esta es más...Azulada mientras que la otra...- el adolescente mostró la segunda prenda - Es más...Cálida...

-Si no te conociera, pensaría que estás loco pero como te conozco estoy seguro de que lo eres - dijo el menor - Venga ya Vic! Si son iguales!

-Y yo que sé! Es tu ropa no la mía! No es mi culpa que no seas original y siempre lleves lo mismo! - se defendió el de ojos verdes.

-Tan importante es la sudadera que lleve?

-Pues claro! Es una cita! No puedes ir con la ropa que llevas! - Víctor señaló la vestimenta de su hermano: su típica sudadera azul remangada hasta los hombros por el calor, unos pantalones cargo negros, idénticos a los que se ponía en invierno salvo que los que usaba ahora, eran más ligeros y le llegaban hasta la rodilla.
Sin olvidar unos zapatos del mismo azul que su sudadera.

-Literalmente llevo la misma sudadera que quieres que me ponga!

-Noooo, está es más azulada!

Los dos adolescente hubiesen podido seguir discutiendo por horas si no fuera por el peliazul que al oirlos alzar la voz, entró en la habitación de Sparta interrumpiendolos.

-Que esta pasando aquí?

-Sparta tiene una cita y no se quiere vestir apropiadamente!

-Vic! Me prometiste que no dirías nada, ya sabes cómo se pone papá con este tema - susurró el menor para que solo lo oyera su hermano.

Hubo unos segundo de silencio en los cuales los dos adolescentes miraban a su padre temiendo la reacción que podría tener este último.

El peliazul simplemente miraba a Sparta de arriba a abajo antes de romper el silencio diciendo:

-Y piensas ir así?

-Venga ya! Si toda mi ropa es igual! - repitió Sparta. Debía admitir que se había sorprendido por la reacción tan positiva de su padre, pero el comentario de este le hizo olvidarse por completo su sorpresa.

-No estoy de acuerdo. Por ejemplo...- Timba agarró una de las dos sudaderas que su hijo mayo sostenía - Está es más azulada.

-JA! TOMA YA! - festejó el de ojos verdes...

~Unas horas después~


El chico reptil escondía en sus bolsillos sus manos temblando de la emoción y nervios. Estaba esperando a su amigo al lado de la parada de autobús donde habían quedado.

No podía evitar mirar al rededor suyo inquieto y repitiendose en su cabeza:

-(No vendrá, no vendrá, no vendrá, no vendrá...)

-Ey Raptor! - los ojos bicolores del llamado se iluminaron al reconocer la voz de su amigo - Perdón por el retraso - se disculpó este último.

-Tranquilo, no pasa nada - dijo el chico reptil con una sonrisa en su rostro. Una mezcla de alegría, alivio y emoción apareció en su corazón que latía cada vez más rapido.

Sparta también tenía una sonrisa en su rostro y aunque no fuese como un libro abierto, se podía notar la emoción del adolescente - Vic me hizo probar en bucle tres sudaderas iguales hasta que eligió la primera de todas. Parecía que iba a ser él el que había quedado contigo por la energía que tenía.

La familia VkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora