Capítulo 55

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Cuando el auto toma el sendero que lleva al edificio de la japonesa, un pequeño golpe hace que la muchacha comience a despertar y mire a los lados tratando de adivinar en donde está.

- Oh, lo siento, había un bache.

- ¿Ya llegamos?- pregunta con la voz un poco ronca.

- Sí, estamos aquí.

Chanyeol mete el auto en el garaje y luego sube por el ascensor junto a la japonesa.

- ¿Me das tu llave?

Mina le entrega la tarjeta, el coreano abre la cerradura y le deja entrar primero. Apenas llegan, ambos se quitan los zapatos. En especial la nipona que arroja sus sandalias a un lado y se dirige directo al sillón. Pero su amigo la toma suavemente del hombro y la detiene.

- Deberías cambiarte. Buscaré algo por ti.

La muchacha le da un leve asentimiento de cabeza, por lo que el más alto desaparece en la segunda planta y aparece al rato con una remera oscura y unos pantalones de chándal grises. La japonesa los toma y desaparece en su habitación para cambiarse, mientras tanto él va a la cocina por un vaso de agua y una copa de vino para sí mismo.

Mientras se sirve de una de las tantas botellas que Myoui tiene en su reserva, unas manos delicadas le rodean por la espalda. Chanyeol coloca el corcho en la botella, la deja sobre la mesada y se voltea para encontrarse con su jefa que parece una pequeña niña que acaba de despertar por una pesadilla.

- ¿Tinto? Ese es bueno - le dice, intentando agarrar la copa. El pelinegro se lo impide.

- Tú deberías beber algo más- le tiende el vaso de agua - O prefieres que te prepare chocolate caliente.

Mina frunce el ceño mientras le da un sorbo al agua fresca.

- No soy una niña Chanyeol.

- Nunca dije que lo eras.

- Pero me tratas como a una.

- No vas a negarte a chocolate caliente Minari, vamos.

Refunfuñando, la menor acepta y se regresa a la sala para tenderse en el sofá con una manta mientras espera a su amigo pelinegro, quien regresa a los pocos minutos con una taza humeante en sus manos.

La deja sobre un posavasos que Mina colocó con anticipación sobre la mesita y se sientan cerca sobre el sofá. Chanyeol pretende mantener cierta distancia, pero ella lo jala un poco más cerca.

- ¿Qué estabas haciendo cuando llamé?

No es la primera pregunta que se esperaba, pero toma un respiro y responde.

- Estaba cenando, Baek volvió del trabajo y cocinó para mí. Ya sabes, le asusta que pueda volver a enfermarme.

- Lo siento - agacha la cabeza la nipona - Seguro no comiste por venir hasta aquí ¿Quieres que pida algo?

- No te preocupes Mina, habría venido hasta aquí incluso si solo hubiera estado envuelto en una toalla.

La castaña esboza una pequeña sonrisa. Toma la taza en sus manos y le da un sorbo.

- Me gusta. Gracias.

- Te lo dije.

- Vamos a hablar ahora, ¿Cierto?

- Creo que para eso vine.

- Bien, pienso que debería comenzar por lo que ocurrió antes de que llegaras a la oficina. Mi padre llegó antes que yo, pensé que eras tú, pero no, me pidió que me sentara y en tan solo unos segundos comenzó a levantar la voz y me mostró ese maldito periódico. Alguien quiere manchar mi nombre e hizo esto para hacerme pasar un mal rato, y como es de esperarse, Akira siempre va a preferir el dinero antes que su hija.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora