Capitulo 79

344 35 3
                                    

Nayeon

Abro a regañadientes mis párpados pesados y una brillante luz inunda la habitación. Dejo escapar un gruñido. Me siento aturdida porque casi no he dormido. Pasé toda la noche despierta en caso de que Mina volviese a tener un mal sueño. Por suerte eso no ocurrió, pero no dejó de removerse inquieta.

Cuando el despertador suena son las seis. Me deshago del amarre que los brazos y piernas de Mina me proporcionan e inclino el cuerpo hacia la mesita para apagarlo. Al voltearme, unos ojos castaños están sobre mí y una sonrisa brillante me recibe.

— Buenos días…

— Buenos días.

— Estás hermosa.

Ella alarga la mano y juguetea con los mechones de mi cabello haciéndome ruborizar. Estoy en bragas y con su camiseta azul. Seguro tengo todo el cabello enmarañado porque no me duché. Tengo que hacerlo.

— Creo que te equivocas. Yo no soy una guapa magnate que tiene una sonrisa que derrite a todas.

Mina se echa a reír y se escucha preciosa. Me encanta verle de esa forma.

— ¿Qué te parece...Si llamo y le digo a Lalisa que estoy enferma?

Una media sonrisa. Tan tentadora. Pero no, ni dejaré que falte al trabajo.

— Tienes responsabilidades, debes ir a trabajar.

Ella hace un puchero. Frunce el ceño y se desploma en la cama tapándose con una almohada.

— ¿Por qué siempre tienes que ser tan correcta?

— Porque me preocupo por ti. Chanyeol se pondrá histérico si llega y no te ve.

— ¿Vienes conmigo?

— Mina, yo no trabajo ahí. Solo voy a molestar.

— No vas a molestar. Y claro que trabajas ahí ¿Por qué crees que mi hermano canceló Londres?

Alzo una ceja y ahora la miro de brazos cruzados. Claro. Por supuesto que ella tendría que ver en eso. Ah Myoui Mina, qué haré contigo.

— ¿Así que tú pinchaste mi burbuja londinense? Eres...

— ¿Soy qué? — y parpadea con ese aire inocente. Tan tonta.

Le doy un suave empujón.

— Deja de fingir que eres inocente, que no te queda — le digo —. De verdad tenía emoción por ese viaje.

— Pues... — me toma desprevenida y me coge una mano llevándola a sus labios. La besa despacio y sus ojos juguetones me están mirando intensamente. Está fresca como una rosa y tentadora como siempre. ¿Cómo lo hace?

— Puedo llevarte ir allí algún día.

— Lo veremos — le digo — . Ahora deberías ducharte e ir a trabajar. Haré el desayuno para ti.

— ¿Cocinarás para mí? — suena esperanzada.

— A menos que quieras hacerlo tú...

— ¡No, no! Iré a tomar una ducha. Estoy contigo pronto.

Se para de un salto y toma su toalla para encerrarse en el baño. Yo la miro negando y no evito que una sonrisa se me dibuje en la cara. Tan linda.

[ • • • ]

Acabo de despedirla. Ahora el apartamento está vacío otra vez y me encuentro paseando un poco. Todavía no puedo creerlo, lo que ha pasado apenas hace unas horas.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora