Capítulo 80

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Rabbito miraba a su alrededor. Ya estaba sentado en un asiento del avión al lado de su hermano y como un niño pequeño, se cruzó de brazos y hizo un mueca.
Aprovechando que su madre se había ido al baño, empezó a quejarse:

-Recuérdame porque hemos seguido a esa loca... - dijo casi gruñendo.

-Porque es nuestra madre y no tenemos opción - respondió el chico reptil mientras que miraba por la ventana. El avión aún no había despegado y tardaría un rato en hacerlo.

-Pero si no ha estado para nosotros ni la mitad de nuestra vida! Ella no es nuestra madre! - se volvió a quejar el chico conejo levantando uno poco su tono de voz.

-Baja la voz quieres! Si te oye decir eso no vas a acabar bien...

-Es que no entiendo porque estamos en este maldito avión! Ella no puede decidir nuestras vidas! - insistió Rabbito.

-Legalmente sí y no podemos hacer nada para evitar eso - explicó Raptor.

-Estoy hablando de sentido común Raptor! No de leyes! De verdad vamos a dejar que nos pudra la vida!? De verdad vamos a volver a vivir como antes!?
Es eso lo que quieres!?

El chico reptil bajó la mirada sin saber que responder. Obviamente no quería eso. Al contrario, en ese momento solo deseaba irse de ese maldito avión y volver con sus amigos.

-Raptor por favor...- el tono de voz del chico conejo se volvió más serio y tranquilo - Aún estamos a tiempo de irnos de este avión...

Esa última frase convenció a Raptor de hacer una locura que llevaba queriendo hacer desde que se había subido a ese avión.
El adolescente levantó la mirada y la dirigió hacia su madre, aún estaba en la fila para entrar al baño del avión y no parecía vigilarlos.
Después, el chico reptil dirigió su mirada hacia su hermano y lo miró unos segundos antes de levantarse de su asiento - Tienes cosas importantes en tu maleta?

El chico conejo movió ligeramente su cabeza hacia los dos lados para hacer entender que no.

-Bien, así podemos correr más fácilmente.

Al oír lo que acababa de decir el chico reptil, los ojos de Rabbito brillaron de felicidad y asintió con una sonrisa.

Unos minutos después, estaban corriendo hacia la puerta de embarque esperando que su madre se diera cuenta demasiado tarde de que se habían ido del avión.

No sabían ni cómo habían conseguido bajarse del vehículo. Solo empezaron a contar mentiras para responder a las preguntas de la azafata y al final les dejaron salir.

-No me lo puedo creer! - dijo con una sonrisa el chico conejo - Lo hemos hecho!

Raptor soltó una ligera risa. Aunque sabía que lo que había hecho iba a enfurecer a su madre y los problemas no tardarían en llegar, estaba feliz de haberse ido de ese avión - Vayámonos a casa antes de qu... - el chico reptil paró de hablar cuando su mirada se posó en un adolescente con una sudadera azul y el cabello castaño.

-Que miras?- preguntó Rabbito al notar el extraño comportamiento del mayor. Pero lo entendió enseguida cuando el también vio el adolescente que miraba su hermano - Ese es Sparta verdad? - preguntó con una sonrisa.

-N-no lo sé - respondió Raptor sintiendo como miles de dudas atravesaban su cabeza.
El chico reptil miró de nuevo al adolescente; estaba sentado en unos sillones algo alejados de la puerta de embarque y miraba su celular con una mirada vacía.
Su cabello era algo rizado y el tono marrón de este se le hizo muy familiar a Raptor.
La sudadera azul que llevaba tenía en la parte de delante un ovalo blanco con una s azul encima.
Era Sparta. Raptor estaba seguro.
Pues las pecas que se veían en las mejillas del adolescente cuando apartó su mirada del celular y la dirigió hacia el chico reptil, quitaron toda duda a este.

La familia VkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora