❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞

Capítulo 6

Jennie

He estado pasando por el edificio Myoui durante la última semana, y puedo ver que a esa maldita de Im no le va nada mal. Se ve tan ardiente y deslumbrante cada vez que atraviesa la puerta de la entrada principal, siempre con una sonrisa.

¿Y cómo no tenerla?, si su jefa es la mujer más atractiva de todo Seúl.

Pero a pesar de todo, y de lo bien que se viera, aún no puedo quitarme de encima las ganas de desquitarme. Gracias a ella no tengo empleo, tampoco relación con gente de buena posición y gran atractivo, mucho menos una oportunidad de estar muy cerca de Myoui.

Es por eso que ahora estoy aquí, aguardando a que salga. Hay guardias y cámaras, por lo que debo ser cuidadosa.

Me aproximo con tranquilidad a la entrada, fingiendo ser una empleada más, puesto que me he vestido como una para no levantar sospechas a primera vista.

No pasa mucho, en pocos minutos Nayeon sale, con una carpeta en una mano y su cartera en la otra. Espero a que se aleje del campo visual de los guardias, y cuando puedo tomo su brazo y la arrastro hacia mí.

Noto que no pasa mucha gente, y aprovechando el momento arrojo sus cosas al suelo, para luego propinarle un golpe en el estómago que logra hacerla caer de rodillas.

La escucho toser y jadear, cosa que me causa una sonrisa. Me agacho, tomo su mentón y la miro a los ojos, están llenos de lágrimas a causa del dolor.

— Te dije que pasarás mal el resto de tu vida gracias a mí.

— Jennie, por favor.

Jadea, tratando de coger aire.

— Esto solo es el comienzo, amor.

Levanto mi mano y le doy una bofetada, Im pierde el equilibrio y cae al suelo otra vez. Se lleva una mano a la mejilla y me mira con temor.

— Eres una hija de perra.

Dice entre sollozos. Estoy disfrutando tanto esto, y si no fuera por una mano que sostiene la mía con fuerza, le hubiera dado otro golpe.
Me giro para ver de quién se trata, y casi dejo de respirar, es Myoui Mina.

— Tú no tocarás ni un cabello de esta chica de nuevo.

Me dice, su voz ronca, su mirada tan dura, es atemorizante. Sin embargo, no impide que me calle.

— ¿Por qué no debería?, ella me quitó todo lo que soñé siempre, es una bastarda que se acostaba con mi jefe para.-

Siento ardor en mi mejilla, me ha golpeado, y muy fuerte

— Y tú eres una bastarda que habla de cosas absurdas, ella no sería capaz.

— ¿Cómo lo sabes?, Im no volvió a trabajar, se quedó aquí, ¿acaso se acuesta contigo también para que le hagas ese favorcito?, no es más que una zorra fácil.

Esta vez todo pasa muy rápido, me toma por los hombros y me estampa contra una pared.

— Escucha imbécil, no tienes derecho a hablar por ella o por mí, recuerda que puedo chasquear mis dedos y pedir que seas expulsada de este país si así lo quiero. No vuelvas a aparecer por este lugar.

Me suelta, dejándome en el suelo, y desde allí presencio como ambas se alejan.

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C

hanyeol está acabando de arreglar sus cosas para irse a casa, cuando de repente ve a Mina entrar junto a Nayeon. Esta última sujeta su estómago y respira con pesadez.