Capítulo 37

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- Nayeon ¿Has visto mi cuaderno de notas?

La coreana de grandes ojos se muestra preocupada, no es una persona que acostumbre a perder sus cosas, pero este día claramente su memoria le está jugando malas pasadas.

- ¿El de tapas azules?

- Sí, ese.

- ¿Ya revisaste en tu bolso?

- En todos lados, incluso en los estantes
altos - señala a los libreros de roble junto a la pared.

- Veré en mi oficina.

La castaña se retira un momento, distrayendo por un instante a Jihyo de su búsqueda. Por más que sea consciente de que es la novia de su jefa, es casi un delito no quedar pasmado por una mujer tan hermosa como lo es ella.

Cuando Nayeon regresa, lo hace con una hermosa sonrisa en los labios, celebrando haber encontrado el pequeño cuaderno.

- No creerás dónde estaba.

Jihyo siente que le regresa el alma al cuerpo.

-Oh gracias, Nay ¿En qué lugar lo encontraste?

Se aferra a la libreta, casi besándola y acunándola en brazos como si fuese un maletín con millones de dólares dentro. Y es que en cierto modo, el objeto tiene un valor similar a ello, no por su precio o algo parecido, sino por la información que porta. Desde adelantos de balances, hasta números de la empresa y anotaciones hechas por Mina. Chanyeol es quien lo recoge al final de cada día y elabora un informe diario, hace lo mismo con cada departamento.

- Debo haberlo olvidado allí y como buena despistada que soy no debo haberme percatado, Dios mío. Gracias por traerlo, Park me mataría si supiera que lo extravié.

- No creo que Chanyeol pueda matarte, tal vez solo darte un regaño suave.

- Nunca lo viste molesto, Nayeon, y vaya que no te conviene.

La chica asiente lentamente, no quiere conocer esa parte del muchacho.

-¿Por qué es tan importante ese cuaderno? - ahora cambia de tema.

- Verás Im, aquí anoto todas las veces que te duermes en la oficina o te portas como no es debido.

Su tono burlón no es captado por la bella castaña , lo deja en claro cuando sus ojitos se abren asustados y sus mejillas se vuelven rosa intenso.

- Puedo explicarlo, solo no le digas a Mina.

Sus palabras salen atropelladas debido al nerviosismo y vergüenza que evidentemente siente. La pobre Nayeon piensa que la última semana la ha visto dormir sobre su silla en varias ocasiones.

- Te estás lanzando al frente tú sola - se carcajea la menor. - Estoy bromeando contigo, en este cuaderno llevo el trayecto de cada empleado del área de contaduría y otras cosas más, tiene notas hechas por Mina y le sirve a Chanyeol para sus informes. Todos los encargados de las áreas tiene el suyo, si lo pierdo, me cortan la cabeza.

Nayeon, aún avergonzada por la reciente broma, alcanza a interpretar eso como una baja en el pago o una posible corta suspensión por irresponsabilidad.

- ¿En serio creíste lo que dije? - pregunta Jihyo con una sonrisa y ante su tímido asentimiento se acerca para darle un pequeño abrazo.

- No podría hacerte eso por más que sea la verdad, además ¿qué es lo peor que puede hacerte Sharon?¿Castigarte?

La pregunta sarcástica enrojece aún más a la coreana, que en un acto reflejo se cubre el rostro con ambas manos.

Jihyo la mira incrédula, acaba de descubrir otro motivo por el cual Nayeon está tan cansada últimamente.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora