Nayeon
El timbre del ascensor suena indicando que llegué al piso. Camino y la puerta está abierta, las luces están apagadas y puedo escuchar la voz de Mina. Camina nerviosa junto al piano. Está al teléfono.
— ¡No me importa, tienes que encontrarla! Escucha Kai, salió hace tres horas y no ha regresado, hay una tormenta afuera y ella le teme. Tienes que traerla a casa.
Entonces se voltea y sus ojos me analizan, inquietos. Yo me quito el abrigo mojado y lo dejo sobre una silla.
— Ella llegó.
Cuelga la llamada y deja el teléfono sobre el piano. Su primera reacción es hablarme, pero no se acerca.
— ¿Dónde carajos estabas?
¿Está enfadada conmigo? ¿Ella es la que acaba de pasar Dios sabe cuánto tiempo con su ex prometido lunático, y está enfadada conmigo?
— ¿Te has puesto a pensar en todos los que están buscándote? Creí haberte pedido que me esperaras.
Su frustración es palpable, pero yo no me inmuto. Solo le escucho. Ahí está. La mirada gris y abrasadora.
— Pues disculpame por no obedecer tus órdenes — le respondo entre dientes —. Quizá necesitas alguien que sí lo haga.
Ella camina hasta mí. Se para enfrente con los brazos sobre las caderas. No está contenta con mi reproche.
— No me digas tonterías.
— Pues entonces no recrimines mis acciones. Tuve que salir. No sabía cuánto tiempo ibas a tardar con él.
— ¿Qué?
Y por primera vez detecto en su voz algo distinto a la ira. Trago saliva, intentando decidir qué es ¿Miedo tal vez?
—¿Dónde está?
Ella alza las cejas incrédula por mi pregunta.
— Pues no aquí, si eso piensas. Llamé al doctor Ahn. Se lo llevaron a una clínica psiquiátrica, está bajo custodia policial. Le harán análisis.
¿El doctor Ahn?¿Quién es él?
Nos quedamos en silencio y entonces se me escapan los pensamientos. No voy a huir de su mirada, así que mantengo la cabeza en alto.
— Yo no sé si pueda hacerlo, Mina.
— ¿Qué?
— Solo verte con él… —se me quiebra la voz
—. Lo trataste como a un perro.— ¡Tenía un arma, Nayeon! — me dice exasperada—. Tuve que hacerlo y lamento mucho que tuvieras que verlo, entiendo que te asustó.
— Sí. Me asusté — afirmo —.Pero más me asustaste tú...
Sus ojos me encuentran. Intenta tocarme y yo retrocedo instintivamente. Deja caer la mano y se me queda mirando. Se le ve atenazada por el pánico.
— Nayeon, no.
— Por favor, me estás asfixiando. Quédate dónde estás.
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❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞
Fanfiction𝐌𝐈𝐍𝐀𝐘𝐄𝐎𝐍┆━ Im Nayeon, una joven coreana de veintidós años recién graduada de la carrera de contaduría recibe un cargo de suma importancia; trabajar unos días en una de las empresas más importantes de Seúl, perteneciente a la empresaria japon...