Capítulo 31

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Mina

- Chanyeol ¿puedes ayudarme? - ruego un tanto exhausta.

- Lo siento, lo siento, ¿qué necesitas?

- Que me ayudes a buscar los números de los abogados que contraté los meses anteriores, hasta ahora son los mejores que tuve.

No debería estar pidiendo esto, pero desde la última vez que logré anotar sus teléfonos en medio de un alboroto, guardé la agenda en una de los tantos ficheros. Joder, guardarlos en mi celular hubiera sido más fácil.

- ¿Ya revisaste las agendas del cajón?

- ¿De cuál de todos? Chanyeol ¡tengo más de cincuentas cajones en mi oficina!

Tal vez no debería haberle gritado, pero estoy demasiado apurada e irritada como para evitarlo.

-Bueno ¿revisaste tus cincuenta cajones? -esboza una sonrisa burlona, diablos, voy a golpearlo.

- ¿Sabes? Mejor lo haré sola.

- Disculpa, me refiero a este cajón.

Va rápido hasta uno de los muebles y saca del estante un llavero con varias llaves diferentes, tarda unos minutos en recordar cuál es la que necesita, y cuando el cajón está abierto remueve algunas agendas. Toma una forrada en cuero bordó y me la entrega.

- Mi súper memoria no falla, no es como la tuya, están aquí, en la página quince - me dice.

Paso página por página hasta la que me indicó con anterioridad, allí están los números, suspiro de alivio.

- Eres irritante, pero el mejor asistente del mundo - bromeo.

- Y usted la mejor jefa mandona - responde.

- Por favor, entrégale esto a Lisa y dile que llame a todos y luego me comunique con ellos.

Chanyeol sale y me quedo sola en mi oficina, camino tranquilamente de un lado a otro, recorriendo con la mirada las paredes, me detengo en el reloj ubicado sobre un estante con fotos de viajes con Chanyeol y mi hermano, otras de cuando iba a la secundaria, y las más valiosas para mí, fotografías de mi madre.

Alzo la vista, las agujas marcan la una de la tarde ¿en qué momento el mediodía había pasado? Solo una hora para verlo. No hay que malinterpretar, mi ansiedad, nervios, o algún otro sentimiento relacionado a la emoción por salir con él son nulos, Kunpimook es solo un cliente. Puede que sea guapo y millonario, pero para mí no tiene atractivo en absoluto, tal vez estoy tan acostumbrada a ver tantos como él y podría decir que peores, que no hay nada en su persona que me sorprenda.

Miles de hombres llegando a mi oficina con costosos trajes, autos de lujo, regalos sofisticados y caros chocolates, todo en vano, cada uno de ellos gastó su dinero y tiempo intentando conquistar a la que llamaban "su futura mujer" , "la mujer de sus sueños" y otras ridiculeces que prefiero no mencionar o recordar.

Siempre tuve ganas de decirles que no me interesaban, que no me importaban sus planes y proyectos conmigo porque solo me gustan las mujeres, aún así, debo retractarme y explicarles de forma "dulce" que tengo estrictamente prohibidas las relaciones con socios y otras pequeñas mentiras que Chanyeol me ayuda a inventar. Todo a espaldas de mi padre.

- Listo Mina - el sonido de la puerta cerrándose opaca la grave voz de Park.

- Gracias - le digo sin mirarlo, mi mente es un mar de preguntas sin respuestas.

- ¿Pasa algo?

- No voy a mentirte, estoy nerviosa.

- ¿Qué ocurrió? ¿Se siente mal? ¿Le duele algo? ¿Necesita un descanso? - Yeol me toma por los hombros con sutileza.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora