El ruido blanco del mar y el movimiento leve del barco parecen mecerlo, el poco viento que ingresa por la puerta abierta de la cabina le sacude apenas los mechones castaños enrulados. Hueningkai está solo, sentado, con la vista puesta en el tablero. La ausencia momentánea de Felix resulta ser un alivio para sus ya aturdidos oídos, pero no para su mente.
Hay algo que le perturba, un suceso reciente que se proyecta en su mente sin cesar y le llena el pecho de un sentimiento amargo, haciendo temblar su cuerpo cubierto de imaginarias gotas de lo que parece ser un sudor helado.
Flashback
El joven ajusta su camisa negra del uniforme, abotona el primer broche y se cuelga la credencial en el bolsillo cercano al pecho. Toma de su locker en la habitación de servicio los elementos necesarios para limpiar las mesas.
El paño limpio en una mano y el pulverizador cargado de desinfectante líquido trabajan a la par para eliminar hasta la última migaja de una mesa que fue desocupada recién. La superficie es pulida con encanto por la diestra de Kai, el paño absorbente haciendo su trabajo con maestría a la par de los movimientos circulares que siguen el ritmo de una canción que el chico tararea.
De pronto, la puerta del restaurante se abre y deja ver a un hombre elegantemente vestido que porta una presencia pesada y notoria. Bajo los lentes de marco refinado, se pueden apreciar sus ojos, una cruda mirada que se posa por efímeros segundos sobre el muchacho. El recién llegado toma asiento en una butaca casi al fondo, esperando ser atendido.
Desde donde está, Kai mira a su compañero, casi rogando con ojos de borrego lastimero que sea él quien se encargue de acercarse al intimidante cliente. Lástima que el chico de cabellos azulados se niega rotundamente, obligándole a cambiar sus elementos de limpieza por una libreta y un bolígrafo.
El castaño arrima a la mesa y tras liberar un ligero suspiro hace una pregunta al joven adulto que detalla con atención el menú.
- ¿Desea ordenar?
- Espera un momento - un ademán con la mano que le cierra la boca.
Hueningkai frunce el ceño en desagrado, pero de igual manera permanece callado.
- Quisiera una ensalada de hojas verdes y una copa de agua sin gas, por favor.
Insípido, extraño. Concuerda con él. Es lo que el mozo piensa.
- Muy bien, luego regreso.
Se desplaza a la cocina, corta la hoja de la libreta y se la entrega al encargado para que la lleve hasta el chef.
- Ese hombre me asusta - admite.
- Ni que lo digas, Yeonjun, me mandaste a estar frente a él, sentí que iba a morderme - reprocha hacia su amigo.
- Lo siento, yo también temía lo mismo - murmura apenado.
- Parece adinerado.
- No lo parece, lo es - afirma el peliazul -. Es un modelo, bastante famoso, en Tailandia, sobre todo.
Kai abre apenas su boca en un adorable mohín sorprendido. Eso explica las costosas ropas y su cuidada imagen egocéntrica. Bueno, es muy común entre la gente que suele asistir al restaurante, pero hay algo más que destaca en el hombre.
- Chicos, basta de charla, muévanse.
El llamado de su supervisor les hace cortar la plática, retomando el trabajo de la limpieza y dejando a los demás encargarse del niño rico. La campanilla en la cocina suena, indicando que la orden está lista.
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❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞
Fanfiction𝐌𝐈𝐍𝐀𝐘𝐄𝐎𝐍┆━ Im Nayeon, una joven coreana de veintidós años recién graduada de la carrera de contaduría recibe un cargo de suma importancia; trabajar unos días en una de las empresas más importantes de Seúl, perteneciente a la empresaria japon...