❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞

Capítulo 2

Nayeon

—Hola, soy Im Nayeon, contadora de la empresa Chou, mi jefe se ha contactado con usted recientemente y me habló sobre un posible proyecto de trabajo.

Para asombro propio, mi voz suena estable y segura.

— Im... Im —le oigo balbucear.

— ¡Sí!, señorita Nayeon, disculpe mi desorden mental, todos los días debo recordar cerca de trescientos nombres y es complicado, ¿qué necesita saber de la propuesta?

— Yo quería decirle que estoy dispuesta a aceptarlo, quiero realizar el proyecto señor Park.

Puedo sentir la tela de mi remera, humedecerse y calentarse debido al sudor de mi mano, esto me está poniendo muy nerviosa.

— Es bueno escuchar eso— su voz suena emocionada. —¿Está segura?

— Muy segura—respondo, aunque por dentro tiemblo como un pequeño niño miedoso. —Sé que puedo con esto.

O es lo que quiero creer.

— De acuerdo, comenzaremos con el papeleo a partir de mañana, avisaré a su jefe ahora mismo de que ha aceptado iniciar con esto.

— Muchas gracias.

— Le agradezco a usted, señorita Im, tenga buena tarde. Y colgó.

Suelto todo el aire retenido, dejándome caer sobre los suaves cojines del sillón que me abrazaban con sutileza.

— Tranquila Nayeon, tomaste una buena desición, lo hiciste bien…

[• • •]

Mina

Espero en mi oficina a mi asistente personal y representante, que se ha retirado unos momentos para atender una llamada. Gracias al cielo no tardó demasiado, esperar no es algo que me guste mucho.

—Disculpe, señorita Myoui, por favor, dígame que necesita.

— Quiero que lleves estas carpetas a las oficinas de Hirai Momo y Minatozaki Sana, luego dile a Jihyo que envíe el reporte de las últimas ventas, y por último quiero un café.

— ¿El mismo de siempre?—pregunta.

—  Eso es algo que ya no debes preguntar, Yeol.

— Lo entiendo, volveré enseguida.

Se marcha con las manos llenas de papeles, sus cabellos negros resaltando en el pasillo iluminado por luces blancas.

En su ausencia, no muy tardía, saco una página impresa hace poco, la coloco en una fina carpeta gris de tapas blandas y la dejo a un lado.

— Estoy aquí — anuncia entrando en mi despacho y cerrando la puerta para tener mayor privacidad.

— Café Latte dulce con crema— me dice poniendo el vaso frente a mis ojos y sentándose en el pequeño sillón oscuro frente a mi escritorio.

— Perfecto, quiero que hablemos de algo.

— Bien, comience usted por favor — con un gesto de manos me da pase libre.

—Es sobre el proyecto A5.

— De acuerdo, ¿qué es lo que quiere hablar específicamente?

— Necesito saber si has conseguido a alguien, si esa persona acepta formar parte de esto.

—Bueno, de hecho, la llamada que atendí hace un rato era de la persona a quien Chou le propuso el trato, me dijo que acepta.

—¿Y quién es esta persona?— pregunto.