❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞

Capítulo 34

Un tiempo pasó desde que los licenciados se reunieron en la cafetería, casi todas las mesas están ocupadas, a excepción de una, en donde se supone que debe estar la jefa junto a su asistente y secretarios. Chanyeol y Lisa están bebiendo algo, ella charla con algunas de las secretarias de otras áreas, mientras que el muchacho mira de lado a lado viendo si tal vez Myoui ya llegó.

Nervioso, le da un buen trago a su botella de agua con gas, tratando de calmarse, pero su pierna se mueve inquieta bajo la mesa. Se disculpa con las mujeres y se levanta rápido, casi escapando para buscar a las personas que están ausentes, tiene miedo ciertamente de lo que puede haber ocurrido, considerando la situación en la que se encuentran. Al salir sube al ascensor, comienza su búsqueda en el despacho principal, pero no hay rastro de que la nipona haya estado allí, luego va a la oficina de Im, tampoco hay nadie. Decide hacer una última búsqueda puntual en la sala de reuniones.

La puerta del salón está cerrada, pero las luces se encuentran encendidas, empuja lentamente y asoma la cabeza.

- ¿Mina?

La pareja en el interior se separa sobresaltada, Nayeon se baja de un salto de la mesa y Mina se acomoda por reflejo la ropa, a pesar de que no hay nada fuera de lugar.

- Oh diablos, disculpen - el chico se tapa torpemente los ojos, las chicas solo ríen un poco.

- Yeol, nos tomaste desprevenidas, toca antes de entrar.

- Agradezcan que fui yo, deben tener cuidado.

Mira entre sus dedos para ver si ya puede descubrir sus ojos, y al no notar nada extraño lo hace.

- Lo sentimos.

- Por lo visto las cosas se solucionaron.

Ambas sonríen un poco y se miran, eso es suficiente para responder la pregunta del coreano.

- Sí, todo está aclarado ya - dice Sharon.

- Me hace feliz escuchar eso, no podía soportar que no se hablaran, Dios, se sintió como cuando la pareja principal de una serie se separa.

Se lleva la mano a la boca, fingiendo dramáticamente que llora.

- Eres un tonto - dice Mina.

- Pero adoras a este tonto - jacta con una sonrisa.

- Lo que tú digas - responde Myoui, sintiendo que unos brazos envuelven su cintura.

- Sí, también te adoro a ti.

Las mejillas de Nayeon se calientan y esconde el rostro contra el hombro de su novia, oyendo la risita de la misma acompañada de la de su asistente.

- ¿Qué haces por aquí?

Mina pregunta al mayor, sin separarse de su pareja.

- Oh bueno, estaban tardando demasiado y su ausencia era notoria, decidí venir a buscarlas para evitar preguntas incómodas.

- Creo que el tiempo se nos fue muy rápido.

- Discúlpanos, es mejor irnos ahora.

Mina sale primero, seguida de los otros dos, se encargan de apagar las luces y cerrar antes de dirigirse los tres juntos al elevador. Llegan a la sala, todos continúan hablando, algunos que ven llegar a la japonesa le saludan con fervor, incluidas el grupito de guapas abogadas apretadas en sus trajes costosos. Nayeon siente ganas de tomar la mano de la magnate con fuerza, pero se mantiene quieta y trata de no hacer caso a sus impulsos.

Para su suerte y tranquilidad, Myoui hace caso omiso a los guiños y da la vuelta para encontrarse con un hombre mayor, con el que tiene una tranquila plática. Sonríe para ella misma al notar las malas caras en las mujeres no tan alejadas, su novia las ha ignorado. Sí, su novia.